¡Qué mega terror! El tampón.

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Cómo no vas a sentir miedo al oír este nombre, si toda la gente pensaba que ese tubito de algodón suave que se inserta dentro de la vagina ¡podía terminar con tu virginidad!, y hacerte pecadora.
Pero ¡ no es cierto! El tampón es tan práctico  como la toalla. He aquí algunas cosas que debes saber antes de ponerte uno:

•Lee cuidadosamente el instructivo que viene en la caja.

•Lávate  muy bien las manos antes de llevar a cabo la odiosea de pinértelo.

•Relájate; o sea, amor y paz. Si te dan nervios será imposible atinarle. De preferencia, párate frente a un espejo y encuentra la postura cómoda para hacerlo.

•Hay de muchos tamaños. Si tu flujo es ligero, usa un tampón más pequeño o viceversa.

•Al igual que con las toallas, cambiarlo cada cuatro horas, porque es el lugar predilecto de las bacterias y alguna podría intentar quedarse a vivir ahí.

•Puedes alternar: en el día usar tampón y en la noche toalla femenina.

•Si tienes dudas, pregunta. Al principio puedes acabarte cajas enteras; pero no desesperes. La práctica hace al maestro. ¡Mucha suerte!

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