Capítulo 7.

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Suspire cansado, los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, y mi enemigo natural estaba ahí, una materia... un sufrimiento... once letras, cinco sílabas... un solo sentimiento de odio... matemáticas!

Cerré el libro de matemática y suspire agobiado, sin duda esto era muy agotador...

Miré por la ventana, el día nublado no ayudaba a mi humor, he estado preocupado hace unos días y lo peor es que no sé la razón.

Mi teléfono interrumpió el profundo silencio, miré la pantalla del aparato y el nombre que hacia que mi corazón se acelerará brillaba allí, contesté rápido y llevé el dispositivo a mi oreja.

-- Hola? --

-- Buenas --no es Blake...

-- Quien eres? --

-- Quien crees que puedo ser? --su voz juguetona me molestaba un poco.

-- No lo sé y no me interesa, donde está Blake? --miré el teléfono con repudio.

-- Vaya que enojon --sentía su sonrisa burlona al otro lado de la línea. Enojado corté y dejé el teléfono a mi lado.

No tengo tiempo para estupideces...

-- León? --mi hermana pequeña entró a la habitación, se sentó como pudo en mi cama.

-- Sí? --

-- Mamá me dijo que viniera --solo asentí, en ello mi madre entra con su usual sonrisa despreocupada y se sienta junto a mi hermana.

-- Bueno te tenía que hablar sobre tú... --el ambiente se congeló.

En ese preciso momento las tres personas cerraron sus ojos a la vez, bajando sus cabezas, como si se hubieran apagado. Un ángel de cabello rojo apareció en medio de ellos, poco a poco fueron abriendo sus párpados para ver a la chica.

-- Leyla? --miró con duda el joven, el cual inmediatamente se tapó la boca ¿Cómo se supone que conocía a Leyla si él solo era un ángel? La chica de rojos cabellos sólo sonrió.

-- Jun, no te preocupes el humano al que cuidas está dormido --señaló la última palabra entre comillas-- En tu interior --las palabras quedaron encerradas dentro de su garganta.

-- ¿¡Qué!? --

-- Lo que escuchaste, sólo está dormido, el tiempo que tengo para hablarles es poco --miró a Annie, quien ahora mantenía la misma mirada fría y calculadora de Mia.

-- ¿Qué se supone qué es? --era inconfundible, Annie también estaba "dormida" y quien estaba afuera era la loca chiquilla de ideas explosivas.

-- Cuidado... como Jun les dijo hace unos días Haruka, quien los mató a la mayoría de ustedes --miró a Yui en burla, la cual sólo miró con odio, el pequeño pelirrojo ocupa su cuerpo ahora mismo-- está en la ciudad y tiene ayuda de alguien... aterrador, en simples palabras la persona que lo ayuda ahora mismo puede cortar los hilos rojos --la sala se heló.

-- Estas jodiendo... ¡Eso es imposible! --gritó Yui en miedo.

-- Lamentablemente no... el poder que Keymu posee es demasiado, si llega a reunirse con... alguien será peor, porfavor... tengan cuidado --ella desapareció y el aire regresó, las cabezas de los tres que se hallaban en la habitación cayeron nuevamente para luego levantarse.

-- Te quería hablar de... --Annie miró a los lados con duda-- de... --frunció el ceño intentado recordar lo que quería decir.

-- De? Esperen... en que momento llegaron acá? --Leon miró a las dos féminas en duda.

-- Mamá, tengo hamble... --la inocente voz de Yui nos hizo reaccionar, miré la hora en mi teléfono y suspire.

-- Perdón... ¿Podemos hablar luego? Tengo que seguir estudiando para el examen --Annie sonrió y tomó a su hermana menor en brazos.

-- Está bien... ¡Ánimo! --tan rápido como llegaron ambas se fueron, León se sentía desorientado, sólo estuvieron en su habitación unos pocos minutos... sólo hablaron un par de cosas ¿cómo pudo pasar tanto tiempo?.

Suspire por milésima vez, miré el reloj y con gran pereza miré a mi cama, la cual me tentaba a acostarme sobre ella.

-- Entiende esto cama... ¡No podemos, más tarde! --le hablé mientras con mi más grande esfuerzo tomaba el lápiz... ¿por qué debí dejar todo a última hora?

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Dejé el maldito lápiz de mierda sobre el escritorio, cerré el cuaderno y sonreí triunfante, alfin después de muchas horas terminé de estudiar... ¡Siento como de mis poros sale el conocimiento!

Miré el reloj y cerré los ojos apenado-- Mis horas de sueño... --susurre mientras el reloj marcaban las 6 de la mañana, me levanté y entré al baño a darme una ducha.

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Cuando llegué Blake aún no estaba, sentía el cuerpo bastante pesado, durante toda esta semana no he dormido mucho, sumando todas las horas de sueño han sido... cuatro...

Me senté y miré el paisaje un tanto agotado, no estaba acostumbrado a dormir poco ni menos madrugar dos días seguidos... me entregaron el examen el cual terminé más rápido de lo que esperaba.

-- Aquí --la profesora me sonrió y dio una pequeña revisión al papel-- ¿Puedo ir al baño? --

-- Sí, rápido --pronunció mientras miraba a mis compañeros, salí del salón y me dirigí al baño, sentía el pido diferente, como si caminara sobre algodón, suave... tan... apetecible, cómodo...

León miraba un punto infinito del piso, continuó con su travesía al baño, entró e hizo sus necesidades biológicas, se dirigió a lavarse tanto las manos como también su cara.

Blake no había asistido a clases, ni tampoco le había avisado que lo haría, bostezó por millonésima vez, y salió del baño chocando con un chico de mirada un electrizado azul.

-- ¡Wow! Que coincidencia encontrarte acá León --el pequeño pelirrojo miró al de más altura.

-- Sí... tanto tiempo Kei --bostezó y continuó su travesía al salón, pero en un momento ya no aguantó más, su cuerpo no soportó más las horas sin dormir y su condición médica no lo ayudaba, con un golpe seco cayó al piso ante la vista del otro.

-- ¡Leon! ¡Hey! --le tomó en brazos, mirando su rostro que se mantenía en paz, lo acarició y suspiró preocupado-- Eres bueno para hacerme preocupar --besó su frente aprovechando esta única oportunidad que tendría, ya que después de todo, él es el novio de su hermano, a pesar de amarlo tanto él menor ya tenía el corazón ocupado, con cuidado lo llevó a la enfermería, lo posicionó sobre la cama y besó esta vez sus labios.

-- ¿Eh...? --el chico de verde mirada miró al otro con cierta duda, le besaba... se sentía extraño, su corazón se agitaba con fuerza y en su estómago revoloteaban las mariposas con euforia.

-- Perdoname --le abrazó el más alto mientras le besaba otra vez.

En la mente de León sólo pasó un pensamiento... ¿Por qué los besos de este chico se sentían tan perfectos?

Volver a encontrarte [Yaoi/Gay] (AADTA #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora