Capitulo 9

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Capítulo 9:

–¿Dónde estamos? -observo a mi alrededor y lo que veo son árboles y más árboles.

–Falta poco, ten paciencia -Dominik me mira y me da una media sonrisa para luego seguir concentrado en el camino.

Ha pasado una media hora desde que estamos en el auto y hemos conversado de temas triviales, escuchado música y fundiéndonos en silencios para nada incómodos. Su compañía me hace sentir una persona nueva, una persona llena. Cuando estoy con él me olvido de todo. Todos mis problemas desaparecen y siento como si jamás hubiese pasado todo lo que me pasó, como si jamás hubiese sufrido todo lo que sufrí.

Me concentro en la música melodiosa que sale de la radio sin prestar atención al camino hasta que su voz me saca de mis pensamientos:–Vanessa, hemos llegado.

Alzo la mirada y me encuentro en una especie de mirador, es lo más hermoso que jamás he visto.

Me quedo paralizada, jamás había visto algo así, no puedo dejar de ver cómo el sol cae formando un hermoso atardecer. El cielo está de diferentes colores y no hay ni una sola nube. Tan hermoso y tan cliché, jamás esperé esto de Dominik. Me siento como en una película.

–Ven, salgamos -Dominik indica, salimos del auto y nos sentamos en una banca que tiene la vista al frente para así poder observar el cielo en todo su esplendor.

–Jamás había visto algo así de hermoso.

–El mundo es hermoso ¿No crees? Pero sólo si no hay humanos.

–Concuerdo contigo -ambos tenemos la vista al frente y no podemos despegar nuestros ojos del hermoso atardecer.

–A no ser que ese humano seas tú, en ese caso el mundo se vuelve más hermoso -siento como la sangre se acumula en mis mejillas y no respondo.

Nos fundimos en un relajante silencio donde lo único que se escuchan son nuestras respiraciones pausadas y el viento chocando con las hojas de los árboles.

–Discúlpame, por favor - suelta de repente  y yo volteo, veo sus ojos azules tan tristes y arrepentidos, no me gusta verlo triste.

–¿Por qué lo dices?

–A veces soy un imbécil, siempre tan a la defensiva de todo, como un cachorrito asustado. Es nuevo para mí todo esto. Se que mi reacción no fue la mejor y no tienes ni idea de lo arrepentido que me siento. Vivo con una constante culpa por las cosas que he llegado a hacer, me siento inseguro, me siento mal; pero cuando estoy contigo todo cambia, me siento tan bien. Tengo miedo a que te alejes, porque a pesar del poco tiempo que nos llevamos conociendo te has metido bajo mi piel y será difícil sacarte si alguna vez te vas.

–No iré a ningún lado. No tienes que pedir disculpas... -acerco mi mano a la suya y la tomo- ...yo justamente me siento igual que tú. He vivido muchas cosas en mi vida que no deseo recordar y vivo el día a día insegura y con miedo, no te imaginas todas las cosas por las que he pasado y por las que estoy pasando...

–No te voy a presionar, el día en que me quieras contar yo estaré aquí para escuchar cada una de las cosas que necesites decir -él aprieta mi mano dándome apoyo y yo simplemente sonrío.

–En este momento me es muy difícil, pero pronto te contaré.

–Entendiendo si no quieres decirme. Es muy duro cuando nos pasan cosas horribles y hay que decirlas en voz alta, es aceptar la realidad. Pero tarde o temprano se tiene que hacer para lograr superarlo.

–Dios mío Dominik, eres como un psicólogo -él ríe y yo me contagio de su hermosa risa. Cada vez que él ríe mi corazón de hielo se derrite.

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