Capítulo 14

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[Mizaki Ai Pov]

—¡ Mierda! -exclamé una vez que sentí la frialdad sobre mi rostro.

Levanté la vista en dirección desde donde me había llegado la bola de nieve, al hacerlo veo a Natsume escondido entre las sobras, en cuclillas sobre una de las más gruesas ramas del árbol que se hallaba a poco metros delante de mi. Se reía escandalosamente, se partía de la risa mientras me apuntaba con su dedo

— ¡Natsume, imbécil! ¿a qué a viene el hecho que me hayas arrojado una bola de nieve?

 —Mizaki...tú... estás hecha una furia.- continúa riéndose él—Tanto que podría llegar a imprimir esa carita para usarla de careta para mi disfraz de Halloween.

— ¡Ya, solo baja de una vez! —dije dándome la vuelta, algo irritada.

—Hey. —corrió hasta mi Natsume—Parece que otra vez te has levantado con el pie izquierdo, ¿eh?

—Natsume, por favor... Hoy sí que estoy de malas.

Si había algo que odiara, era que me digan obviedades. ¡Pero si era más obvio, imposible de no darse cuenta que hoy no estoy de humor! Ni que fuese tan difícil darse cuenta. A veces las personas podemos ser tan estupidas si lo queremos

Y hoy era una de esas veces, Natsume estaba que me daba dolores de cabeza pero aún así tenía miedo de decir algo de lo que luego me podría arrepentir. Cuando me doy media vuelta para dejar a Natsume atrás, otra vez, y olvidar todo el rollo de la bola de nieve, él me agarra del brazo bruscamente; de forma que ambos quedamos de frente.

—¿ Por qué esa cara de perro mojado? — indaga buscando mi mirada —¿Y, vas a ayudarme a entenderte? —vuelve a preguntar al ver que yo callo —Oh, vamos. Era solo una pequeña broma, solo lo hice porque estoy aburrido.—agregó al final —No te enojes, Mizaki.

—Ya—digo a modo de restarle importancia.

—Vamos, cambia esa cara. Solo quería que nos divirtieramos, de cierta manera creí que también ayudaría a que dejes esas muecas —dice él

—¿Otra vez con eso? Ya te he dicho que estoy bien, no tengo nada.

—No, no lo estas. Hace ya semanas que estás así... sabes que todos estamos preocupados, incluso sensei...

—Ya.    —repito de nuevo, no quiero hablar de Kakashi —Ahora tu no pongas esa cara de cachorrito, me vas a dar pena. — digo imitando a un cachorro jadeando sacando la lengua, y esta vez se asoma una sonrisa entre mis labios.

Sin embargo Natsume no contesta, mas bien me envuelve entre sus brazos, estrechándome firmemente en un cálido abrazo. Me toma de improvisto, eso no lo negaré pero aún así no quiero apartarlo. No me atrevo a decir palabras ni tampoco se me ocurre qué decir, así que no lo hago, al igual que él.

—Hum, ¿Natsume? — pregunto algo confundida ante su actitud tan cariñosa

—Mizaki, ¿vas a decirme qué es lo que te tiene tan mal?

Es entonces cuandos sus brazos se ceñen más a mi cintura y espalda baja, de cierta manera me resulta reconfortante.

Ha pasado tiempo desde nuestro último entrenamiento a solas con Kakashi, casi como si hubiéramos hecho un pacto entre ambos nos limitamos a solamente dirigirnos la palabra cuando es necesario. Nos hemos vuelto completamente fríos uno con el otro, y de cierta manera eso me entristece, mal o bien teníamos nuestros pequeños momentos en los que dejabamos nuestras diferencias de lado y podíamos llevarnos bien, a veces incluso reír.

Mi Sensei [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora