ODIO A LAS NIÑAS

1: "La apuesta"

Me acababa de levantar. Era un sábado por la mañana  y en lo único que pensé fue ir directamente hacia la tele y ver el nuevo capitulo de Dragon Ball. Es y será mi serie favorita hasta que me muera.

Me senté en el sillón y prendí la tele. Para mi suerte apenas estaba empezando el capitulo.

¡Si que bien! - dije en mi mente.

Mi héroe favorito  es Goku. Y siempre será él. El es muy fuerte y valiente. De hecho en mi cumpleaños pasado me vestí de el, todavía lo recuerdo...

Flashback...

- Kame ... - dije mientras ponía la posición que hace Goku al hacer esta técnica.

- Hame... 

- Ha!!

No se porqué pero todos los adultos se empezaron a reír a carcajadas. Yo no entendía nada, y aún no lo entiendo.
Mis padres me pedían que hiciera el "Kame Hame Ha" una y otra vez. Y todos se reían cada vez que lo hacia. No entiendo a los adultos...

Fin del flashback

El capitulo de esta semana estuvo buenísimo. Ya quiero ver el siguiente ...

- Matt cuantas veces te he dicho que primero desayunes y después veas la tele - dijo regañándome mi mamá.

- Pero mamá, los capítulos de Dragon Ball los pasan muy temprano, y por eso desayuno después de ver el nuevo capitulo.

- Tu y tu serie china. Eso es del diablo.

- En primera. No es del diablo. En segunda. Esta serie es japonesa, no china. Me lo dijo papá - dije victorioso.

- Bueno lo que sea. Ya vente a desayunar, se te van a enfriar los panqueques.

- ¿Dijiste panqueques? ¡¡Voy en un segundo!!.

Los panqueques son mi desayuno favorito, por lo que apagué la tele y me fui corriendo hacia el comedor.

- ¡Matt! Si corres no hay desayuno - dijo mi mamá de una manera autoritaria, por lo que instantáneamente paré de correr.

- Así me gusta - dijo despeinando mi cabello.

Me senté y mi mamá me acerco los deliciosos panqueques.
No la pensé dos veces y empece a devorar mi desayuno.

- Tranquilo campeón, hay más panqueques - dijo papá riendo.

- ¡Papá! Ya salió  "Toy Story 4", vamos a verla ¿si? - y puse mi cara mas angelical.

- Bueno esta bien, como decirle no a esa cara tan adorable - dijo sonriendo.

- ¡Genial! ¿Podemos ir hoy? - dije con esperanza a que dijera que "si".

Empezó a abrir la boca para decir algo, pero mi madre le ganó la palabra.

- ¡Claro que no! Hoy es el cumpleaños de mi hermana, y nos invito a cenar. ¡E iremos si o si!

- Pero mamá.. - dije triste.

- ¡Sin reproches! - dijo apuntándome con una cuchara sopera.