Capítulo 3: Soponcio.

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Un par de semanas transcurrieron desde que tuvo aquella corriente de consciencia en el recreo sobre sus sentimientos. Se podría decir que las cosas mejoraron un poquito en cuanto a su vida social; de manera casual quedaba con sus dos mejores amigos y no se comía tanto la cabeza con estudiar de forma independiente... claro que estudiaba y eso, pero supo hacer un hueco para socializar.

Lo único que no pudo evitar es hacer que el amor lo apendejara. Sí, acabó aceptando su indudable atracción hacia Emma.

Ese día sábado se lo quiso dejar para sí mismo. Andaba en su cuenta falsa de Facebook desde la laptop para crear una partida de roleo con Cody, cada uno con sus personajes ficticios en un grupo dedicado al roleplay. Todo iba bien hasta que una persona desconocida se une al chat, antes de saludarla o algo, decidió revisar el perfil de esa muchacha que no dejaba de acosar a Cody y su personaje físicamente lucía como la modelo favorita de... Cody.

En el perfil se había publicado su número telefónico, el cuál buscó entre sus contactos y... Coincidía con el de Sierra, la chica obsesionada con Cody. Apenas se lo contó por mensaje privado, la cuenta de la muchacha fue borrada "sospechosamente".

Prefirió no tomarle gran importancia, aunque en el fondo le jodía mucho no poder pasar el rato porque la loca del culo iba directamente a acosar y no a charlar como una persona "normal", que una persona enamorada podía hablar normalmente con la persona que le gustara sin llegar a asustar... Al menos, eso lo sabía por lo que ha visto en sus conocidos. No lo habría vivido en sus propias carnes, eso de hablar con la persona que le gusta, lo veía como algo demasiado "soñado"... ¿O sí lo haría?

Revisó las notificaciones de su teléfono y se escandalizó al ver que tenía más de treinta llamadas perdidas de Owen, esperaba que, por favor, no le estuviera llamando para estupideces. Lo llamó de vuelta para saber qué onda.

— ¡Noah, Noaaah! —gritó el rubio— ¡Ya era hora de que contestaras!

— Um, ¿qué pasó? —consultó, confundido.

— ¡El trabajo de biología, hoy! ¡Ahora!

— ¿Dices que nos juntemos hoy? —frunció el ceño, luego bostezó— Vale, dame un moment...

— ¡En casa de Kitty! —agregó.

— ¡¿Q-qué?! —exclamó atragantándose con su propia saliva. Tosió un par de veces, hasta aclarar su garganta— Pe-pero yo ni sé a dónde vive, ¿dónde estás?

— En la calle, yendo a buscar a Izzy para luego esperar a Kitty en la calle de la secundaria. Dijo que nos esperaría a las tres y media, son las tres.

— ¡¿Y no avisaron antes?! —reprochó mientras sostenía el móvil con el hombro y su cabeza, en una pose incómoda, a su vez que con las manos buscaba en el clóset ropa limpia para ponerse.

— Ehh... desde el jueves que te lo vengo recordando, Kitty nos lo dijo, ¿recuerdas? —hubo un leve silencio— Haz estado tan distraído que por eso no he parado de recordártelo, supuse que hoy te quedaste dormido y me gasté como media hora queriendo llamarte, amigo.

— Lo siento, amigo —suspiró—. Dejé el teléfono en silencio, ehmm... ¡Ya voy para allá!

Cortó la llamada y apagó la computadora, para correr hacia el cuarto de baño y darse una ducha rápida, debía verse presentable. Obvio, si iba ir a la casa en que vive la persona que le gustaba, no tenía la ilusión de hablar con la chica pero mínimo quería oler bien cuando la saludara.

Después de asearse, empezó a vestirse entretanto se peinaba muy bien, sintiendo extrañas cosas en el estómago al imaginar situaciones hipotéticas donde charlaba con la pelinegra. Le daba un poco de vergüenza si llegara a suceder el caso en que los demás notaran sus esfuerzos por verse presentable.

I dont care what you think as long as its about me (Nemma) #PremiosdelDrama2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora