16

1.3K 146 23
                                    

--Tengo buenas noticias.-dijo Cynthia todos nos volteamos a mirarla.--La guía nos concedió el permiso de usar las canoas hoy.

Todos celebramos lanzando cosas al aire.

--Pero si no llegamos a las 11 de la mañana, nos jodemos.

Mire el reloj, mierda, 10:47.

--Faltan 13 minutos.-grite. Mientras buscaba mi traje de baño en el bolso y corrí al baño para cambiarme, salí con unos shorts y una camisa y busque mis cross azules.--¡VAMOS MUÉVANLA!-grite.

Y parecían minios en una situación critica, corriendo de un lado a otro con los brazos extendidos dando gritos, y empujones.

Me fui rápidamente a donde estaban las canoas, y no había nadie, gracias a dios. Me subí a una, y me puse el salvavidas.

Después llegaron los demás y salimos, admito que no era mi mejor idea, por qué era mucho esfuerzo, hasta que pare ya cansada.

--¿Y a dónde se supone que vamos?-pregunté volteándome a verlos a todos, estábamos en dos canoas y como Manuel era peso pluma, iba en la otra de sobra.

--No se, yo crei que daríamos vueltas y ya.-dijo el gordis.

¿Eso era todo? Nojoda.

--Ya que estamos aquí, y no hay nadie, estoy que exploto, así que amiguitas queridas, volteen sus miradas hacia la derecha.-dijo Manuel levantándose y desabrochándose el cinturón.

--Inteligente, será a la izquierda.-dijo Cynthia.

--Bueno yo quería que me vieran, pero si insisten en mirar al otro lado, allá ustedes que se lo pierden.-dijo, y cerré los ojos escuchando como orinaba.--Ya casi acabo.-dijo, y no paraba, parecía una manguera.--¡MIERDA!-gritó.

--¿Viste eso?-dijo Mario aterrado.

--¿Qué?-dije abriendo los ojos, encontrándome con el pene de Manuel, hijos de puta. Cai. Ellos rieron y yo tomé lo primero que tenía en manos, o sea el palo ese d e madera que no recuerdo cómo se llamaba y se lo lance, pegándoselo en una rodilla.

--¡SUCIA!-gritó, cayendo de frente al lago. Todos reímos. Tom tomó el palo que estaba flotando para que no se fuera.

--Vamos sube.-le decía María tratando de que subiera.--Sube flojo de mierda.-le dijo, y vi cómo Manuel subía una pierna pero se hundía de nuevo poniendo cara de pánico al extremo.

--¡AYUDAAAA!-gritaba asustado saliendo.

--De seguro es otra de sus bromas.-dijo Cynthia, y se hundió por tanto tiempo, que nos asustamos.

--¡MANUEL!-gritó Tom, lanzándose.

¿Por qué coño tenía que ser tan bueno?

Salió después de unos segundos jalando a Manuel.

--¡ES MOBY DICK!-gritaba Manuel asustado.--¡MOBY DICK!

Admito que su cara me daba risa, era miedo puro.

Volvieron a hundirse, y me asuste al ver una cola de algo muy grande salir del agua y seguirlo dentro.

--¡TOM!-grite lanzándome al agua para ayudarlo, cuando me hundí, mierda, era una trucha gigantesca, la verdad no sabía ni como coño eran las truchas pero bueno, era horrible.

Era del mismo tamaño que Manuel, pobre tal vez era macho y quería un hueco donde meterlo. Ayudé a jalarlo, hasta que lo soltó y subimos.

Lo empujamos dentro de una de las canoas, y rápidamente Tom me ayudó a mi, y cuando estuve arriba comencé a jalarlo fuertemente, pero la cosa regreso.

--¡MUERE PERRA!-gritó Mario, y comenzó a pegarle con el palo de madera varías veces que hasta lastima me dio, cuando soltó por fin a Tom lo subí, y María también había comenzando a darle a la cosa esa con su palo.

--¡VÁMONOS VÁMONOS!-gritaba Manuel asustado, y todos comenzamos a darle para irnos y cuando llegamos al muelle nos pegamos a él como si fuera el cielo, asustados y temblando del miedo.

--¡NO VOLVERÉ A SUBIRME A UNA DE ESAS COSAS!-gritó María.

Todos comenzamos a reírnos, por qué hay que admitir que si, fue divertido.

--¿Creen que regresara por la venganza?-preguntó el gordis mordiéndose las uñas del miedo.

--¿Cómo le crecerán patas?-preguntó Mario.

--Que sabes con toda la mierda que hemos lanzado ahí mute.-dijo Manuel.--¡VENDRÁ POR MI!

--Ya cálmate no digas estupideces.-dijo Tom.

--¡TÚ MISMO LO VISTE!-dijo Manuel.--Estuviste ahí conmigo.-dijo. Después sonrió con maldad.--Oh si, verdad que me salvaste.-dijo.

Reí.

--Después dices que no eres mi convive.-dijo Manuel, abrazándolo y acariciando su cabello, me tape la boca para no reírme en voz alta.

--Ya suéltame.

--Eso no decías ahí abajo.-dijo el, y todos reímos de nuevo.--Vamos, acéptalo, yo soy tu príncipe y tú eres mi Ariel.

--No, jamás.-dijo Tom.

--Igual, no tenía miedo, pude habérmelas arreglado sin ti.-dijo soltándolo y cruzándose de brazos.

--¿Ah? En serio.-dijo Tom levantando una ceja.

--Si, además, yo estaba pasándomela bien ahí abajo con ese pez. Sexo acústico.

--Acuático pendejo.-dijo Tom.

--Mejor, vez, no necesito tu ayuda.

--Si eso dices.-dijo Tom y estiró su brazo para empujarlo por el muelle y hacerlo caer al agua.

El salió a la superficie llorando y gritando.

Aislados (Tom Holland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora