Fue un beso estático. Esos besos en que los labios se entrelazan, se entrechocan, se absorben; y se quedan en esa posición que parece eterna e infinita. Como estatuas eternamente enamoradas en un parque. Tan dulce como la miel, tan cálido como un fuego.
Mi ritmo cardíaco se acelero en un suave golpeteo en mis tímpanos. Mis labios respondieron a ese beso con firmeza y anehlación, casi con desesperación. Cerré los ojos y me dejé hacer, imaginando colores que nos unían, sonidos que nos envolvían. Podía sentir su respiración en mi piel, que quemaba como mil fuegos. Incluso podía degustar el sabor del alcohol en sus labios de ciruela.
Contuve las ganas de morder aquellos suaves, suavísimos, labios tiernos hasta el final.
Yoongi se apartó un poco de mí, observándome con la mirada febril, los labios húmedos y entreabiertos y las manos aún sobre mis mejillas.
-No llores-murmuró-. Por favor no llores.
Asentí débilmente con la cabeza, sintiéndome como si flotara en una nube de algodón. Aún no era capaz de despertar de aquel asombro repentino...
... Min Yoon Gi me había besado.
Abrió la boca para decir algo más, pero se lo pensó mejor y se apartó de golpe de mí. Antes de que tuviera tiempo de siquiera sentirme mal por su repentino alejamiento, vi que Tessa y Loui salían tomadas del brazo.
-¡Eh! ¡Tu!-exclamó Tessa, señalando al muchacho con un dedo tembloroso.
Loui hizo una mueca.
-Lo siento-se disculpó-. Creo que conduciré a casa.
-¿Qué...? ¿Cómo ha...?-inquirí, abriendo los ojos como platos.
-¿Que cómo he sido capaz de beberme una botella entera de tirón?-Tessa puso una expresión de perplejidad-. ¿Desconfías de mis poderes mágicos?
-¿Eso qué tiene que ver?-inquirió Loui. Luego suspiró y tiró del brazo de mi amiga-. Anda, sube al auto.
-Yo conduzco...
-Claro que no.
Me giré hacia Yoongi. Este jugueteaba con el pie con algo que había en el suelo. Sonreí ante tal muestra de timidez de su parte.
-Yoongi...-comencé, y cuando me miró tuve que apartar la mirada-. ¿Vamos a casa o...?
El muchacho observó el auto, luego a mí, luego la puerta del bar y finalmente volvió a mirarme.
-Si quieres esperar a Camille...-comencé.
Tessa sacó la cabeza por la ventanilla y gritó:
-¡Esa está cantando con uno en el escenario! ¡Vente Yoongi!
El muchacho frunció el ceño y luego sonrió. Asintió con la cabeza y comenzó a caminar hacia la puerta trasera del auto, para abrirla y hacerme un ademán de que pasara primero. Obedecí, algo turbada por su nueva "personalidad". Yoongi entró de un saltito, se acomodó a mi lado, y cerró la puerta.
Loui puso música en el estéreo y puso a calentar el motor. Sin embargo, ni bien arrancamos a andar por la carretera la música se entremezcló con una conversación ajena que ella y Tessa comenzaron.
Me mordí el labio inferior y traté de relajarme en el asiento, aunque la pierna de Yoongi pegada a la mía me ponía realmente nerviosa. El muchacho se hundió en el asiento vagamente y deslizó una mano de su pierna a la mía.
Abrí los ojos como platos, tragué saliva y clavé la mirada al frente.
La mano de Yoongi subió y el color de mi cara iba pasando del rosado al rojo. Quería gritarle algo, pero sería demasiado obvio y mis amigas captarían la situación al instante. Aunque, de todas formas, no era capaz de emitir palabra.
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Eh, Pabo! [Min Yoongi]©
Fanfic*Pabo es una palabra coreana que significa "estúpida, tonta" Mi madre ha conseguido trabajo a tiempo completo gracias a la Presidenta Min, por lo que debemos mudarnos a su mansión en las afueras de la ciudad. Todo habría sido maravillo...