Flowers Are For Everyone[#LoveandPeace](#PADP)

Capítulo 9

Arthur
Rachel... La mujer en la que mis pensamientos se sumergen. La mujer que consiguió crear mi nerviosismo. La mujer de la cual no me quiero separar.

La mañana después de que entrara en castillo pude ver su pelo rizado desde mi balcón. Ella me vió y entró de nuevo a su habitación. Cada vez que la veía mi corazón latía a una velocidad impensable, pero, en aquellos tiempos no podía reconocer que la amaba. El amor era un sentimiento que no conocía. Para mí solo era un nerviosismo que me gustaba. ¡Qué iluso era! Ojala lo hubiera sabido y así todo ahora sería distinto, pero, quedémonos en el pasado con todo lo que en esos años ocurrió...

Desde mi balcón la podía ver todas las mañanas. Yo la saludaba y ella me ignoraba. No quería tener problemas por saludarme. A mí me daba igual el peligro.

Pasaron meses desde la última vez que la ví en persona. Solo la veía desde su balcón y no siempre era así. Me sentía vacío sin ella. Ya daba por perdido volver a verla hasta que la ví en el campo que nos unió. Cogí mi caballo a toda velocidad y cabalgué hacia el lugar. Llegué y la ví tumbada en la hierba. Bajé del caballo y me acerqué a ella.

- Hola Rachel- La chica se sobresaltó.
- Ho- hola Arthur... No te esperaba...
- Perdón por asustarte...
- No te preocupes...

Me senté a su lado. Desde ahí pude notar el olor de su cabello. Lo único que quería era abrazarla y no soltarla jamás, pero mi mente me lo impedía.

- Oye Rachel... ¿Cómo me ves?
- ¿A qué te refieres?
- A si me ves como tu enemigo o como algo distinto...
- Actualmente no sé cuales son mis sentimientos hacia tí, Arthur... Pero no son de enemigo...
- ¿De verdad?

La chica asintió y no pude evitar abrazarla. En aquel momento mandó mi corazón y no mi cerebro. Ella tuvo una reacción que no esperaba. Pensaba que ella me retiraría pero me correspondió el abrazo. Estaba muy feliz.

Nos separamos y la miré a los ojos. Sus ojos eran tan negros como el alquitran. ¡Cómo me gustaban! Note como mi corazón se ponía a mil. Nos acercamos poco a poco y acabamos fundiendonos en un largo beso. Sus labios provocaron en mí un sentimiento extraño. Pude sentir como si mariposas en mi estómago se encontraran. Fue un beso perfecto.