Capítulo uno: Salto sin paracaídas...

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El cielo estaba completamente azul restando alguna que otra nube. Algunos Pidgey volaban tranquilos, estaban migrando pues las temperaturas comenzaban de nuevo a ascender... Pero aquella tranquilidad se terminó demasiado pronto, los Pidgey salieron despavoridos al escuchar el grito agitado de otro Pokemon. Un Latias, un Pókemon legendario. ¿Qué hacia allí? No era el tipo de Pokemon que de dejaba ver así como así, estaba huyendo de algo. O de alguien. Volaban en un vehículo flotante auto denominado por ellos <<Dadajet>>

- ¡Yijaaa!

- ¡Ríndete ya! ¿Acaso crees que puedes escapar de nosotros?

- ¡Que mal perder tienes!

Gritaban los dos chicos subidos en aquellas, básculas flotantes, por que realmente a aquello era a lo que se parecían. El Latias planeaba con rapidez intentando escapar y a la vez esquivar las ráfagas de cañón plasma que los Dadajet de color grisáceo disparaban. Parecía cansada y no podría aguantar mucho más tiempo el vuelo a aquel ritmo, y estaba demasiado cansada como para volverse invisible. De pronto un grito de un Staraptor inquieto a los dos chicos que pilotaban el Dadaget.

- Pero ¿Quién eres? -Preguntó uno de ellos al ver aparecer a una chica a lomos de un Pokemon -

- ¡Dejad en paz a Latías! - Gritó la chica que volaba a lomos del Staraptor. Vestía una camiseta blanca y azul con unos pantalones del mismo color y un cinturón rojo. El pañuelo que tenía alrededor de su cuello era amarillo y se movía por culpa del rápido viento al igual que su pelo marrón. Una gafas al estilo aviador estaba. Sobre sus ojos azules. La aparición de la chica causó una carcajada en los dos chicos. -

- Esas gafas rojas... Ese pañuelo amarillo... Ese capturador en el brazo ...

- ¡Eres! ¡Eres un Pokemon Ranger! -Acertó uno de ellos - Niña es peligroso hacer estas cosas, vuelve a la escuela. - Dijo mientras la hacia un gesto con la mano para que se marchara -

- Me gradúe en la escuela hace bastante tiempo. - Afirmó la chica con un tono orgulloso buscando ganar tiempo para que así Latías pudiera escapar - ¿Quienes sois y que pretendéis? - Preguntó con un tono autoritario. -

- ¡Somos los Pokemon Nappers! ¡Queremos capturar a los... - Antes de que pudiera terminar aquella frase su compañero le gruño echándole la bronca -

- ¡Estúpido bocazas! ¿Acaso no ves lo que pretende? Quiere sacarnos información. -El que parecía tener un poco más de inteligencia entrecerró los ojos mientras su compañero bajaba la cabeza levemente avergonzado. - En una región tan pacífica como la de Oblivia ¿Para qué necesitamos a Pokemon Rangers como tu? No lo conseguirás Ranger y te llevarás un regalo. ¡Cañón plasma! - Aquello parecía un grito de guerra y mientras lo gritaba pulsaba un botón. Una ráfaga de plasma salió del Dadaget. La Ranger abrió los ojos con rapidez sorprendía de aquello, su Staraptor estuvo a punto de no poder esquivarlo pero descendió unos metros para así librarse de aquello. -

- Por fin nos hemos librado de esa pedante Ranger - Dijo uno dándose la vuelta mientras aún hablaba con su compañero - Ahora tenemos que capturar a Latías... Pero ¿Dónde narices se ha metido ese pájaraco? - Susurró enfadado mientras miraba a su alrededor pero el Pokemon ya había escapado y estaba muy lejos de allí -

- Será posible... Esa Ranger ha hecho que le perdamos. -

- ¿Hablabais de mi? -Dijo la chica con una sonrisa y con la cabeza levemente ladeada -

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