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La cabaña estaba en el medio de la nada, que cagada, y apenas nos dio tiempo de despedirnos de mi prima y de María que seguía en la enfermería colocándose todas las noches papel higiénico mojado dentro de las medias para amanecer con fiebre a más de 40.

--Esto es tu culpa.-dijo Cynthia.

--¿Mia?

--No, tuya no, de él y su grupo de idiotas.-dijo señalando a Mario, que era igual de blanco que yo y con el cabello negro al igual que sus grandes ojos, era lindo.

--¿Yo? Claro que no.

--¡Si!

--¡No!

--¡No!

--¡Si!-gritó el chico enojado.

--Ja, te vencí perra.-le dijo Cynthia, el frunció el ceño enojado.

--Esa boca muchachita.-dijo la guía. Reí a lo bajo.--Vendré todas las noches a las 8 en punto para ver cómo están, están excluidos de las actividades en grupo si quieren hacer algo tendrán que planearlo ustedes.

Bueno, no sonaba tan mal.

La mujer se fue, y coloque mis cosas sobre una cama del lado derecho, a un lado de Cynthia.

--¿Y cuánto tiempo se supone que vamos a pasar aquí solos?

--Uhh si, solos.-dijo Mario.

--Cállate blanco.-dijo Cynthia.

Cuando ya se hizo tarde, salimos a sentarnos en un pequeño banco que había fuera de la cabaña a ver cómo a lo lejos habían una fogata.

--¿Qué estarán haciendo?-pregunté.

--Contando cuentos de terror.-dijo Tom.

--Si, contemos algunos.-dijo Mario.--Yo empiezo.-dijo.

--¿Qué más terrorífico que no tener wifi?-dije.

--Déjame comenzar.

Mi vellos se erizaron, esperando la peor parte mientras trataba de no concentrarme en el bosque que estaba detrás de la cabaña, mierda, admito que si me daba miedo esa historia.

--¡Y de repente! Su cuerpo fue encontrado por el policía en el lago...

Y la brisa hizo que el lago sonara. Corri hacia Tom.

--No me dejes sola.-dije sentándome a su lado. El río.

--Son unas cagadas.-dijo Mario. Cynthia río.

--¿Tú crees en serio que me da miedo un gordo en el bosque con complejo de asesino?- dijo ella.

Y la brisa hizo sonar los árboles, y pude ver una sombra detrás de Cynthia. Mierda.

Grite de terror haciendo que ella se volteara y comenzará a gritar también, Mario desapareció dentro de la cabaña, y la sombra se acercó a nosotros.

Coño e madre gordis, casi me da un infarto.

--¿Por qué gritan?-preguntó con su voz de niño.

--¡Pedazo de mierda! Pensé que eras un asesino.-dijo Tom.

--Es que... Me sentía solo... Y bueno, hice una travesura, y bueno; me mandaron aquí y como era muy tarde no me acompañaron.

Pobre gordis.

--Bueno, pero no vuelvas a asustarnos así.

--¡MARIO! !YA PUEDES SALIR!-gritó Tom, y Mario salió de la casa más blanco de lo que ya era.

--¿Quien era el cagado?-pregunto Cynthia con una ceja levantada.

--Ya cállate. A ver, ahora tú. A ver si das tanto miedo como dices.-dijo.

--Bueno, chicos, yo me iré a dormir.-dije asustada, y sabía que si iban a poner a Cynthia a contar cuentos de terror me iba a suicidar del miedo. --Vamos Angel para que guardes tus cosas.-dije.

El asintió, y entramos a la cabaña, gracias a Dios.

--¿Qué hiciste para que te enviaran aquí?-pregunté.

--Bueno, cuando los dejaron aquí, encontré una serpiente muerta t no sé si tú sabes que ellas se secan al morir... Bueno no sé que tenía esta que no estaba muerta t la puse en la cabaña de mi guía, procurando que me vieran y me enviaron aquí.

--¿Y si mataba a alguien?-pregunté.

--No son venenosas descuida.-dijo, y lanzó su bolso a la cama.--O eso creo... ¿Tienes hambre? Por qué yo sí.

Y abrió el bolso, y santo dios de las chucherías, ahí estaba todo lo que yo quería.

Me senté sobre su cama con el a comer mientras escuchábamos los gritos de Tom y Mario fuera de la cabaña, no van a dormir por días, se los aseguro.

Aislados (Tom Holland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora