Cliente: K0986

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Advertencia: Este capítulo cuenta con material explicito, si eres menor de edad... ¡NO LO LEAS! xD si eres mayor de edad.... ¡DISFRÚTALO! 

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– ¿Cielo?– Eddy me apretaba el hombro al llegar frente a la habitación – ¿estarás bien?– asentí y suspiré antes de entrar.

–Déjame unos minutos sola por favor, necesito prepararme psicológicamente.

–Claro– asintió y se alejó de mí poco a poco.

Cerré los ojos y me concentré en lo que sabía que pasaría, una a una fueron pasando las imágenes de todo lo que había vivido en mi niñez, necesitaba ese empujón para poder transformarme en la mujer que el cliente esperaba. La ira y el dolor fueron apoderándose de mi cuerpo, esas sensaciones que alteran de manera extraordinaria a muchos.

Mi siguiente cliente no es tan diferente a los demás, está haciendo su servicio militar, así que no lo he visto en meses. Hoy es uno de sus días libres para visitar a su familia, pero en lugar de eso... está aquí; viene a liberar todo su estrés acumulado. Con él necesito un carácter duro, tengo que ser una persona brusca aunque no me guste – ¡Hola de nuevo moretones!– me dije a mi misma.

Abrí la puerta y lo encontré de espaldas a mí, su atención estaba en la mesa de centro y el florero en ella. Cerré la puerta y me apoyé en ella, tenía las manos en la espalda y me mordía el labio inferior, cuando él volteó me miró sonriendo.

–Hola princesa– sus brazos se extendieron hacía mi –ven preciosa– sonreí pícaramente, y corrí hacia él, me abalancé sobre su cuerpo. Mis piernas rodearon su cadera y mis brazos su cuello –yo también te extrañé– sus brazos rodearon mi cuerpo y sus manos se colocaron en mis glúteos.

–No te imaginas cuanto tiempo llevo esperándote– acuné su rostro en mis manos y lo besé con deseo, como si fuera su novia de años esperándolo del servicio militar. Caminó conmigo en brazos hasta que sus piernas toparon con el borde de la cama y se sentó en ella.

Estaba a horcajadas sobre él, sus labios besando con rudeza los míos, sus manos colándose por mi falda hasta mi ropa interior, las mías desesperadas subían y bajaban por su pecho. Se separó un poco para llenar sus pulmones de aire por lo que aproveché e hice lo mismo.

–Te deseo Andy, quiero follarte como nunca– su mirada ardiente me emocionó, lo besé de nuevo con más pasión que antes. Sus manos cambiaron de lugar, ahora estaban en mis pechos apretándolos con fuerza, gemí cuando sentí su miembro erecto vibrar muy cerca de mi vagina. El deseo comenzó a hundirnos en un mar de inconsciencia, nuestras respiraciones comenzaron a acelerarse. Sus labios atacaban varias partes de mi cuerpo, mi cuello, mi hombro, la loma de mis pechos, mi clavícula... eran besos húmedos y mordidas leves que poco a poco me fueron excitando. Mi mano bajó hacia su pantalón, la metí en busca de aquel bulto duro que me estaba emocionando – ¡oh si!– gimió cuando lo apreté –sigue... sigue– comencé a subir y bajar mi mano apretando con fuerza su miembro, abrió la boca haciendo más sonoro su placer –sigue Ana, sigue– y ahí me detuve.

– ¿Ana?– show time, pensé mientras me ponía de pie – ¿quién coños en Ana?– él se quedó callado, mirando hacia la nada – ¡Contéstame IDIOTA!– su silencio era el detonante para mí. Caminé hacía la mesa de centro y tomé el florero lanzándolo con fuerza hacia la pared; el ruido del cristal al romperse lo asustó.

– ¿qué diablos te pasa? ¿Estás loca o qué?– se levantó de la cama y caminó hacia mi.

– ¡DIME QUIEN CARAJOS ES ESA VIEJA!– le grité. Se detuvo frente a mí –para ella eran ¿verdad?– señalé las flores que ahora yacían en el suelo.

20 + 1 (CL-HOT)Where stories live. Discover now