Rodri.
Ya hemos llegado al hospital, llevo un rato sentado solo en la sala de espera. La madre de Javi me está escribiendo, dice que en unos diez minutos estará aquí. No tardo nada en oír:
-Acompañante de Javier Latorre.
Me levanto y me dirijo a su habitación. En la puerta hay una enfermera, me dice que le han tenido que hacer un lavado de estómago por sobredosis. Y seguido se va.
-¿Qué has hecho?- le digo mientras me siento.
-Me puse muy nervioso... no me dejaba tranquilo, ya sabes cómo me pongo...
-Pero... ¿qué ha pasado?
-Es Lora...- y me cuenta lo que ha pasado.
Nunca me he fiado de ella, no creo que sea una chica con buenas intenciones. Tiene pinta de ser una chica muy manipuladora y sin sentimientos. Creo que solo quiere separar a Javi de nosotros... no sé, no me fío.
Alguien toca la puerta, me levanto para abrir, es su madre. Le pregunta a su hijo qué es lo que ha pasado.
-Ha vuelto.- dice olvidándose (o queriéndose olvidar) del mayor detalle: la chica del pelo morado busca joderle la vida.
Salgo a la sala de espera y les dejo solos. Cuando pasa un rato Isabel sale y me dice que entre porque Javi quiere hablar conmigo.
Nada más entrar me dice con la voz débil:
-Al no puede saber nada de esto, ni de lo de Lora ni de lo que ha pasado en la estación, tienes que prometerme que no le dirás nada.
-Es nuestra amiga...-le digo- y mi novia.
-Y yo soy tu mejor amigo, Rodri.. tienes que prometérmelo.
Lo hago cuando me suena el teléfono.
-Es Al.- digo.
Y Javi me quita el móvil de las manos. Pone el altavoz.
-Hola Al.- dice- Rodri está conmigo en el hospital, bajé en bici por la cuesta de mi casa y ya sabes cómo es.. me caí y me mandaron a urgencias, llamé a Rodri para que viniese y aquí estamos...
-Aay, pobre- le oigo decir- recuperate jo.
Se despide y cuelga. Nunca he visto a Javi tan raro..., y es que sabe cómo puede ponerse Al si se entera de que sigue hablando con la chica del pelo morado.
Hace dos tardes de camino a casa después del insti...
Al.
-¿Pero hablas con ella?- le pregunto.
Me responde que sí, pero yo no me fío de esa chica.
-Lo siento Javi, pero es o ella o yo. No quiero que te haga daño.
-No puedes hacerme elegir...- me dice, pero sí puedo, es por su bien.
-No puedes presionarme Al, sabes que me agobio enseguida... sabes que ella me gusta, no puedes hacerme elegir y menos por un palpito que ni si quiera sabes si es cierto...
[...]
Javi.
Siempre odiaré que me hagan elegir, pero lo que tengo claro es que no por eso voy a dejar de hablar con Lo. Me da igual lo que pueda pasar. No pienso dejar que nadie decida por mí nunca más.
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Aliviándome
Teen FictionTodas sus pesadillas han vuelto, y temen que se hagan realidad.