Cap. 9

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No me matéis. TENGO POCO TIEMPO Y INSPIRACIÓN. Tengo finales en la universidad y mi cabeza va a estallar, he escrito rápido lo que he podido. No me juzguéis por favor. Aún así espero de corazón que os guste :)


POV AKANE

-¿Perdoooooón?¿Cómo?

Ukyo y ...Mousse.

Nunca se me había pasado por la cabeza. No es por nada, Mousse es un buen chico pero es un poco... Bueno él... No sé, ¿Estamos hablando del mismo Mousse?

-¿Mousse?¿Nuestro Mousse?

Pregunté ciertamente asombrada.

-Nooo, Mousse el vecino. ¡Pues claro que es nuestro Mousse!¿Acaso conoces a alguien más que se llame Mousse?

-Ay... Tampoco hace falta ponerse así, solo estoy sorprendida.

-Perdón, perdón es que me da un poco de vergüenza hablar de cosas así con alguien. Nunca he tenido la oportunidad de tener una conversación sobre chicos con nadie y me cuesta un poco...

Eso se entiende, se había puesto a la defensiva y estaba incómoda. Supongo que a mí me pasa lo mismo. Quizá si yo también hablo sobre esto ella no se sienta tan mal.

-Sabes Ukyo pues a mí, a mí también me gusta alguien... Yooo, estoyenamoradadeRanma.

Anda ya lo había dicho, no había sido tan difícil. Pero ella no decía nada, espero que no se haya enfadado.

Pero en teoría a ella ya no le gusta Ranma así que no tendría sentido que se molestara.

Estaba empezando a inquietarme cuando ella... ¿Se puso a reír?

-JAJAJA. Perdona no he po-podido evitarlo JAJAJA.

Ahora estaba más confundida que antes. No entiendo de qué se reía.

-Akane ¿Se suponía que era un secreto? Si todo el mundo lo sabe.

-¿C-como que todo el mundo lo sabe?

-Cielo, aquí todos se han dado cuenta menos Ranma. Como no se lo digas a él directamente no creo que se entere.

Ahí es cuando me sonrojé a más no poder. Evocando recuerdos de la noche anterior. Creo que Ukyo también se percató de mi sonrojo.

-A-Akane ¿No me digas que ya se lo has dicho?

Mi cara se volvió imposiblemente más roja.

-¡Anda que notición!¿Os habéis besado ya?

-¡Ukyo!

Exclamé escandalizada y un poco abochornada. ¿Nadie más tiene calor aquí? Me daba vergüenza hablar de estas cosas. Yo soy más bien reservada y más sobre temas relacionados con el amor. Supongo que por la imagen que me he creado de "odio a los chicos" y "soy una luchadora dura y sin sentimientos". Qué se le va a hacer...

-¿Qué? Una chica tiene derecho a preguntar. Y más si es sobre su OTP... (Perdón no he podido resistirme XD)

-¿Su qué?

-Nada, nada...

Nuestra rara conversación se vio interrumpida por nada menos que... ¡Mousse! Hablando del rey de Roma...

Mira qué bien, ahora tendré oportunidad de molestar un poco a cierta personita que tocaba las narices segundos antes.

Ukyo estaba colorada como un tomate y parecía estar pidiendo al suelo muy intensamente que se la tragara.

Esta es la mía, pensé. Y con fingida inocencia y cierto retintín pícaro dije:

-¡Hombre Mousse!¿Cómo tú por aquí?

Cualquier ambiente alegre y despreocupado desapareció cuando vi la cara de Mousse. Nunca le había visto tan preocupado, con un atisbo de terror en los ojos.

-Akane, ven corre, es Ranma.

No bastó más para que los tres saliéramos corriendo de mi casa.

Seguimos corriendo por las calles siguiendo a Mousse, hasta que nos detuvimos en un barrio no muy lejano a la escuela donde vi a Ryoga y Shampoo. Tenían los dos una aura de combate que les rodeaba y que yo no lograba entender.

-Hey Ryoga ¿Qué está...?

-¡Cuidado!

Las palabras se me atragantaron cuando Mousse impidió que avanzara. Vi que me detuvo poniendo su mano sobre mi hombro. Giré la cabeza a tiempo para ver como Shampoo se abalanzaba sobre Ryoga lanzando golpes como nunca la había visto hacer antes. Parecía otra. Sus movimientos eran rápidos, precisos y furiosos, pero su mirada estaba vacía.

-¡Shampoo, para!¿Se puede saber qué haces?

Oí gritar a Ukyo.

Me fijé entonces en una figura que yacía inerte.

Ranma.

La sangre que recorría mis venas se congeló.

Sin darme cuenta ya estaba al lado de Ranma.

No oía nada de lo que me rodeaba. El tiempo parecía ralentizarse.

Grité su nombre pero sólo oía como un eco de mi propia voz, él no respondía. Le tomé el pulso y miré si respiraba.

Entonces me puse a llorar.

Su corazón no latía.



Tan, tan, taaaaan. ¿Qué pasará...?

Tranquilos la historia mejorará en algún punto (puede, muajaja). Naa ahora enserio, no me gustan los finales tristes así que no os preocupéis que de algún modo acabará bien ;)

Un saludo

Dos palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora