Capítulo 5. Campamento

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Estamos todos preparados para partir al campamento de entrenemiento que habia organizado agustin, las vacaciones de invierno empezaron, y estaba ansiosa por saber que hariamos.
Martin se me unio al rato y no me miraba.
-¿Vas a ignorarme?- pregunte molesta.
-No, solo estoy pensando que decirte.
-Sabes que me pondria feliz si salis con mar- senti como martin se tensaba, y esta vez me dirigio una mirada asesina.
-¿Salis con agustin?.
-No- respondi- todavia.
La palabra todavia colgaba entre nosotros dos.
Una moto ronroneo a lo lejos y aparecio mar.
Bajo con elegancia, acomadando el casco sobre el tanque de la moto y peinando su corto cabello.
Cuando me vio sonrio de oreja a oreja.
Me abrazo fuertemente.
-Te voy a extrañar- dijo abrazandome.
-yo también.
-Hola martin- saludo mar, nerviosa.
Martin solo asintio con la cabeza, y me molesto, teniendo esa actitud mar jamas se dara cuenta de sus sentimeintos.
-¿Qué haces aca?- pregunté.
-Venia a decirte que tambien voy. Senti a martin atento y sonrei por dentro.
-¿Cuál es el plan?- estaba curiosa, porque iría mar, ella no pertenence a nuestro grupo, su padre nunca la dejaria.
-Agustin me pidio para ir como entrenadora.
-¿De los más jovenes?- pregunto martin arrogante.
Lo mire sorprendida.
-No- siseeo mar- de ustedes.
Mar se erguio en toda su altura, mirandolo fijamente. Los poderes de mar son sorprendentes, era lo menos que se podia esperar de una noble.
Martin la enfrentó .
-Me gustaria ver eso.
Estaban tan cerca, que me senti de más , de un momento a otro se besarian. Estaba en el primer asiento.
-No creo- amenzo mar.
Los ojos de martin brillaron y se mordio el labio inferior. Casi me desamayo por el impacto.
-Hagamos un trato- murmurro martin- si te ganó en una pelea, vas a hacer lo que te diga.
Mar me miro confusa. Asenti rapidamente, dando mi aprobación.
-Acepto.
-Haz que me arrepienta y retiro lo dicho- martin sonrio y se alejo. -¿Y si no te arrepientis?- preguntó mar.
Marin se giro y sonrio enigmaticamente, para luego ignorarla por completo y seguir caminado.
Mar se quedo agitada a mi lado.
-No estuvo bien haber aceptado.
-Estuvo perfecto- casi grito emocionada- son tan lindos.
Las mejillas de mar se pusieron coloradas y miro el suelo.
-Quiero parecer más a una chica normal- murmurro apuntandose. Mire la vestimenta de mar, una campera de cuero con unos jeans ajustados, me parecia una chica normal.
-Eres perfecta mar.
-Se nota que sos mi amiga.
Sonrei feliz, gracias a dios que soy su amiga.
Tardamos media hora en salir.
-¿Dónde queda el campamento?- le pregunte a mar.
Nos sentamos juntas, mar pidio la ventanilla porque me duermo en los viajes.
-No lo se, solo se que el viaje dura doce horas.
Me estire lo más que pude, y me acomode para dormir.
Pero antes de dormir mire a mar. -Me entere que nicolas llamo.
Mar abrio granademente los ojos, mirandome sorprendida, dirigiendo todas su atencion hacia mi
-No pidio para hablar con vos, no entiendo- murmurre por lo bajo.
-Es un tonto- insulto mar.
-Yo mas.
-No, emi, fuiste valiente le dijiste lo que sentia.
-De que me sirvio, lo unico que logre fue que se alejara.
-fue mejor asi.
-Es lo que quiero pensar.
-¿Y con agustin?.
-No hablamos, estuvo muy entretenido organizando el campamente.
-Si, tiene mucha responsabilidad, pero es un buen chico.
-No lo conoces.
Ambas levantamos la cabeza, para ver la cabeza de martin que aparecia entre medio de los asientos del colectivo.
-¿Que te metes?- gruño mar, levantandose un poco del asiento.
-No le llenes la cabeza.
Mar se volvio a acomodar y suspiro cansada.
-No te gustaria que emi salga con agustin- mar hizo una afirmacion, pero parecia una pregunta.
Algo andaba mal. La cara de mar se habia opacado.
-No te metas martin, volve a sentarte.
Martin como nunca se volvio a acomodar en su asiento.
-¿Que sucede, mar?.
-Nada, emi- sonrio.
Frunci el ceño, pero lo deje estar, no queria que martin volviera a meterse en la conversacion, pero me dejo un gusto amargo la situacion.
Eran las seis de la mañana cuando llegamos al campamentos, nos dejaron dormir solo cuatro horas, para luego ir a recorrer el lugar.
Ser amiga de mar tenia su beneficios, ambas estabamos en una habitacion solo nosotras dos, pero mar no hablo en todo momento.
-¿Que pasa?- ataque a mar, cuando estabamos desayunando. -Nada, solo estoy nerviosa.
Frunci el ceño, nerviosa mar, solo se ponia nerviosa frente a martin. Mire al otro extrema de la mesa y alli estaba sentado agustin, que estaba muy concentrado con unos papeles, lo mire más de lo que permite la buena educacion.
Martin me robo unas masitas que habia traido de mi casa, especialmente para desayunar.
-Martin- dije exaltada.
-La que no comparte tiene un sapo en la barriga- canto sonriendo mientras me hincaba con su dedo en mi barriga.
-Basta- rogue sonriendo.
-Estan buenas- alabo el alimento. -Los hice yo- dije sonriendo.
-Me gustan.
-¿Queres mar?- pregunte.
-No- contesto cortante, pero luego sonrio.
-¿tostadas?- pregunto martin, cuando vio lo que comia mar.
-Si, ella come tostadas con mermelada.
-¿Haces dieta?- martin la miro con sus ojos curiosos.
-No.
pude notar cuando el mal de humor de mar, se hizo evidente.
-Mar se cuida- defendi- yo soy la glotona.
-No eres glotona, emi- dijo cariñosamente martin.
Le sonrei con ternura y volvi a meterme otra masita en la boca, martin se llevo unas cuantas más y se fue.
-¿Mar que sucede? Volvi a insistir cuando estabamos recorriendo el lugar, ya habia pasado una hora desde que desayunamos y tenia hambre.
-Nada emi, solo estoy pensando como comenzar las lecciones.
-Claro- menti enojada por la forma en que ella me miente a mi.
Cuando llego la hora de las lecciones, nos hicieron colocar todos en fila.
Mar aparecio vestida para la ocasión, con una calza negra que se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel, la musculosa blanca se le ceñia en la cintura. Los chicos que estaban formados mas atrás, silbaron de aprobacion y martin rechiño los dientes.
-Tranquilo- intente calmarlo.
-Los matare a todos- amenazo martin.
Me rei por su cara.
-Espero que nadie se distraiga- dijo mar que al parecer estaba hablando desde antes pero no me habia dado cuenta.
Sus ojos azabaches me miraron con censura, y debo admitir que me dio miedo.
Martin se acerco a mi odio.
-Te retaron- siseeo.
Mar volvio a girarse pero su rostro era demoniaco.
-Señor Cobello- llamo a martin- tiene algo que acotar.
-No- sonrio martin.
Escondi mi sonrisa cuando mar paso junto a mi para ponerse en frente a martin, no sabia que se sabia su apellido.
-Mostrame que tiene- desafio mar.
-No creo.
Mar sonrio de costado. Y se transformo en martin, una replica exacta.
-Si crees que este truco me sorprenderá , estas equivocado.
Mar volvio a su forma natural dejando a martin sorprendido y clavado en su lugar.
-Me tome la molestia en averiguar sus poderes- sonrio en dirrecion de martin sastifecha- hoy no aprenderan nada nuevo, solo a reforzar ese poder oculto, esa habilidad que llevan como hechiceros. Pero lo primero, a correr.
Fue como una orden todos comenzamos a correr detras de ella, sabia que entrenaba siempre, pero nunca que fuera tan atletica.
Mar se dirigio a la parte mas montañosa, saltando los obstaculos como si los conociera. Salto tan alto que todos nos quedamos parados, desaparecio detras de la montaña.
Intente saltar, pero falle, mire sorprendida como martin lo salto sin problema, y en el tercer intento pude hacerlo.
Cuando llegamos a la meta, me tire al suelo cansada, como todos. Mar estaba parada como si no hubiese corrido, con los brazos cruzados mirandos como si fueramos gusanos.
-Muy bien- felicito mar falsamente.
Se sento en canasta.
-Quiero que todos saquemos a relucir nuestro poder como una luz.
-¿Qué ?- gritamos todos.
Es lo más dificil expresarlo en luz.
Nos volvio a acomodar en fila, no podia mantenerme erguida y menos creia poder expresarlo en color.
-Verde- sonrio mar, mientras se iluminaba de ese color.
Gruñi molesta, no podia largar ni una luz blanca.
Luego de una hora de estar cantando colores nos libero.
-Mañana entrenaran con agustin, sera un dia por medio, espero poder iluminar la noche con todos nuestros colores.
Maldije en voz baja, habia un fogon a la noche pero no tenia las fuerzas necesaria para poder ir.
Asi que solo me fui a dormir, pensando en mar y en su mal humor.
Cuando me cruce con agustin en el pasillo me frene de golpe ostruyendole el paso.
-Hola- sonrio agustin.
-Hola- sonrei.
Nos quedamos observando.
-Agustin llegamos tardes- dijo alguien a mi espalda.
-¿Vas al fogon?.
-No.
agustin hizo una mueca, y asintio.
Asi que lo deje ir, mirando su espalda, preguntandome como seria salir con mi jefe, sonrei con solo pensarlo

Queriendo al enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora