Parte.4. ¿Amigos?

148 20 1
                                    

No hay nada peor que una resaca. Pensé, sentada en la barra de la cocina, tomando un café. Pero aparte de la resaca alcohólica, tenía la resaca moral. Nunca me hubiera creído capaz de hacer lo que había hecho con Till, varias veces la noche pasada. Alexia entraba por la puerta y por su mirada y su ropa, supe que nos había ido igual.

- ¿Richard? pregunte.

- ¿Till? Me reposto.

Movimos afirmativamente la cabeza, respondiendo a nuestras respectivas preguntas la una a la otra. En esas estábamos, cuando llego Ivana, sonriente y radiante.

- Ivana... ¿Qué te pasó? Pregunto Alexia.

- Tengo un dolor de cabeza infernal ¡Pero es un día maravilloso!

Ivana tomo otra taza de café y se sentó frente a nosotras.

- ¿Por qué estas tan feliz? Pregunte.

- Porque conocí a un hombre guapisimo, tierno, dulce que me cuida y es maravilloso...

Las tres gritamos, estábamos felices. Entonces levantamos nuestras tazas a un tiempo, mientras las chocábamos, dijimos:

- ¡"Salud"!

- ¿Salud por? Pregunte yo.

- Si ¿Por quién brindamos Ivana?

- Por... Paul Lander...Balbuceo ella.

Tambien le contamos nuestra ajetreada noche, con los otros Rammstein, lo de ella fue diferente, pero quizá era un más peligroso, Ivana era aún una niña en muchos sentidos. Al igual que nosotras, luego de su ruptura con Ray, creímos que jamas nos repondríamos, pero fingíamos ser fuertes y estar bien.

- Deberiamos estar brincando en un pie... no creen. Dijo Alexia finalmente.

- Pues saben, lo peor amigas, es que yo no estoy arrepentida...dijo Ivana.

- Ese es el problema Ivana. Que nosotros vinimos a recuperarnos. Puede que ellos, nos arrastren a nuevos problemas... Lo bueno, es que ya no los veremos más.

Alexia tosió y se puso muy nerviosa. Finalmente, nos conto que después de su encuentro con Richard, este le pidio que se vieran.

- ¿Estoy haciendo mal? Pregunto Alexia.

- Richard no te ha engañado, pero Alex, aunque se divorcie, piensa y ten muy claro que no lo está haciendo por ti, no te hagas castillos en el aire. No quiero que salgas lastimada. Al igual que tu Ivana.

- Lo sé Naiy, pero quiero intentarlo.

- Y yo, voy a vivir sin preguntar y sin pensar en el mañana, Paul lo vale. Dijo Ivana.

- ¿Y tú en que quedaron con Till? Pregunto Alexia.

- En nada cuando desperté "tomé prestada" una de sus camisetas para vestirme. Y antes que se despertara me vine corriendo. Supongo que es mejor ¿no? Analizaba yo.

- Supón... respondieron ellas.

Larisa solo regreso para cambiarse de ropa e irse a su trabajo, la note extraña, pero era mejor no preguntarle nada ya que ella hablaba hasta que pasaba el "duelo" de la situación que la ponía en tales estados. Era la más radiante de las tres, pero tenía los ojos infinitamente tristes. 

Estaba atardeciendo Alexia camino hacia la cafetería, para ver a Richard. Luego de pensarlo, iba a decirle que era mejor ya no verse mas. Pero cuando llego a la cafetería, el local estaba vacío y a media luz. Entro y vio que todas las mesas estaban contra la pared, solo había una única mesa en el centro, puesta para dos personas, con fina losa y  copas de cristal, que brillaban al fuego de unas velas. Richard estaba en una esquina, con traje negro de corte americano, camisa de seda oscura sin corbata y un par de botones abiertos. Sonriente y demoledoramente guapo. En cuanto ella lo vio, el camino a su encuentro y le dio un beso en los labios.

Feuer und WasserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora