Help Me. (MLP: Fan-fic) || Pinkamena || TERMINADA.

Capítulo 29 ||Final 1/?.

Capítulo 29.

Narra Pinkie.

Me parecía que las paredes tenían dedos, todos muy cerca de mí. Aprovechaban a tocarme desde cada rincón, acariciando mi pelo y rascando con sus yemas mi piel. Me sentía destinada a pudrirme en aquella camilla, atrapada y siendo succionada lentamente hasta consumirme.

No podía moverme. No podía esconderme. No podía ir a ningún lugar dónde no fuera acusada. Sé qué por más que siga luchando por no colapsar, siempre ella estaría ahí, esperando el momento en que carcomerá cada pedazo de mi vida, hasta que todo en mí quede roto, hasta que mis huesos se hagan polvo.

Cada 2 horas regresaba el hombre de la bata blanca, a hacer las mismas preguntas cansadas. Anotaba cada cosa que salía de mi boca, aunque no hubiese respuestas sin cambios.

Sé qué él pensaba con cada pregunta y respuesta:

"¿Por qué ella no puede recordar?"

"¿Está mintiendo?"

"¿Ella mentía?"

No, no mentía. No podía recordar nada qué no fueran fragmentos borrosos.

El tiempo se pasaba demasiado lento, pero, a la vez, demasiado rápido.

Tic.

Tac.

Las manecillas abrieron un hueco en mi corazón. 

Necesitaba un milagro. Necesitaba algo o alguien.

Un chico abrió la puerta con delicadeza, dejando ver su cabello castaño alborotado y sus ojos verdes esmeralda con unas profundas ojeras. No me moví.

Él me miró, y le devolví la mirada.

Y entonces, juré qué todo estaría bien ahora.

-Hola-dijo casi en un murmuro.

Sus palabras, tan perfectas y calculadas robaron el aire de mis pulmones. Su voz dulce y paciente seguía ahí, ahora hablándome.

Su mirada me perforó hasta el alma, hasta el interior: tan vacía y vidriosa. El corazón me latió tan fuerte y el monitor de sonidos cardiacos se agitó y zumbó emitiendo los "Bip bip".

Si me quedaba mirando sus ojos, tan profundos y finos, el tiempo suficiente...tal vez, yo podría escapar. 

Entró a la blanca habitación, y cerró la puerta con un "clic". 

-Cheese...-Salió su nombre de mi boca casi inaudible. Parpadeé lentamente analizando todo. 

Juraría que en ese momento yo estuviera muerta, congelada, si no fuese por el "bip" de la máquina que me decía lo contrario a ello. 

-¿Puedo ver?-Me preguntó con delicadeza, observando detenidamente todas las vendas y cicatrices.

Asentí, y él se acercó. 

Retiró las vendas que cubrían una parte de mi rostro. 

Acarició con cuidado las marcas, y noté los centelleos en su visión. 

Las lágrimas bajaron por mis mejillas, y me sentí destruida. 

-Cumpliré mi promesa. 

¿Qué? 

-No, no lo harás. -Susurré- Saldré dentro de poco, estaré bien, Cheese.

-Tenemos que irnos, es una bomba de tiempo. -Tomó mi mano- ¡No esperaré hasta que ellos...!-Las lágrimas acudieron a él- Quiero un futuro contigo, una vida, Pinkie. Huyamos lejos. 

"Huyamos lejos..."

Éso quiero, huir, huir con él. 

Miré nuestras manos unidas: Era una combinación excelente. Me sentía diminuta al ver como su mano se entrelazaba con la mía, cubriéndola.
Era perfecto.

-¿Podrías al menos intentarlo? 

-Puedo intentarlo.-Le dije sin dudar. 

Me incorporé, y me senté en la cama; mis pies no tocaban aún el suelo. 

-¿Serías capaz de hacerme daño? 

-No.-Mis pies tocaron el suelo frío, frágil, blanco. 

Arranqué los tubos una vez más de mi cuerpo. Me deshice de las vendas y tiré la mascarilla. 

-¿Estás totalmente seguro de que quieres hacer ésto, Cheese? ¿Qué hay de tu trabajo de animador, tu vida aquí, tu futuro? 

-¡Mi trabajo, vida y futuro no son nada sin ti!, quiero hacerlo, Pinkie. 

Sentí felicidad, miedo y dolor dentro de mí. 

-¿Cómo saldremos de aquí?-Miré la puerta. 

-Yo sé por dónde.-Tomó con más fuerza mi mano, y emprendimos la huida. 

Hey, hey. 

Aquí la primera parte del final :') 

Espero disfruten n.n

-M.