I dont care what you think as long as its about me (Nemma) #PremiosdelDrama2016

Capítulo 15: Hero of the Day.

A pasos lentos y pesados, Noah siguió su rumbo, sintiéndose con menor culpabilidad que hace cinco minutos atrás, quizás porque ya se habría desquitado lo suficiente y percibía una gran tranquilidad en su interior.

Se detuvo a medio camino al oír una discusión entre Courtney y Duncan, este último lloraba mientras le rogaba a la muchacha que le perdonara. Noah alzó una ceja y sonrió maliciosamente, tantos años soportando el famoso "calzón chino", que el simple hecho de haberlo humillado una vez no le bastaba. Era un sádico en ese sentido, porque siempre le ha parecido graciosa la desgracia ajena.

Finalmente, la chica dejó tirado al de cabello verde... ¿Abrir o no la boca con ese asunto? Um, Noah andaba ocioso y ese era uno de sus defectos, cualquier cosa serviría para desaburrirlo.

— Oh, tu novia te dejó, lamento que eso ocurriera —comentó con ironía mientras caminaba enfrente suyo—. Supongo que ahora te sientes como un perdedor ahora, huh —alzó ambas cejas—. "Menos hombre" —mencionó la frase que seguramente Duncan le reprochó por años.

— ¡Soy suficientemente hombre para arrancarte la cabeza! —exclamó él quién estaba sentado en la acera, le agarró la pierna y mientras le fulminaba con la mirada...

Medio segundo después, Duncan le arrancó los pantalones a Noah mientras este último corría y gritaba como niña por la calle, siendo perseguido por el bravucón. Sí, ya no andaba ocioso pero si cagado de miedo.

— ¡¡NOAAAAH!! ¡¿QUÉ HACES EN CALZONES?! —gritó Eva cuando lo vio a la distancia, él no respondió nada y no dejó de correr hasta situarse detrás de ella, ocultándose del tipo que lo perseguía, quién reventó en risa al notar que ya no se veía tan rudo como cuando lo molestó.

Duncan prefirió dejarlo así y se dirigió a buscar a Courtney.

— Corres como una nena —se burló Eva.

— Oh, lo siento, dejé los "esteroides" en el "gimnasio" —contestó el castaño con ironía. Sacó del bolsillo de su chamarra el dinero y se lo entregó—... En serio, gracias.

— Ajá, no me vuelvas a llamar para tus problemitas, ¿sí? —guardó el dinero— O mejor aún, no me vuelvas a hablar.

— Eh... claro.

Y se despidieron para tomar diferentes caminos, Noah obviamente, regresó a la calle por donde huyó antes sólo para buscar sus pantalones, aunque no lo pareciera, eso no fue suficiente humillación para él... lo hubiera sido mil veces más si Emma lo viera de ese modo.

Agradeció que al menos, hasta ese momento, todo el crimen seguía siendo un secreto.

...

En la hora del recreo, iba conversando de lo más bien con sus dos mejores amigos, tal y como era la costumbre, hasta que algo lo sacó de su rutina.

— Noah, ¿puedo hablar contigo un segundo? —preguntó Emma, se le veía nerviosa— Es... sobre algo importante.

— Uh, seguro —contestó, mientras sus amigos le daban pequeños codazos para molestarlo.

Ambos se separaron del grupo y caminaron juntos un par de pasos, para que así la pelinegra pudiera desahogarse:

— ¿Sabes? Me he... sentido... rara últimamente —confesó—. Me da cosa contárselo a Kitty porque ella aveces no se toma los temas serios como se deben, espero no molestarte si te cuento a ti lo que pasó...

— Um, adelante, dime —dijo, un tanto nervioso. No quería quedar como un simple pañuelo de lágrimas, sino, ser mucho más que eso.

— Ayer, Jake me dijo que iba a dejar de molestar porque una pareja de lunáticos lo golpeó en la calle y le amenazaron, me insultó por ser una loca siendo que yo no sabía nada de eso y... No sé, me siento rara —hundió los hombros.

— ... — él tragó saliva con nerviosismo— Pero... ¿por qué te sientes rara? ¿No deberías... estar contenta porque te dejó en paz?

— Sí, sí, claro, lo estoy por eso. No obstante... ¿qué onda con los que golpearon a Jake? ¿Quiénes crees que fueron?

— Uh... no sé, o sea, debió ser alguien que te quería mucho y es capaz de hacer de todo para que estés bien, sin nada a cambio o sino... te lo hubiera dicho para llamar tu atención, ¿n-no crees? —actuar natural no le estaba resultando nada bien.

  — Oh, eso es cierto... Wow, me siento mal por las cosas que Jake dijo de mí porque yo no tenía nada que ver con esa paliza, sin embargo... ¿quién crees que fue? ¿Crees que tengo algún admirador secreto sin conocer? 

— ¿Y... por qué no piensas mejor que fue alguien cercano a ti? Digo... ¿cómo es que nadie sabe quiénes causaron la paliza? ¿No le preguntaste por rasgos faciales o algo?

— Dijo que era una chica robusta cejona y un tipo encapuchado al que no se le veía la cara, nada más... No conozco a nadie que sea como la chica y en cuanto al otro sujeto, que fue quién le amenazó... no sé, podría ser cualquiera —hizo una mueca. 

 — ¿Y... qué te da la certeza de que fue alguien que no conoces?

— No sé... me imagino a alguien muy caballeroso que necesito conocer, felicitar... ¡Yo no lo pedí, pero, gracias! Es que, es que... siempre me imaginé que alguien vendría a mí para salvarme de algún problema como ese, ya sabes, esos pensamientos de niña pequeña amante de las princesas.

  — Um, ya veo...  —murmuró, un tanto desinteresado, ella lo notó y se sintió mal por ello, estaba acostumbrada a captar toda su atención y saber que ahora se mostraba igual que con el resto de personas, la hizo sentir mal.

 — En fin... ¿sabes? Tengo por superada al cien por ciento la ruptura con Jake, digo... que él sea un imbécil, no significa que el resto de chicos lo sean también.

— Lógico.

— Pues... quiero darle una oportunidad más al amor, ¿no te parece bien?

— ¿In...insinúas que te gusta alguien? —abrió los ojos como platos.

— Pues... eso creo, no estoy segura.

— Y... ¿quién es ese "alguien"?

— ... —ella se quedó en silencio, miró la hora en su celular— Oye, ya van a tocar la campana para ir a clases, qué rápido se pasó el rato, ¿no crees? —forzó una risa— Por cierto, ¿no te gustaría ayudarme a descifrar quiénes son mis héroes anónimos? —rió forzosamente de nuevo.

— Ah, pues...

— ¡Genial! —le robó un beso en la mejilla— ¡Hablamos al rato, adiós!

— A-adiós... —ella desapareció y Noah se sobó la mejilla, sintiéndose raro por ser tan amado por ella de manera anónima y a la vez tan rechazado.

¿Le convenía o no contarle que fue idea suya, que él fue su héroe? ¿Le convenía insistir en querer saber en quién ella podría estar interesada? No quería afrontar el rechazo rotundo todavía, porque no sabría cómo interpretarlo.