Capítulo 8

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  • Dedicado a Belen C.
                                    

Christian acabó quedándose a cenar con ellos después de haber asado las nubes, pese a que al principio se había negado rotundamente acabó cediendo. Alexia permaneció callada gran parte del tiempo, muy de vez en cuando intervenía o respondía cuando le preguntaban, veía que no tenía la necesidad de hablar, aparte de que su padre y Christian no se callaban. Era notable que se llevaban bastante bien y que su padre le conocía desde que era prácticamente un niño.

Mientras estos hablaban de temas incoherentes ella había preferido desconectar las orejas y estaba inmersa en sus pensamientos, había sido un día muy largo. Sólo de pensarlo le entraba soponcio. Con la cabeza apoyada en una mano veía que se le cerraban los ojos. Solamente seguía allí despierta con tal de ser educada a la visita de Christian. Pero veía que no avanzaba mucho estando allí despierta, ya que su padre y él estaban perfectamente solos. Así que, decidió marcharse a acostar pareciese mal o pareciese bien.

—Bueeeno, siento deciros chicos, que yo me voy a dormir —dice interrumpiéndoles la animada conversación.

—Está bien. Buenas noches hija —dice Julián—, he dejado para ti la tienda de las escaleras, espero que te guste, te he dejado una linterna al lado de tu saco en caso de que la necesitases.

—De acuerdo, gracias —se levanta.

—Ya se ha hecho tarde, creo que también me voy.

Hace ademán de levantarse pero Alexia va hacia él, apoya sus manos sobre los hombros del chico para que se detenga y vuelva a sentarse. Este acaba sentándose.

—No. No te vayas —le suplica.

Por un momento su tono de voz ha sonado un pelín desesperado y se avergüenza de ello. En realidad, Christian le sigue resultando insoportable. Pero un poco menos que antes. Un poco. A ella ni le va ni le viene que se quede porque se irá a dormir de todas formas, pero el hecho de notar que ha fastidiado es lo que no quiere

—Además, tengo que devolverte la chaqueta.

—Puedes devolvérmela mañana.

—No. Sólo es un momento, luego te vas si quieres.

—Bueno vale. Pero después me voy.

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