Capítulo 32: All about Us.

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  — Cari... ¿a'ónde vamos? —insistió el castaño, una vez que se hayan subido a un taxi.

  — ¡Shhh! No te preocupes, de ahí te llevo a... a... dónde sea.

Arribaron a una propiedad que daba algo de mala espina, le pagaron al conductor y ambos bajaron. Emma tocó el timbre, mientras gritaba el nombre de alguien sobre que ya llegó y necesitaba unas llaves, al rato, alguien mayor que ellos abrió la puerta y regañó a la muchacha por aparecer a esas horas, luego le entregó unas llaves y le deseó muy buenas noches, entrando a la casa de nuevo.

  — ¿Quién era ese? —consultó Noah.

— Mi tío, lol —ambos caminaron tomados de la mano hasta la propiedad de al lado que tenía una reja enorme, tras batallar contra el picaporte, ella señaló un lujoso automóvil— ¿Te gusta? Me lo regalaron pa' mi cumple.

— ¿Y sabí' manejar?  —asintió— Vaya, no me lo esperaba... —rió.  

  — Espero mañana no tengai' que salir porque vamos a tu casa.

— Ah... ¿qué?

 En cosa de minutos, ya estaban en el vehículo, conduciendo a máxima velocidad.

  — ¿Y tu 'amá no va a decir nada?

Bitch, please... si antes de separarnos de mi familia les pedí permiso.

— Ah, wena...  

Como que tenían sueño y a la vez iban alerta, al parecer, tras tontear tanto en el local, ya se les iban acabando las fuerzas para hacer estupideces... o quizás aún no.

  — ¿No crees que es peligroso, no sé, manejar tras beber?

— Pues... sí.

Rieron en incomodidad por un largo lapso hasta quedar en un silencio profundo. No era como si se notara el consumo de alcohol, no para nada, con la radio a todo volumen y manejando muy rápido luego muy lento, aveces cambiaban de calle drásticamente y luego regresaban a la carretera como si nada. Ajam, para nada...

Algo con lo que no contaban en el momento es que, por las noches, las carreteras suelen estar más llenas de vehículos... sobretodo de gente que se va de vacaciones por el fin de semana.

Por tanto, se quedaron ahí en medio de un atasco.

— Ahh... me aburro —comentó ella, golpeando su cara contra el volante.  

  — Mejor recemos para que no venga un policía y nos pille...

— ¿Qué tan terrible puede ser la multa?

— Terrible no, cara. Y musho... ¿no? ¿No? 

  — Ah, cierto...

— Te quiero, linda —admitió—. Borracha o sobria, te adoro, tanto que...

— Um, ya te pusiste cursi —rió—.  Bésame, tontito...

Se acercaron de a poquito para poder besarse con ganas. Noah se sorprendió como en cosa de segundos, Emma ya estaba sentada sobre su regazo. Él la cogió de la cintura, intensificando el beso. Les costaba respirar apropiadamente, jadeaban y hacían leves pausas para captar el aire, con el objetivo de proseguir con sus muestras de afecto.

Leves caricias llenas de gentileza se repartían por sus cuerpos, ella escabulló lentamente sus manos hacia la camisa de su amado y comenzó a desabotonarla, él no lo notó en un principio porque iba más enfocado en querer seguir con el beso, al rato de notarlo, se sintió algo incómodo porque no se esperaba que la pelinegra quisiera seguir más allá, acariciando la piel de su torso desnudo.

Acercó sus labios al cuello de la muchacha con la intención de besar con la misma intensidad aquella sensible área. Emma dejó escapar un ligero gemido placentero y su espalda se arqueó en forma de letra "c", tomó la mano del castaño para guiarla en torno la parte trasera de su vestido, en la cremallera de éste para especificar más.

Al captarlo, fue desabrochando con suma lentitud... en un momento de lucidez, echó una mirada al ambiente y sus ojos se abrieron como platos al ver que más de algún mirón de otros coches admiraba la escena. Se puso rojo de vergüenza y volvió a abrocharle el vestido a su novia, en un movimiento brusco, la hizo quedar sentada en el asiento de conductor de nuevo.

— ¿Y eso? —cruzó los brazos.

— Ejem... —fingió toser, contempló el ambiente, suspiró al notar que los vehículos comenzaban a avanzar— Hay que seguir.

La bocina de un coche que iba atrás de ellos sonó y la chica pisó el acelerador de inmediato, despertando del trance.

— No me pienso en comer otro atasco —pensó en voz alta.

— Nadie quiere eso —agregó su novio.

— ¿No te molesssta si tomo un atajo, corazoncito? —hizo ojos de perrito.

— Da igual —y colocó "casualmente" los pies sobre la guantera.

Y de manera agresiva, Emma se salió de la carretera, Noah no evitó aferrarse al asiento del susto que le dio ese hecho. Ella aceleró a toda velocidad por esa nueva "ruta" que era nada más que terreno abandonado y una que otra vegetación pequeña.

— ¿No crees que ess peligroso, cari? —consultó— ¿La poli' no nos pillar...?

— Lol, ni idea —se encogió de hombros.

— ¿Queri' que te ayude o algo? —señaló los pedales y palancas de cambio

— Dale.

Se sentó en el mismo asiento que su novia, ahora esta última iba sentada sobre sus piernas y ocupándose sólo del volante. Él no es que supiera conducir a la perfección pero algo sabía, al menos si tenían un accidente, la culpa iría para ambos.

Tampoco es que estuvieran salidos del camino original todo el rato, sólo adelantaron a las masas hasta adentrarse en otra autopista con el mismo objetivo, pero más desocupada. De milagro, la policía no andaba cerca porque era imposible no fruncir el ceño al verlos a ambos manejando en conjunto mientras no dejaban de reírse o saludar a otros vehículos que los miraban.

Llegaron a salvo a el estacionamiento del edificio en que el castaño vivía, él la cargó entre sus brazos en dirección  al elevador, allí colapsaron en el suelo, con dificultad presionó el botón de su piso y un par aleatorios más. La pareja suspiró en agotamiento, sus miradas conectaron y una sonrisa floja se dibujó sobre sus rostros, rieron por no llorar.

Una vez en el piso designado, prácticamente se arrastraron de a poco para poder colocarse de pie, se apoyaron en los hombros del otro y caminaron tambaleándose hacia el departamento de Noah, allí ni siquiera se dieron el tiempo de encender las luces o algo. Permitieron que la luna llena los iluminara, casi a ciegas, una vez en el dormitorio donde se lanzaron sobre la cama sin dejar de darse besos y manoseos coquetos sobre tanto como bajo la ropa, al punto en que ésta ya no era necesaria y se mantuvieron en plena desnudez, sin propósito de detener el amor.

La lujuria se apoderó de ellos en esos instantes de intimidad hasta que el cuerpo no les daba para continuar, se quedaron dormidos en un abrazo cálido, plagado de seguridad y cariño.

Luego de eso, ¿qué les quedaba; separarse, esperar cada cierto lapso de tiempo y reencontrarse? ¿Quedarse en esa aburrida rutina? No, esperen... Emma el año siguiente se iría a la universidad y tendría mayores complicaciones para comunicarse con su pareja o... No, un segundo, aquí hay todavía un hueco sin resolver y esta historia no puede finalizar si ese mínimo detalle no se arregla.

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Nota: Penúltimo capítulo ya :0 mañana subo el último, espero que les esté gustando n.n

I dont care what you think as long as its about me (Nemma) #PremiosdelDrama2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora