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Por lo que tenía entendido, Manuel había planeado una venganza contra Tom, lo iban a asustar, pero para eso necesitaba varias cosas, y me gustaba la idea de ayudarlo, así que esa noche después de que logre que se durmiera, salí con Manuel, y Mario, que no paraban de decirme cuñada, fuimos al campamento y llegamos a una cabaña pequeña.

--¿Qué vamos a hacer aqui?-pregunté.

--Vamos a tomar unas velas para la broma.-dijo Mario.

--¿VELAS?-dije exaltada.

--Si chica ya cállate que va a salir la vieja esa.-dijo Manuel.

--¿Cuál?

--La conserje, esta loca.-dijo Mario.--Me odia, así que mejor que no me vea por qué o si no Moby Dick tendrá cena en el lago esta noche.-dijo.

Puso la mano en la puerta y la abrió. La mujer tenía un pequeño cuarto y de resto eran puras cosas de limpieza, y otras normales de campamento, tomamos unas cuantas velas.

--¡QUIÉN ANDA AHÍ!-gritó la mujer abriendo la puerta de golpe, y nos miro arrecha.--¿QUÉ HACEN AQUÍ? ¡FUERA! ¡FUERA! CHU.-gritaba, y repente tomo un baigon y comenzó a echárnoslo encima.

--¿BAIGON ENSERIO?-gritó Manuel tapándose los ojos.

--PARA ALEJAR A LOS BICHOS RASTREROS COMO USTEDES.-dijo, y salimos corriendo de la cabaña.

¿En serio creyó que nos asesinaría con baigon? Que loca guevon.

Llegamos directo al lago y comenzamos a lavarnos la cara rápidamente quitándonos esa vaina de encima.

--De ella también nos vengaremos, lo juro.-dijo Manuel.--Ahora a la cabaña, ya todos están enterados de la broma así que cuando lleguemos, tu comenzaras a llamar a Tom para que salga.

--Pero ya va, explíquenme.-dije.

--Lo llamaras como si te estuvieran matando.-dijo Manuel.

--O como si Moby Dick hubiera desarrollado patas.-dijo Mario, Manuel lo fulminó con la mirada. Ambos reímos.

--Si ya entendí.-dije.

Volvimos a través de las ventanas comenzamos a llamar a los demás mientras que Tom dormía, hasta que todos salieron, y Mario cerró las puertas de golpe haciendo que Tom se levantara asustado mirando a todos lados.

--¡TOM! ¡AAHH! ¡AYÚDAME!-gritaba, Cynthia me golpeó para hacerme gritar más fuerte.--¡AHHHH NO ME GOLPEES!-grite.

Tom gritó mi nombre y después Mario y Manuel se pudieron ambos en cada puerta la principal y la trasera, con las velas en su rostro, y los ojos volteados con la parte interna del párpado hacia afuera, haciendo que Tom gritara literalmente como niña tapándose el rostro asustado.

Pobre mi niño.

--¡MALDITOS!-gritaba enojado, dando golpes a la nada tratando de darle a ellos.--Los odio, pensé que era real que le estaba pasando algo.-gritaba.

Reímos, y me acerqué a abrazarlo.

--Calma, era solo un juego.-dije, me miró con cara de perrito asustado.

--Tu no me quieres.-chillo.

--Te quiero demasiado, cálmate.-y la risa casi no me dejaba respirar.

Nos fuimos a dormir aún riéndonos del pobre Tom que termino durmiendo conmigo, por qué según el aún tenía miedo, que Mario siendo tan blanco y con los ojos así provocaba morirse.

Al día siguiente nos seguíamos riendo, hasta que Manuel regreso con otro de sus planes malévolos.

--Ya sé cómo vengarnos de la vieja pajua esa.-dijo el.

--¿Cuál vieja?-preguntó María.

--Una vieja coño e madre que nos echó una vaina ahí ayer.-dijo Mario.--Siento que aun huelo a eso.

Y yo también me sentía así.

--¿Y qué haremos?-pregunté interesada.

--Vamos al muelle para mostrarles, desde ahí se ve mejor.-dijo. Todos salimos al muelle a ver y nos señaló el estacionamiento de jeeps del campamento, y después un carro pequeño que de verdad no sabía cómo se llamaba.--Esa chatarra que está allá, es de ella, quiero que todos la carguemos y que la pongamos entre dos arboles para que no pueda salir.

--¿QUÉ?-dijimos todos al mismo tiempo.

--Si, no pesa nada, se los aseguro.-dijo él restándole importancia.--Mi abuelo tiene ese auto y ya se lo e echo a él, con unos amigos y éramos menos.

Todos suspiramos rendidos.

--Lo que no se es que a qué hora lo haremos por qué en la noche ella siempre lo guarda.

--Yo si se.-dijo Tom.--Ella siempre a las 4:15 se va a dar un recorrido a la montaña con un jeep y tarda unos veinte minutos, y como a esa hora todos están en las actividades podremos hacerlo.-dijo.

--Entonces a las 4;15 será.-dijo Manuel.

Cuando fue la hora, todos estábamos escondidos entre los pocos árboles alrededor del estacionamiento, lo malo es que la gente en el lago nos vería cuando lo hiciéramos y eso podría darnos problemas, pero se lo merece, vieja loca me echo BAIGON.

La vimos macharse fumándose un cigarro en el jeep de color rojo, y cuando ya no pudimos verla, salimos corriendo hacia el pequeño auto.

--Vamos, uno, dos, tres, denle, ay madre, coño.-decía Manuel, y tenía razón, el carro no pesaba tanto, lo levantamos y fuimos casi corriendo a llevarlo entre dos arboles que lo dejarían adentro.

La gente del lago gritaba emocionada, cagones nos iban a descubrir, lo pusimos dentro de los dos árboles y nos lanzamos al suelo cansados por el esfuerzo.

--¡CORRAN!-gritó María, y pudimos ver el jeep llegar, corrimos dentro de los arboles hasta llegar a la orilla del lago, y nos lanzamos para nadar, pero Manuel no.

--¡VAMOS MIJO MUÉVASE!-gritaba Cynthia.

El sólo miraba con pánico el lago.

--Yo no puedo.-dijo.

--¿CÓMO QUE NO? VEN ACÁ.-gritó Mario y lo jaló.

--En serio no puedo.--lloriqueaba.

Y podíamos escuchar gritos de "MI CARRO MI CARRO, LO ROBARON MI CARRO.

--MUÉVETE MARICO QUE NOS VA A VER.-gritó Tom.

Manuel miro asustado a todos lados, y decidió ponerse en los hombros de Mario, que se quejó pero después comenzó a moverse con el encima.

--¡Ahí está! Nos va a ver.-dijo el gordis asustado.

--TODOS ABAJO.-dijo Cynthia, y todos nos hundimos, pero...

Mierda, Manuel quedaba completo afuera, que idiotas somos.

--¡AHÍ ESTÁN! Fueron ellos.-gritaba la vieja loca.

Salí un segundo, y tome del cabello a Manuel haciendo que cayera de boca de nuevo al agua ocultándolo.

--¡AHÍ NO HAY NADIE!-le gritó la dueña del campamento.

Todos agarrábamos a Manuel bajo el agua que trataba de salir asustado.

Aislados (Tom Holland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora