Explóralo. Nada por aquí, nada por allá.

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Cuando acudí al ginecólogo me dijo: "Te voy a explorar".
"¿Qué, qué?, ¿qué es eso? ¡Yo ni loca me dejo hacer eso! Ni que el doctor fuera uno de los exploradores", pensé al principio, pero después puse mucha atención cuando el doctor me iba tocando de forma circular las bubis, pezones y axilas para checar que no hubiera nada por ahí y nada por allá; es decir, ninguna bolita anormal que estuviera rondando esa zona y que pudiera ser cáncer de mama. Me pidió que me pusiera las pilas y aprendiera cómo hacerlo, porque cada mes debemos hacernos una exploración. ¿Sabías que si te detectan alguna bolita o bulto raro a tiempo lo más probable es que te cures?

Espejito,espejito.
Auto explórate parada frente a un espejo que sea lo suficientemente grande para reflejar la zona de tus bubis.

Parada, levanta el brazo derecho, coloca la mano en la nuca y explora tu seno derecho con la otra mano. Levanta el brazo izquierdo y haz lo mismo con la otra bubi.

Comienza a explorarte desde la axila, luego el pezón y llega hasta debajo del seno. Con las yemas de los dedos forma círculos y ponte lista por si dectectas alguna bolita extraña.

¿Te salió líquido de los pezones? Eso no es normal.
Checa también el color de la piel de las bubis, su forma y tamaño, y si ves que hay algo que no te late, ve al ginecólogo. No tengas miedo, seguro te hará un estudio más profundo y resolverá tus dudas.

                      Adivina,adivina.

Conocerte a fondo es como cuando empiezas a entender súper bien a tus amigas. Es tanta la convivencia que puedes adivinar fácilmente cuando algo anda medio raro. Por ejemplo, si acostumbras observarte en el espejo y exploras tu cuerpo, te vuelves como súper amiga de él; entonces, es muy fácil detectar cuando te está avisando que no está de buenas, o que requiere más atención de tu parte.
Si te percatas de que tienes comezón, te arde o se pone roja alguna parte de tu cuerpo que no es así regularmente; cuando no reconoces un olor en tu flujo vaginal o tiene color raro y hay algo en ti que no te parece normal, entonces puedes decir que eres la mejor amiga de tu cuerpo, por cómo lo conoces. Ve a un doctor y explícale lo que tu cuerpo te acaba de platicar.
Cuídalo, conócelo y exploralo; pero, sobre todo, respétalo y ámalo.

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