Capitulo XVIII

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Narra Melissa
Mientras yo me arreglaba mi mamá preparaba chocolate para el desayuno, se supone que hoy saldrá a buscar trabajo cosa que dudo mucho que encuentre.
-¡Melissa! -grito mi mamá
-¡Ya voy! -conteste.
Baje para desayunar y tome asiento.
-¿Como te ha ido? -preguntó mamá cosa que me desconcertó demasiado ya que nunca me había preguntado algo así.
-Bien, he conocido a nuevos amigos...
-Que bien
-Si
-¿Que piensas de tus maestros?
-Pues son buenas personas cada quien tiene una personalidad diferente algo que los hace especiales.
-Me alegro mucho
-Gracias.
-¿Y que piensas estudiar?
-Pues me gustaría estudiar criminología o bioquímica, fueron los trabajos que más me interesaron desde hace mucho.
-Te quiero hija
-Yo igual mamá...¿piensas recuperar las empresas?
-Por ahora no tal vez sea después.
-Esta bien ¿y a ti como te ha ido?
-Bien, conocí varios lugares que me gustaría visitar contigo algún día.
-También a mi me gustaría.
Seguimos desayunando y yo me quede mirando al infinito sentía una inmensa alegría pues era la primera vez que mi mamá y yo teníamos pláticas como esta mis lágrimas comenzaron a caer y no eran las típicas lágrimas de tristeza sino unas llenas de felicidad.
-¿Por qué lloras?
-Pues...es la primera vez...que compartimos momentos así.
-Ven acá -me dio un abrazo mientras secaba mis lágrimas, y no era un abrazo cualquiera sino un abrazo con el te sientes protegido, se podría decir que es donde te vuelves a sentir niño donde sientes que el tiempo nunca pasara, así fue ese abrazo.
-Me tengo que ir al instituto. -dije separándome de ella.
-Si te vas con cuidado.
-Claro.
Llegué a la cede del club de fútbol y todos estaban muy contentos.
-Ganamos -gritaron todos a coro.
-Felicidades -grite -Y disculpen que ayer no llegara tenía problemas.
-No te preocupes lo importante es que estás bien -dijo Arion
-Gracias.
-¿Qué piensan hacer ahora que ha terminado el campeonato? -pregunto Jade.
-Yo estaba pensando formar un equipo femenil de fútbol -dije feliz -bueno creo que no es justo que sólo los hombres tengan un equipo.
-Es buena idea ¿quién te gustaría que entrara? -dijo Gabriel
-Pues las que quisieran entrar.
  En ese momento sonó la campana que marcaba el inicio de clases.
  Al llegar a mi salón pregunte si alguien quería entrar al equipo varias me ignoraron y otras me dijeron que no a exepcion de Ana.
  No puse atención a las clases y creo que eso ya es típico de mi, me puse a hacer rayones en mi libreta y por alguna razón salió "Sophie" en mi libreta.
-¿Melissa quieres estar en nuestro equipo? -pregunto Víctor con media sonrisa
-Por supuesto que sí -conteste y el miro mi libreta, al instante desapareció su sonrisa.
-Seras idiota -me dijo muy molesto y yo no sabía el porque, se volteo y Ana me miro con media sonrisa de tristeza.
Al término de clases pregunte a mis amigas si les gustaría entrar al equipo y ellas aceptaron a exepcion de Frida, por más que le rogué no acepto. Por el momento somos siete, espero encontrar a las otras cuatro.
   Llegué mi casa y mamá aún no llegaba así que comencé a hacer los deberes.
   Ya eran como eso de las ocho de la noche cuando llego  mamá, venía cansada, no me dijo nada así que se fue a dormir yo hice lo mismo.
-Ya se porque estoy aquí -le dije a Casiopea mientras cortaba otra flor.
-¿Por qué estás aquí? -dijo sutilmente
-Hace algunos meses yo regresaba a España y mi primo venía conmigo, los dos tuvimos un accidente a causa de otro auto.
-¿Es lo único que sabes?
-Si -dije triste.
-Tranquila poco a poco irás recordando todo.
  Sólo sonreí y volví  a cortar otra flor.
-Despierta se te hace tarde -dijo mamá cariñosamente
-Si voy.
  El resto de la semana pasó normal jugaba con mis amigos y hacíamos bromas, Víctor seguía molesto no me hablaba, me ignoraba y ni siquiera me miraba. Yo no me atrevía a preguntar qué fue lo que hice mal pero supongo que ese nombre fue demasiado importante para el.
  El sábado llegó y decidí que era hora de un nuevo cambio no sólo en mi personalidad sino también en mi físico.
  Me senté frente a un espejo, tome las tijeras y corte las puntas blancas de la parte de abajo de mi cabello ahora me llegaba poco más arriba de media espalda. Deje el flequillo y despeine un poco mi cabello y me quite los lentes que suelo traer y me puse unos lentes de contacto que casi nunca utilizaba.
  Me senté junto a la ventana y sin querer volteé a ver debajo de mi cama y vi el estuche de mi violín. Hacia mucho tiempo que no lo  tocaba, al sacarlo me di cuenta que seguía igual que hace un año. Trague saliva y comencé a tocar la de Canon, una canción que me gusta mucho.
  Al terminar di un suspiro.
-¿Puedo intentar yo? -pregunto un niño de siete años castaño oscuro y de ojos claros.
-¿Tu quien eres?
-Me llamó Miguel
-¿Y tus papas?
-Mamá dejo a papá y papá está con una señora muy bonita allá abajo. -explico el niño y yo lo cargue de lado como a un muñeco el reía mientras bajábamos.
-¿De quien es este demonio? -pregunte.
-Melissa conociste a Migue, es el hijo de...
-De tu amigo ¿y? -interrumpí.
-Se quedará con nosotras mientras su papá trabaja.
-Pues que lo cuide su mamá.
-Mi mamá nos abandonó -grito el niño.
-Entonces manténgalo a dos metros de mi -dije mientras su papá me miraba algo triste hice caso omiso y fui a mi habitacion.
  Yo me pude mis audífonos y me avente a la cama no tardó ni un minuto y el demonio le quito la primera cuerda y el puente a mi violín.
-¡Enano...acabas de firmar tu muerte! -grite, nunca he permito que nadie tocará mi más preciado tesoro y ese engendro del mal lo estaba destruyendo.
-No estoy enano ya casi te alcanzó -dijo riendo y se puso a correr.
  Yo lo perseguía como loca hasta que el se aventó a la cama de mi mamá ahí fue cuando le empecé a hacerle cosquillas, yo se que soy mala pero no llegaría a golpearlo.
-Pequeño te mataré.
-No -dijo aún riendo.
-Tendrás que componer mi violín -deje de hacerle cosquillas.
-Si pero tendrás que enseñarme a tocar el violín.
-Trato.
-¿Puedo dormir contigo?
-Dormiras en el suelo.
-Si no importa.
-Bueno vamos -lo cargue en mis hombros y nos fuimos a mi habitacion.
  Extendí unas sábanas y cobijas para yo dormir ahí. Miguel se fue a su mi cama y se quedó mirando al techo.
-¿Y tu papá?-pregunto mirándome.
-En el cielo -conteste. 
-¡Oh!... Tu mamá es muy bonita.
-¿Por qué lo dices?
-Pues ella no es mi mamá y me dijo que me quería mucho y mi otra mamá me abandonó. -dijo triste. Y fue en ese momento en que supe que quería adopta hijos.
-Si lo se, es una persona muy buena.
-Hasta mañana -bostezo -descansa te quiero.
-Si descansa.
  Me quedé pensando cosas sin sentido hasta quedar dormida.




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Espero que les guste el capítulo. :)

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⏰ Última actualización: May 23, 2016 ⏰

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