No era del todo una persona que pasara muchas horas cerrado en una biblioteca, pero un día, debido a un trabajo que tenía que hacer, fui a la biblioteca de la universidad y lo intenté. En vano, hay que decirlo. Allí el enorme silencio me incomodaba, así que cogí prestado los tres libros que necesitaba y me fui a casa. Más cómodo, me puse a estudiarlos para elaborar mi trabajo y presentación. El tercer día, después de cansarme de mirar hacia los libros pasé páginas rápidamente para mirar solo las imágenes y así despejar mi mente, cuando pude ver algo en una esquina de la página 123 de la enciclopedia a lápiz: "Hola, yo no te conozco y tú a mí tampoco, solo quería decir ¿qué tal estas?" y entre paréntesis se veía la fecha de hace cuatro días... Un día antes de que yo sacara el libro de la biblioteca. Eso consiguió dibujarme una leve sonrisa y me dije, "por qué no" y escribir un: "Hola desconocido, yo estoy bien y espero que tú también. Muy liado con los trabajos y presentaciones." justo debajo de la anterior. También puse la fecha de hoy. Como ya no necesitaba la enciclopedia más, la devolví se mismo día. Fue pasando los días y me fui olvidando de la nota, hasta una semana después. Fui a mirar si había respuesta y si la hubo, habían borrado la entrada primera y ahora había un: "Sí yo también ando muy ocupado aunque estoy feliz, no esperaba que alguien enserio respondiera. Tienes buena caligrafía. ¿Qué tal te va la semana?" y la fecha era de hace dos días. Me llevé la enciclopedia a una mesa próxima, saqué mi goma, borré mi anterior respuesta y con un lápiz, sin que me vieran el respondí: "Gracias, tu letra tampoco está mal aunque tu a parece más una o. Te tengo que decir la verdad y es que por poco se me olvida esto, no me iba a tomar enserio, pero mírame, aquí respondiéndote. Tengo la semana muy ajetreada por los exámenes, pero tal vez en dos semanas pueda tomarme un respiro y ¿qué tal tú?" puse la fecha y dejé el libro donde estaba. Me pasaba por la biblioteca una vez al día al salir de clases. Y poco a poco fui conociendo a la otra persona. Aunque nunca dijimos nuestro nombre, como éramos o que estudiábamos, pero aun así nuestra relación llegó a ser la de una gran amistad sin ni siquiera vernos. Entonces se sugirió el juego de buscar los saludos por diferentes libros, se daría una pista a la otra persona y cuando encontrara el libro debería de responder con un "Jaque" y poner la pista de donde escondería el saludo. Empecé yo, escondí un "Mate" en un libro de La Apología de Sócrates de Platón y puse como pista "Solo sé que no sé nada" en la enciclopedia donde nos habíamos estado comunicando hasta ahora. Al día siguiente ya vi su "Jaque" en La Apología de Sócrates y me había escrito un "Mi consejo es, nunca hagas mañana lo que puedes hacer hoy. La procrastinación es la ladrona del tiempo." Como pista para mí. Tardé dos días en saber que era David Copperfield de Charles Dickes. Y así fuimos poco a poco profundizando en nuestros gustos literarios. Hasta tal punto que empezamos a leer las recomendaciones que nos hacíamos entre nosotros. Cuando me quise dar cuenta pasaba gran parte de mi tiempo en aquella biblioteca leyendo y esperando la respuesta de ese gran amigo anónimo. Muchas veces me pasaba el tiempo mirando hacia el libro que tocaba, esperando poder conocer a mi "desconocido" amigo, pero nunca lo encontré, siempre respondía pero nunca le veía coger el libro, también es cierto que yo solo estaba por las tardes. Aquella repentina obsesión por querer verle y no solo por verle, conocía a esa persona más profundamente que a cualquiera de mis amigos de la infancia. Aquellas notas me habían hecho enamorar de un desconocido. Propuse, después de estar más de medio año con los juegos de los libros y los saludos, el conocernos. Aceptó y eso me hizo sentir extremadamente dichoso. Nos conocimos, nos enamoramos más y desde entonces veo a la biblioteca con otros ojos. Y aunque ahora estamos saliendo juntos seguimos jugando a la búsqueda de los saludos entre las páginas de los libros de la biblioteca de la universidad. Porque este amor travesó a dos desconocidos con tan solo un saludo.
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Historias de un Observador (Publicada y finalizada)
De TodoConsiga estas historias y otros relatos inéditos en Amazon: : https://www.amazon.es/dp/B0BTMV61D8 Son historias cortas que relatan pequeños detalles de la vida o entorno de los protagonistas, que aunque insignificantes a primera vista, una mirada m...