Capítulo 11

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11

Me desperté, fuí al baño para lavarme la cara y despabilarme un poco, al salir del baño vi la pantalla de mi celular encendida, “llamada perdida de Gerard Way” me estaba llamando Gee y fue ahí que me acordé. Diablos ayer no lo llame y debe estar preocupado, decidí a marcar su número para llamarlo pero me acordé de Brandon y la noche anterior, sentí tanto remordimiento que no fuí capaz de devolverle la llamada a Gee. 

Por la tarde.

Brandon pasó por mí, para ir a caminar por la playa y actuaba como si nada hubiese pasado, lo que de todas formas me beneficiaba porque no quería hablar de eso. Yo me sentía un poco incómodo pero aún así intentaba no prestar atención a mi incomodidad.

Estábamos sentados frente al mar disfrutando nuevamente de la vista y del sonido que provocaban las olas al chocar contra las rocas. No estaba pensando en nada, en realidad, en nada ni en nadie.

Sentí que mi celular vibró y me dió miedo mirar quién era pero de todas formas lo hice, “llamando Gerard Way”. Lo supuse, por es mismo tenía miedo de mirar.

–Carajos. -murmuré-

–¿Qué pasa? -preguntó Brandon mirándome-

–Nada.

–¿Quién es?

–Mi mamá -mentí. Debe querer que regrese a casa.

–Está bien, ve para que no te regañen.

–Ok, nos vemos. 

Volví a casa, fui rápidamente a mi cuarto y me tiré en la cama, mi cabeza estaba un tanto confundida, había engañado a Gerard y era lo peor que pude haber hecho, siento vergüenza y no quiero hablar con él. No sabía que hacer arruiné todo y creo que lo mejor sería no volver a ver a Brandon, mi corazón nunca se confundirá porque es solo de Gee, ésto solo fue un estúpido error. Por lo que decidí llamar a Gee, estaba nervioso pero debía hacerlo.

–¿Hola? ¿Gee? -pregunté nervioso-

–¿Por qué diablos no contestas el maldito teléfono Frank? -dijo alterado-

–Lo siento amor, en la mañana no lo escuché porque estaba en la ducha y después me lo olvidé en casa. 

–¿Y anoche? -se hizo un silencio. ¿Dónde estabas anoche, Frank? Responde.

Me quede callado por un momento, ¿En realidad me había llamado anoche?, es raro porque no tenía llamadas perdidas, ¿Quién habrá atendido la llamada?

–Ah, lo olvidaba -dijo irónico. Anoche no me llamaste por que estabas con “Brandon” ¿Así es su nombre? 

Me quede helado, ¿Cómo carajos sabía de Brandon?.

–¿Así se llama tu nuevo.. “amigo”? -dijo en un tono raro-

–Gee, no sabía que habías llamado.

–Ya no importa Frank, ¿Quién es él? ¿Por qué no me contaste sobre? -preguntó molestó

–Nadie.

–¿Nadie? ¿Cómo que nadie? Frank, ¿Por;qué mientes?

–Nadie importante, amor. ¿Cómo has estado? -evité la conversación de manera estúpida

–¿Qué como he estado? Excelente Frank, extrañándote, pensando en tí noche y día -dijo sarcásticamente-

–Gee, no me hables así, no es nadie. 

–Como quieres que crea eso, sí no eres capaz de responder mis preguntas y evitas la conversación.

–No evito nada -no sabía que decir.

–Estás mintiendo, Frank. ¿Sabes qué? cuando decidas hablar con la verdad llámame. De momento no quiero saber más nada sobre ti. Adiós -cortó la llamada.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, soy un completo imbécil, Gee se daría cuenta de todo y está en todo su derecho de dejarme. No puedo creer lo que hice. Estoy hechando a perder todo con Gee.

Lloré por horas y no salí de mi habitación hasta el otro día. Me quedé en mi habitación tirado en la cama y tapado hasta la cabeza, pensando en Gerard y lo que había hecho con Brandon, lloré hasta quedarme dormido.

Me desperté y no tenía ganas de hacer nada, me cambié y al salir del baño, ni siquiera tenía ánimos para desayunar, por lo que decidí ir a caminar por la playa para despejarme de todo un rato.

–Hijo, ¿A dónde vas? -preguntó mi mamá mientras me acercaba a la puerta para salir.

–¿Por qué diablos respondes mis llamadas?. Mamá

–No me hables, así . Anoche sonaba tu teléfono y pensé que lo mejor era responder.

–Bueno, lo arruinaste todo.

Salí de la casa triste y enojado. Caminé por la playa, mojando solo mis pies, sintiendo la fría brisa del mar. Mientras que mis recuerdos junto a Brandon y las palabras golpeadas de Gee me hacían mierda el corazón y la conciencia.

Después de caminar algunos pasos me encontré con Brandon, quién me saludo y nuevamente me veía triste, se sentó junto a mi nuevamente sin decir nada. 

–Lo he arruinado todo -dije rompiendo el silencio

–¿A qué te refieres?

–Soy un completo idiota.

Brandon no siguió hablando y me acurrucó en sus brazos, el tiempo iba pasando yo seguía ahí pegado en los brazos de Brandon mientras él me acariciaba el pelo. No podía entender por qué seguía al lado de Brandon, no era bueno estar con él porque me confundía y se hacia difícil que pudiera marcharme. 

–No llores, no sé que arruinaste pero no creo que seas capaz de arruinar nada. 

–Sí, lo soy Brandon. -dije mirándolo a los ojos

Secó una de mis lágrimas y se tiró a besarme. Otra vez caí, nuevamente me estaba dejando llevar pero luego traté de alejarme de él hasta que lo logré. Comenzaba a decirle que eso no estaba bien, que por ésto estaba arruinando todo. Pero no pude terminar de decir lo que quería por que una voz destruida me habló a unos metros de mi. 

–¿Frank? ¡¡¡Diablos Frank!!!. 

No quería mirar para ver quién era. Ya sabía perfectamente de quién provenía esa voz, esa inconfundible voz a la cual le acaba de dar una apuñalada. Se acercó más a mi y Brandon se levantaba dejándome aún sentado en la arena de la playa.

Verdadero amor • frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora