Parte.11. Hermosas palabras

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Larisa iba entrando al cuarto de Lara, su bebe de seis meses, quien exigía atención llorando a todo pulmón. Ella, alimento a su hija, de ojos verdes y cabello rubio, pero con la sonrisa de Christoph. Estaba recostándola en su cunita. Cuando alguien toco la puerta principal. Fue a abrir y era Till, era de sobra conocido lo que el buscaba, también llevaba una bolsita de regalo para la niña, ella lo hizo pasar y sentarse en la sala.

- Supongo que ya sabes a lo que vengo ¿No Larisa?- Le dijo el.-

- Si Till y lo siento, pero no hay nada que pueda decirte.

- ¿Pero ella está bien?

- Naiy está trabajando, sigue con su vida.

- Sigue sin mí ¿no?

- Till... yo...

- No te preocupes Larisa, se que es mi culpa.- Dijo tristemente y se fue.-

Christoph llego minutos después, que Till se hubiera marchado. Cuando encontró a Lariss fue directo a ella y la lleno de besos, ella ya sabía que le pasaba, estaban recuperando el tiempo perdido, durante su embarazo habían carecido de intimidad, primero por su pleito por Gilbert y luego por los problemas de gestación. Ahora, ya podían demostrarse su amor, a toda plenitud y tenían su luna de miel atrasada.

- Necesito un baño amor, le decía Doom con ojos ardientes.

- Yo también necesito uno... respondía ella sonriente.

Hicieron un camino de besos por todo el cuarto hasta la ducha.

Mientras, la boda de Alexia y Richard, fue una ceremonia muy sencilla. Ella se enfundo en un  vestido de seda blanca de diseño sencillo. Richard se veía guapísimo en su traje completamente negro. Asistieron como siempre, sus amigos, compañeros de banda y familiares. Los hijos de Richad, algo distantes. A pesar de ello, la fiesta transcurrió con normalidad, al igual que las de Doom y Larisa, Paul e Ivana, estuvo llena de alegría y buenos deseos. 

Luego de mucho tiempo sin ver a mis amigas, al fin pude asistí a la boda de Alexia y Richard, se notaba que estaban muy enamorados. Alexandre insistió en ir conmigo. Hacía mucho que deje de estar resentida con él, al fin y al cabo, no se gobierna el corazón, Alexandre aposto el suyo por Rie, como yo aposte el mío por Till, los dos pagamos por ello.

Tal como supuse, era inevitable no encontramos con Till, durante la ceremonia, pero evite mirarlo a toda costa, no podía sostenerle la mirada, aun me dolía demasiado. Al terminar la celebración, luego de despedir a los novios que partían a su luna de miel en el yate Rosengelb.  Larisa me ofreció su casa para quedarme, nos retiramos juntas.

Mientras tanto, Till salió arrastrando los pies, finalizada la fiesta. Sintió hervir de rabia, cuando vio entrar a Naiy junto a Alexandre. La ceremonia y posterior celebración se le hizo eterna. Luego no los vio más. Camino hacia donde había dejado su camioneta, cuando a lo lejos diviso a Alexandre a punto de abordar un taxi, no vio a Naiy por ningún lado. Camino hacia el decidido y cuando estuvieron frente a frente, sin preámbulos le pregunto.

- ¿Están juntos? -

- Es solo lo que viste.- Sonrió Alexandre.-

- ¿La quieres?

- Mucho...-

- Escúchame Belle ¡Si la vuelves a hacer sufrir!, ¡Si Naiy derrama una sola lagrima por tu culpa te parto a golpes¡...- Sentenciaba Till.

Alexandre sonrió ante esa advertencia, contra toda lógica, considerando al furioso Teuton que la hacia. Entonces el reposto:

- ¿Y tú cuanto la quieres Lindemann?

Feuer und WasserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora