Aislados (Tom Holland)

7

Me pare asustada a causa de unos golpes, al igual que todos los demás, y fuera de la cabaña estaba la guía, pero venía con alguien más.

Tom se paró a quitarle el seguro a la puerta t ella pasó.

--¿Por qué se encierran?-preguntó.

--Por qué podría venir la niña del bosque a comernos.-dijo el gordis asustado.

--No puede ser ¿Se lo contaste a el también?-le pregunte a Cynthia, ella sonrió con malicia.

La guía nos miro y estaba como paralizada, negó con la cabeza y vimos detrás de ella a Manuel.

--Tienen nuevo compañero.-dijo.-El es Manuel. Como dije antes, vengo a las 8; y espero que todo esté en orden.

Y se dio la vuelta para irse, dejando a Manuel el medio de la cabaña.

--¿Qué hiciste para llegar aquí?-le preguntó Mario.

--Nada, solo hice la mejor fiesta que haya tenido este campamento.

Ah, con razón, lo que escuchamos anoche.

--No te van a aislar por una fiesta.-dijo Tom.

--Déjame terminar niño bonito.-le dijo, levantando un dedo en señal de autoridad.--Una fiesta, con alcohol.

--Ahhh-dijimos todos.

--Y... ¿Te queda más de eso?-preguntó Cynthia.

--Claro que si mamita, ¿Tú crees que es la primera vez que voy a un campamento?

--¿Dónde?

--No les diré, es mío.

--Ay perdón señor enano.-dijo Mario.

--No soy enano, soy corto para mi edad.-dijo. Reí en voz baja.--¿Y qué se supone que hacen aquí?

--La verdad nada... Se supone que no podemos usar las instalaciones cuando están los demás, y parece que todos han conspirado contra nosotros.-dije.

--Entonces llamaré a mi madre para que me venga a buscar.-dijo.--Coño, no hay señal. Campamento de mierda.

--Bueno, yo conozco un estanque al que podríamos ir.-dijo Tom.

--No, ni loca; ahí hay sapos y cosas así.-dije.

--¿Entonces? ¿Qué sugieres?

Me quede pensando un rato, y recordé la escena de una película que vi hace unos cuatro o cinco años.

--Tengo una idea, ya regreso.

Minutos más tarde, estaba con el arco y la flecha en medio del círculo que todos hacíamos.

--¿Te parece buena idea?-dijo Manuel nervioso.

--Si, claro.-dije apuntando al cielo.

--¿EN SERIO?-dijo Mario.

--Si; el que tarde más tiempo en el círculo será el vencedor.

--Chama esto es suicida.-dijo Cynthia.

Y lance la flecha. Ni loca me iba a quedar en el círculo de mierda, corri como loca a la dirección contraria a donde la había enviado.

--¡A LA MIERDA AHÍ VIENE!-gritaba Mario corriendo.

El gordis estaba en pánico y no sabia hacia dónde correr y se agarro fuerte de la camisa de Manuel y empezaron a empujarse, Tom seguía en el círculo pero se notaba asustado y Cynthia, bueno, a ella se la tragó la tierra por qué jamás la vi correr pero tampoco está con Tom.

--¡Ahhhh suéltame gordo marico!-gritaba Manuel.

--Tengo miedo.-decía Ángel, mientras se le montaba encima asustado. --¡Ahí viene!

--¡MAMAAAAAAA!-gritó Manuel. Y la flecha cayó a varios centímetros a un lado de ellos, que seguían gritando con los ojos apretados.

Comencé a reírme en voz alta al igual que todos los demás.

--Soy el rey del círculo.-dijo Tom feliz.

Todos reíamos y tratábamos de separar al gordis de Manuel pero parecía que estaba clavado con las uñas. Cuando pudimos separarlos fuimos al lago.

--Sigue esa gente ahí.-me queje.

--¡Oigan miren lo que encontré?-dijo Manuel, que estaba montado sobre un árbol como un mono, y sostenía una liana que colgaba de el. --ME SABE A MIERDA QUE ELLOS ESTÉN AHÍ.-gritó el enano, levantándose y agarrándose de la liana.--¡POR ASGARD!-gritó, y se soltó flotando por el aire unos segundos y cayendo en el agua sin ningún rasguño.

Todos aplaudimos.

--¡AHHHH! ¡Condenado pendejo!-gritó Cynthia y pasó corriendo frente a mi; seguida de Mario que la perseguía con yo no sé qué pero era asqueroso. Reí.

--Yo me quiero lanzar.-dijo el gordis montándose en el árbol.

--TEN CUIDADO ÁNGEL.-gritó Tom.

El gordis levantado los dedos feliz mientras se coloraba por el sol. Tomo la liana y se lanzó, pero jamás llegó al agua, la liana se rompió cayendo al suelo unos metros alejado del árbol.

--¡GORDIS!-grite asustada corriendo hacia dónde él estaba.

--¡MI PIERNA! ¡MI PIERNA!-gritaba, y casi me desmayo al ver lo que parecía un pedazo de hueso fuera de su pierna. Lloraba como un niño, pero, un momento, desgraciado gordo.--Es una rama.-dijo, y su cara estaba roja de tanto reírse.