Quizás

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Quizás, mi error siempre fue huir de mis monstruos cuando lo único que debía hacer era enfrentarlos.
Quizás, mi error siempre fue interiorizar mis emociones y sentimientos cuando lo único que tenía que hacer era dejar que brotasen.
Quizás, mi error siempre fue llorar en silencio cuando lo que debía hacer era gritar a todo pulmón.
Quizás, mi error siempre fue encerrarme en un cuarto cuando lo único que necesitaba era un abrazo.
Quizás, siempre he estado haciendo las cosas mal.
De forma invertida.
Y por eso
Mi mundo está de cabeza.

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