Capitulo 3

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Capítulo 3:

Me tomo un RedBull las tres de la madrugada para mantenerme despierta mientras miro las noticias nerviosamente en el borde de mi cama, lo más cerca del televisor enfrente de mi.

"Con respecto a noticias nacionales, informando sobre el tranquilo estado de Texas: aún no hemos conseguido información de la peligrosa chica que ha escapado del manicomio estatal hace cuatro meses atrás causando que todos los ciudadanos de Texas se estremezcan, dicen que su estado es más peligroso de lo que la gente estima y sospechan que ha escapado de la ciudad, hay varios oficiales buscándola en distintos estados cercanos, los tendremos al tanto si conseguimos más información"

Mi respiración se tranca causadome un repentino ataque de tos.

Me están buscando fuera de Texas.

Ellos saben que a pesar de que tengo 17 años soy lo suficientemente inteligente como para huir lejos de allí lo más rápido que pude, más bien, han tardado mucho.

Analizando del asunto me di cuenta que no tengo que temer, han dicho que me buscan en estados cercanos, y Texas queda súper lejos de New York, probablemente me estén buscando el Oklahoma o hasta en México, pero no creo que se les haya ocurrido venir hasta New York solo para buscar a una loca desaparecida. Ventajas de vivir en un país grande. Igualmente trataré de ir más precavida por las calles, no puedo estar confiada.

Voy hasta el baño y observo mi cabello, ya mi cabello rubio se está empezando a notar por las raíces, esto me asusta, mi cabello era de un color rubio casi blanco muy característico, así que con la desesperación de verme irreconocible lo teñí de un negro azabache, acompañándolo con unos lentes de contacto color grises, ocultado mis ojos azul celestes.

Saco el tinte para el cabello que se encuentra en una de las gavetas de mi habitación y le doy un retoque con el tinte a las raíces y cuando se hacen las 6:30 am voy caminando hasta la cafetería.

Como me propuse a ocultarme un poco más, saqué de mi bolso unos grandes lentes de pasta, aunque yo sufriera de problemas de la vista no hace falta que utilizara los lentes de pasta ya que tengo los lentes de contacto, pero igualmente los voy a utilizar por precaución.

Jane me saludó como siempre pero no con su característico saludo efusivo sino con un tímido movimiento de manos que yo devuelvo. Me porté mal con ella ayer, debería disculparme al finalizar el turno.

Me voy silenciosamente a mi puesto de trabajo y me coloco un gran suéter negro con la excusa de que está haciendo frío.

Atiendo a unos tres o cuatro clientes con palabras breves, tratando de hablar lo menos posible hasta que veo que la puerta se abre mientras lenta y tímidamente entra un chico.

Es el mismo chico de ayer.

Apenas entra, sus ojos azules y penetrantes me encuentran, él aparta la mirada, luce nervioso, como ayer. Noto que tiene un pircieng en la ceja mientras lo miro atentamente. Revuelve su oscuro cabello mientras que se acerca hacia mi. Lleva puesto una camisa con el logro de una banda implantada que desconozco pero me encantaría conocer a partir de hoy y unos jeans azul marino.

-¿Me podría dar un capuccino grande por favor? -él me mira a los ojos y puedo sentir la profundidad y el sufrimiento. Parece que no se encuentra de buen humor, se ve triste.

-¿Desea algo más? -lo miro fijamente a los ojos por unos largos segundos pero luego la vergüenza me vence y dirijo mis ojos hacia la caja registradora que se encuentra enfrente de mi.

-No, así está bien.

Voy hasta la máquina de cafés que se encuentra no muy lejos de mi, le sirvo su pedido y se lo entrego.

The sad teens club . Donde viven las historias. Descúbrelo ahora