Septiembre. Hace un año...
Javi.
Han pasado varios días desde que conocí a Lo, los mismos días que llevamos hablando, creo que me está empezando a gustar, aunque no lo sé, es un sentimiento raro. Tenemos algo de tonteo, por WhatsApp y en clase, o eso creo, espero que no sea cosa mía. El instituto empezó el miércoles, ya estamos a Sábado y hemos quedado esta tarde, Rodri y Al me han dicho que desde que conocí a Lora no les hago el mismo caso que antes, pero ellos no lo entienden.
Lora🙈 16:43 p.m.
<Hemos quedado a las cinco en el parque ¿no?>
Respondo que sí y espero hasta que sean menos cinco para salir de casa.
[...]
Estoy llegando al parque, a ella ya la veo sentada desde lejos. Lleva una camiseta de tirantes muy escotada con la que puede lucir su piercing del ombligo y unos pantalones cortos que realmente es un milagro si le tapan algo. Lleva los labios color rojo fuerte y la verdad es que joder, es verla y sentir cómo me sube la testosterona. Está guapísima. En toda la tarde la noto muy cercana conmigo, como si quisiera algo más que amistad pero seguro que es cosa mía. Cuando llevamos una hora juntos más o menos alguien la llama, se aparta para hablar y cuando vuelve me dice:
-Me tengo que ir, ¿me acompañas a casa?
Respondo que sí y vamos hacia allá, cuando llegamos a su puerta me arrincona en una pared y pasa la mano por mis partes íntimas.
-Ha sido sin querer- dice. Aunque yo ya he notado cómo me ha bajado la sangre, es que, joder, es tan guapa y con ese cuerpo.. encima con la ropa que lleva podría provocar a quien fuese.
Sus labios se acercan a mí, estoy seguro de que me va a besar en la boca cuando de repente noto cómo lo hace en la mejilla. Y seguido se va, sin despedirse.
Estoy segura de que si le cuento esto a Al me diría:
-Vaya tía más rara, no te fíes Javi, no te fíes..
Pero no se lo voy a contar, así que no tendré que oírla decir eso.
Lora🙈 18:15 p.m.
<Me hubiese gustado que te hubieses quedado un rato en mi casa...>
<Si me lo hubieses dicho...>-respondo.
<Aún puedes volver..>-me dice.
Estoy al lado de su casa prácticamente.
-¿Por qué no ir?- pienso.
Y doy la vuelta, y vuelvo al lugar de donde vengo, quién sabe qué puede pasar con la chica del pelo morado.
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Aliviándome
Teen FictionTodas sus pesadillas han vuelto, y temen que se hagan realidad.