Capítulo 7.

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Noah:

Después de que Nick me contara todo su pasado por fin que lo estaba deseando decidí que ya era hora de dar un paso más a nuestra relación, es verano por lo que tenemos 3 meses de vacaciones y he pensado que para dejar nuestros pasados atrás le voy a hacer una sorpresa que no creo que se imagine. Un viaje durante 2 meses a las Maldivas.

Él no tiene ni idea y tuve que hablar con Leo para que me ayudara, gracias al dinero ahorrado que tenía desde pequeña que mis padres lo metieron en mi cuenta. Le pedí que poco a poco fuera metiendo ropa en una maleta suya y si preguntaba por alguna prenda que le dijera que no tenía ni idea y una tarde mientras que él estaba en el gimnasio como solía hacer de 7 a 8 me la trajera a mi casa y la guardaría hasta el día que nos íbamos.

-Amor, podríamos ir a la playa a pasar el día y comer allí.- Me dijo mi niño mientras me cogía de la cintura y me sonreía.

Tanto a él como a mí nos encanta la playa, la arena, las olas, broncearnos y demás por eso decidí que que mejor sitio que las Maldivas.

-Claro mi niño, pero no creo que podamos...- Dije mientras le sonreía y pasaba mis manos por al rededor de su nuca.

-¿Por qué?, ¿No te gusta la playa pequeña?.- Me preguntó mientras me miraba a los ojos.

-Sí, me encanta, pero...- Hice una pausa y me dispuse a contarle el plan, ya que mañana salía nuestro avión a las 5 de la mañana. -Vamos a estar un poco lejos de Denia, así que no creo que sea posible.- Le contesté mientras reía. Él no entendía nada y me miro extrañado por mi contestación.

-¿Como que vamos a estar lejos de Denia?, no entiendo nada cariño...- Me dijo un poco triste.

Me dirigí a mi cuarto donde tenía las maletas encima de la cama, a suya y la mía, mientras abrí el cajón de mi mesita de noche para coger los billetes de avión que tenía ahí guardados, él apareció por detrás mía sin entender nada, aun que había reconocido su maleta.

-¿Qué hace aquí mi maleta?, ¿Y la otra maleta es tuya?- Dijo no entendiendo nada sobre aquello.

-Amor, esta es la sorpresa que tenía preparada para ti, nos vamos 2 meses de verano a desconectar y disfrutar a las Maldivas, he cogido estos dos primeros meses para que cuando tu madre salga de cuentas poder estar aquí y conocer a la pequeña Paola.- Dije mientras le sonría de oreja a oreja y su cara cambió por completo, se acercó hasta ami y me cogió en brazos haciendo que yo rodeara su cuerpo con mis piernas para luego besarme y decirme un millón de gracias por la fabulosa sorpresa que le había preparado.

-Eres la mejor mi niña, jamás me cansaré de decírtelo, gracias, gracias y más gracias, por estar junto ami, por apoyarme, por ayudarme, por escucharme, por aguantarme y por todo estar conmigo. ¡TE QUIERO!.- Me dijo después de contarle la sorpresa, mi cara se llenó de felicidad viéndole tan extremadamente feliz, sin duda iba a ser el mejor de nuestros veranos.

Después de explicarle lo que me había costado que no se enterara de nada y de quedar con su hermano a escondidas le abrí la maleta para que supiera que ropa había escogido Leo para nuestro viaje, aun que aún quedaban más sorpresas, el primer mes lo pasaríamos solos pero el segundo mes vendrían todos nuestros amigos a disfrutar también de las preciosas islas.

No dormimos en toda la noche planeando todo lo que queríamos hacer en estos meses y ya que a las 3 de la mañana teníamos que estar en el aeropuerto de Valencia para coger el avión, decidimos que dormiríamos de camino en el avión, nuestros hermanos nos llevaron en coche hasta el aeropuerto para despedirnos de ellos, después de una hora y media de camino hasta allí entre risas y bromas por lo que podría pasar me puse triste dejando a mi hermano solo durante dos meses de verano, pero él me decía que no me preocupara, que él se las iba a apañar y ya que nuestros hermanos se llevaban bien habían decidido que harían planes en estos dos meses ya que ninguno de los dos tiene novia y los estábamos "abandonando".


-Cuida bien de mi peque Ncik, por favor, quiero que regrese entera, sana y salva.- Dijo mi hermano riendo mientras me tenía entre sus brazos.

-Tranquilo Jaime, te prometo que no me voy a separar de ella ni un segundo y que cuando la vuelvas a ver seguirá igual o mejor que ahora.- Le contestó mi niño.

Nos despedimos y nos dirigimos a facturar las maletas y a entrar en el avión, era la primera vez que volaba y tenía un miedo espantoso y como no, Nick se dio cuenta enseguida, siempre sabía lo que me pasaba, cuando estaba triste, preocupada, nerviosa o enfadada y siempre conseguía quitarme todo lo malo que tuviera en mi cabeza.

-Mi niña, apóyate en mi y duérmete, ya veras como dentro de nada ya estamos en las Maldivas, no te preocupes de nada, no me moveré de tu lado, estaré aquí contigo.- Me dijo suponiendo que me daba miedo volar, aun que sinceramente, si el avión cayera a pique por mucho que él estuviera a mi lado moriríamos igual, sí, ahí estaba yo, metida en un avión y pensando que íbamos a morir, como siempre, mi imaginación hace de las suyas.

Me tomé una pastilla para tranquilizarme y al poco tiempo me quedé dormida con la cabeza apoyada en el hombro de Nick, no se quejó en ningún momento por lo que supuse que no estaba incomodo, el trayecto hasta las Maldivas duró 9 horas, aun que para mi duró como unas 2 horas.

-Amoor, despierta, ya hemos llegado.- Me dijo Nick mientras me daba besitos pequeños dulces en la frente para que me despertara.

-¿Ya?.- Dije mientras abría un ojo para mirarle, él se encontraba sonriéndome como siempre hacía y pensé que despertarme cada mañana durante estos dos meses viendo su sonrisa lo primero del día, iba a ser maravilloso, aun que para que engañarnos, no quería que solo fueran durante dos meses, quería despertarme con él todas las mañanas que me quedaban en mi vida y siendo su sonrisa la última imagen que viera antes de irme a dormir.

Bajamos del avión y me temblaban un poco las piernas ya que las tenía un poco dormidas por que no me moví de la posición mientras dormía en el avión, cogimos las maletas que tardaron un poco más que nosotros en llegar a donde las teníamos que recoger y nos dirigimos hasta donde sería nuestra casa los próximos dos meses, él no tenía ni idea de donde dormiríamos por lo que era otra sorpresa más.

-Mi vida, ¿dónde vamos a vivir estos meses?.- Me preguntó.

-Pues verás, he alquilado una casa a primera línea del mar, tiene piscina, jardín, 3 dormitorios, 2 cuartos de baño uno con ducha y el otro tiene jacuzzi, por lo que vi en las fotos, aun que no salía la casa entera, espero que te guste bebé.- Le contesté emocionada y pude ver en su cara la enorme alegría que tenía, me cogió en brazos y me beso como nunca antes lo había echo dándome de nuevo millones de gracias por la sorpresa tan fantástica que le había preparado.

Me compré antes de venirnos un conjunto de lencería sexy y me traje mis mejores vestidos, monos y tacones que tenía, más los biquinis que sin duda se caería muerto nada más verme con ellos puesto.

Llegamos a la que sería nuestro hogar durante nuestra estancia aquí y se quedó boquiabierto cuando vio la preciosa casa que había alquilado, en verdad no me costó mucho dinero y todo era poco para mi niño.

-Dios nena... cada vez me sorprendes más... esto te a tenido que costar mucho dinero...- Dijo mirándome preocupado por lo que podría haberme costado.

-En verdad no me ha costado mucho dinero, y aun que fuera así, todo es poco si se trata de ser feliz junto a ti cariño, así que vamos, saquemos la ropa y acomodémonos que tengo ganas de tirarme a la piscina.- Dije riéndome mientras le cogía la mano y lo llevaba hasta dentro de la casa.

Es más bonita que en las fotos que vi en la página web, nada más entrar está el comedor con una tele de plasma gigante, con un sofá enorme y la mesa donde comeríamos, habían 3 puertas que daban a las habitaciones y en una de ellas hay un cuarto de baño, esta sería nuestra habitación, otra puerta daba al segundo cuarto de baño, una puerta corredera lleva hasta el jardín donde está la piscina y una mesa con sillas para poder cenar y comer al aire libre y en la cocina que es la última puerta del comedor hay una pequeña terraza con una mesa más pequeña y dos sillas, la decoración es preciosa, justamente casi igual que cuando me imaginaba mi casa cuando era apenas una niña, parecía que la habían echo para mi.

-Mi vida... esto es increíblemente perfecto.- Dijo con los ojos un poco brillantes, sabía que le había encantado la sorpresa.

-Pues si esperas que esto acabe aquí aún no me conoces bien.- Le dije burlándome mientras me miraba con ojos de intriga.

¿Luchar o rendirse?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora