–¡Hasta mañana Takane!– se despidió Haruka en la esquina donde siempre se separaban –Date prisa, parece que pronto lloverá...
–Eso debería decírtelo yo, tú vives mucho más lejos...
–Descuida, tomaré el metro– aseguró sonriendo –. Duerme bien y no olvides hacer la tarea– aconsejó antes de marcharse por su lado.
Rodó sus ojos aunque él no la viera y se dirigió caminando a paso rápido hacia su hogar, el cielo estaba cubierto de oscuras nubes, definitivamente esa noche habría una gran tormenta.
–Parece que hoy no podré conectarme a mi juego en línea...– murmuró con resignación, tal vez esa vez sí tuviera tiempo de hacer la tarea.
Se detuvo en la esquina de su casa, había gente fuera, aquello era poco frecuente, y una antisocial como ella no tuvo mejor idea que ocultarse tras uno de los árboles cercanos, desde donde podía escuchar pero con suerte no sería vista. Esperaría allí hasta que los extraños se marcharan, si entraba normalmente tendría que saludar y fingir amabilidad, y aquello le resultaba excesivamente agotador.
–Parece que lloverá...– escuchó la voz de un hombre.
–¿Por qué no pasan la noche aquí?– escuchó decir a su abuela, sintiendo deseos de gritarle. ¡¿Cómo iba a invitar a esa gente a quedarse en su casa?! –Takane regresará de la escuela en unos minutos, deberían verla, ha crecido tanto...
–¿Por qué mi abuela quería que esas personas me vieran?– Se preguntó mientras asomaba su cabeza para observarlos con curiosidad, tal vez los conociera de algún sitio.
Su ya pálido rostro perdió por completo el color al reconocerlos... Esa pareja de poco más de treinta años... Y ese niño de unos cuatro o cinco que estaba en brazos de su abuela... No había duda de que ellos eran...
–¡Claro que no mamá!– negó tajantemente la mujer –Regresaremos el próximo mes como siempre.
–Está bien... No discutiré en tu estado...– murmuró su abuela con expresión de resignación devolviendo al niño a los brazos de su padre –El mes siguiente sabrás el sexo, ¿verdad?
En ese momento observó el vientre abultado de la mujer, quien lo acariciaba sonriendo –Así es, espero que sea niña, realmente anhelo tener una hija...
Cubrió su boca con una mano antes que el sonido escapara, aquellas palabras habían sido demasiado, más de lo que era capaz de soportar, y antes de darse cuenta estaba corriendo lejos de allí.
Sentía tantas cosas, tanto dolor, tanta desesperación y decepción, sentía impotencia, rabia, e incluso se sentía culpable... Culpable por haber nacido de esa forma y arruinar una familia que sin ella se veía muy bien...
Corrió durante horas, nunca se preocupó por fijarse por donde iba o como las personas la veían al pasar, ni siquiera se percató del momento en que aquellas nubes se descargaron con fuerza sobre la ciudad.
Tomó conciencia de lo que sucedía a su alrededor recién en el momento en que se encontró de pie, en la oscuridad de la noche y completamente empapada, frente a esa casa que sólo había visitado una vez por un trabajo de la escuela...
No entendía por qué sus pasos la llevaron hasta allí... Hasta el hogar de esa persona que sin dudas era en quien más confiaba... Esa persona que jamás la traicionaría...
–¿Takane...?– escuchó una voz a su lado, observó ausentemente a la mujer que le hablaba –¡Por Dios, estás empapada niña!– exclamó ésta viéndola con preocupación mientras intentaba cubrirla con su paraguas en un vano intento por que la situación no fuera aún peor.
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Diferentes
FanfictionAmbos eran diferentes al resto... Ambos eran diferentes entre sí... Pero lo diferente no siempre es incompatible. -Serie de drabbles- Ni los personajes ni la imagen que usé como portada me pertenecen. La historia en la que se basa este fic es propi...