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Me pare a eso de las 5 de la tarde, y me di cuenta de que todos seguían dormidos y había un extraño olor, comencé a golpear a Tom para que despertara.

--¿Qué pasa?-preguntó con los ojos medió abiertos.

--Huele extraño.-dije.

--Es el alcohol en el ambiente... No espera, tienes razón, huele extraño.-dijo, t se sentó, comenzando a oler como un oso amarillo en busca de miel.--¡MARICO QUE ASCO! ¡GORDIS!-gritó, cuando encontró lo que causaba el olor.

Me asomé a ver y era un vomito de arcoiris, literal, a un lado de la cama del gordis.

--Cállense.-dijo el gordis medio dormido.

--¿Y ahora qué haremos? ¡Qué asco!-dijo Tom.

--Vámonos huele horrible.-dije; jalándolo de la camiseta para sentarnos en la banca que estaba fuera de la cabaña.

Minutos más tarde, estaba sobre su pecho con el teléfono en mis rodillas mientras veíamos ultímate Spiderman, hasta que vimos a la guía, a unos metros de la casa.

--Mierda... Todo es un desastre ahí dentro, huele horrible.-le susurré a Tom. Su cara de puso pálida.

--¿Y los demás?-preguntó la guía al llegar a nosotros.

--Adentro, dicen que hay muchos mosquitos y no quieren salir.-mentí.

--Pues necesito hablar con todos, vamos.-dijo la guía, caminando hacia la cabaña.

--No, no pase ahí, huele horrible, usan mucho repelente por eso nos salimos.-dijo Tom, poniéndose frente a ella.

--Ya estoy acostumbrada.-dijo ella, pasándole por un lado.

--Pero no de este, vino de Australia y no sé si usted sabe que los mosquitos de australia son.-y abrí mis brazos exageradamente.

--¿Qué les sucede? ¿Qué no quieren que vea?-preguntó, frunciendo el ceño y mirándonos de manera amenazante, daba miedo.

--Nada, solo que, si tiene que decirnos algo mejor que nos lo diga a nosotros.-dijo Tom.

--¿Me esconden algo?-preguntó. Ambos negamos con la cabeza.--Tom.

El suspiro.

--Hay que decirle la verdad.-dijo, me aterrorice.-

--¡No Tom! Nos expulsaran.-dije.

--Hay que decirle. Ya estoy harto de tantas mentiras... Lo que no queríamos que supiera era que...

Estaba a punto de darle una patada en las bolas si llegaba a decir que estábamos bebiendo anoche, cuando sus palabras me hicieron sonrojarme.

--Ella y yo somos novios.-dijo Tom, la guía río.

--¿Y creíste que los iba a expulsar por eso?-preguntó.

--Ehmmm si.-dije, encogiéndome de hombros.

--No seas tonta, pero pórtense bien ¿ok? Ahora sí, voy a pasar.-y puso la mano sobre la manilla, mire a Tom asustada.

Pero la puerta fue abierta de golpe por Cynthia.

--oh Amalia, estás aquí, que gusto.

Ella estaba completamente limpia, con su cabello mojado t la cara sin maquillaje.

--Hola Cynthia.-y pasó. Íbamos detrás de ella y el agradable olor del lugar me inundo las fosas nasales.

Todos estaban levantándos y limpios, t las camas tendidas, por favor... No exageren a la hora de actuar. Solo faltaba alguien, Manuel.

--Bueno veo que todo está en orden, en realidad vine para avisarles que esta noche todo el campamento se irá a acampar a la montaña y que podrán usar las instalaciones hasta las 12, ¿No exageren ok?

Todos asentimos.

--Bueno me voy. Me están esperando.-se dio la vuelta para marcharse, pero volvió a voltearse y nos miro extrañados.--Aquí falta algo...-dijo ella.

--No nada.-dijimos todos al mismo tiempo, y nos miramos entre sí asustados.

--Si, falta algo...-dijo.

Mierda.

--Debe ser algo pequeño e insignificante.-dijo Mario.

--Pequeño...-susurro la guía colocándose sus manos en la boca pensativa. Vi como Cynthia pisaba a Mario fuertemente y este ahogo un grito de dolor.--No, no me viene nada... Bueno ya, me voy, me esperan, hasta las doce, recuérdenlo.

Todos nos despedimos y cerramos la puerta cuando se marchó.

--¿Y Manuel?-pregunté mirando a todos lados buscándolo.

--Arriba.-dijo el gordis emocionado señalándolo hacia arriba tapándose la boca para no reír, mire hacia arriba aterrada, y no había nada.--¿En serio te la creíste?

--Está afuera. Dentro de la basura.-dijo Mario.--Vamos a dejarlo ahí un rato, que se despierte solo por el olor.

--Aún que dormir a un lado del vomito de ángel no lo despertó.-nos acordó María.

--Bueno mujer, hasta que reviva.-dijo Mario ya fastidiado, tomando sus zapatos y colocándoselos

--¿A dónde vas?-pregunté.

--¿Qué no escuchaste? Tenemos hasta las 12 para usar las instalaciones y hay unas motos que me están esperando.-dijo, y salió por la puerta.

Aislados (Tom Holland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora