Dentro está todo más construido. Han asfaltado un camino, han reemplazado varios árboles por alguna que otra flor o árboles tropicales, algún que otro banco de madera están colocados a los lados del camino, zonas de césped que en ese momento se van regando a través de aspersores, una fuente... Resulta bastante bonito.
Esta se guía hacia la recepción por los carteles que van indicando dónde ir, aunque con más o menos seguir el camino basta, pero no quiere arriesgarse a dar más vueltas de las que debe, o en el peor de los casos, volverse a perder. Otros carteles más grandes van explicando algo que ver sobre la historia, la vegetación o la fauna del lugar, pero es algo que Alexia no hace demasiado caso.
Son más de la una de la tarde, su padre le habrá mandado algún que otro mensaje, se supone. Mira el móvil en busca de alguna mínima señal de que pueda hacer una llamada rápida. Este se porta bien dejando ver que hay dos rayitas de cobertura.
Cinco llamadas y dos mensajes de su padre:
«De Julián, para Alexia:
He estado esperando a que vinieras, pero debe ser que ya estás al llegar. Tuve que volver a ir al pueblo más cercano de por aquí a por carbón para la barbacoa ya que a Christian no le quedaba. Te lo digo por si vienes y no estoy. Volveré pronto. Enviado a las 11:30»
«De Julián, para Alexia:
¿Dónde te has metido? Me tienes preocupado, he ido a recepción por si te habías quedado charlando o si no dabas con nuestra parcela y no has llegado. Christian se ha ofrecido voluntario para buscarte por fuera del camping en su moto y no te hemos encontrado. Si has decidido volverte a casa porque te molestó que no fuera a por ti tendrías que haberme mandado un SMS. Llámame para saber que estás bien. Enviado a las 13:01»
Vaya parece que está preocupado de verdad. El último mensaje lo mandó hace diez minutos exactos. Prueba a llamarle.
Al tercer pitido lo coge.
—¿Alexia? —oye su voz al otro lado del teléfono.
Le resulta raro hablar con él por algo que no sean mensajes. Parece nervioso.
—Sí, papá, soy yo, ¿quién si no?
—¿Dónde estás? ¿Por qué no contestaste mis mensajes ni cogiste las llamadas? —pregunta ya más relajado.
—Estoy ya en el camping, pasaré por recepción y ya iré contigo. No recibí nada tuyo porque en el campo no se tiene mucha cobertura como comprenderás. No viniste a buscarme como dijiste, yo no tengo ni idea de cómo llegar hasta aquí y me perdí, si no llega a ser porque me encuentra un guarda forestal y se toma la molestia de traerme no estaría aquí.
—Lo siento mucho, en serio. Es mi culpa. Si no hub…
—No empieces a hacerte la víctima como siempre —le corta—. Ya pasó y estaré dentro de poco ahí. Hasta luego.
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Lake Violet
Teen FictionHistoria finalista en los Premios Watty 2014 como categoría "mejor portada". Podrán votar por ella a partir de Enero. Mil gracias. Un saludo, Sandra. ♦♦ Alexia, es una joven adolescente de dieciséis años que se ve obligada a pasar un mes de vacacion...