Capitulo 8: ¿Un sueño?

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Brisa despertó dando un pequeño respingo. Estaba tan cansada que se había quedado dormida en la playa, aunque alguien le había puesto un manta por encima. ¿Habría sido Buck? Nunca lo sabría. La ranger se desperezó y con los ojos aun entreabiertos encendió la pantalla del navegador para mirar la hora. Aun eran las cuatro de la mañana. 

Se levantó con cuidado de no hacer mucho ruido y se sacudió las piernas y los brazos, para así tratar de desprenderse de la mayor cantidad de arena posible, aunque aquello fuera una misión casi completamente imposible. La joven dobló con cuidado la manta y comenzó a caminar hacia la cabaña de Buck. El anciano la había preparado un colchón hinchable que era sin duda mucho más cómodo y menos pegajoso que la playa. Sin embargo, hubo algo que llamó su atención. Una esfera brillante flotaba sobre las escaleras que llevaban al pueblo. Brisa se frotó los ojos, para comprobar si aquello era un productor de su imaginación, pero no desapareció y encima comenzó a moverse. 

Tenía que tratarse de un pokemon, pero en aquella oscuridad y aun con medio cuerpo en el mundo de los sueños, Brisa era incapaz de descubrir cuál era. Bajó su mirada para buscar el navegador y cuando volvió a alzar su cabeza aquella esfera había desaparecido. 

— Me la habré imaginado. — Brisa negó con su cabeza, como si así fuera a sacarse aquellos pensamientos de la cabeza, pero no fue posible. 

La esfera volvió a aparecer y comenzó a moverse lentamente hacia el Pueblo Cocona. Brisa dejó la manta con cuidado y comenzó a seguir aquello esfera. ¿Y si era obra de los Pokémon Nappers?

Brisa comenzó a caminar tras aquel haz de luz brillante que se deslizaba rompiendo la oscuridad de la noche. Sus movimientos eran casi hipnóticos, una danza que etérea, tan sutil que parecía sacada de un sueño. La luz se deslizó entre las casas, ¿sería capaz de atravesar las paredes de madera?

— Prrr... Prrr... — el navegador comenzó a sonar, como si fuera a dar una información importante — Son las prrr... Cuatro y prrr media.

La luz se detuvo unos instantes, como si hubiera escuchado los ruidos del capturador. La Ranger trató de cubrir la pantalla, para que el Navegador dejase de sonar y la luz siguió su camino.

Parecía que se dirigía hacia el Bosque Teca. ¿Acaso tendría relación con el monolito del que los Nappers habían sacado aquel extraño grifo? El brillo se tornó de un color algo verdoso y se detuvo en el monolito que se encontraba antes de la entrada al bosque.

— ¿Qué es lo que eres? — se preguntó la Ranger mientras extendía su mano hacia aquella esfera. Sin embargo, se detuvo unos instantes con miedo.

— Biii — una tenue voz se escapó de aquella esfera y comenzó a tomar forma. Brisa nunca había contemplado la forma de aquel Pokémon, pero era realmente hermosa.

Su cabeza era similar al capullo de una azucena que aún no había florecido. Dos finas antenas se escapaban de su cabeza y terminaban en un color azulado. Sus grandes ojos de color azulado estaba rodeados con una línea oscura.

— ¿Celebi? — la Ranger nunca había contemplado un Pokémon singular. — ¿Qué haces aquí?

El Pokémon no respondió y comenzó a dar vueltas creando una intensa luz. Brisa cerró sus ojos con fuerza y escondió su cabeza entre los brazos. Celebi aumentó la velocidad de sus giros y fue entonces cuando su cuerpo comenzó a levitar. 

— ¡Celebi, basta ya! — suplicó la Ranger alzando su voz para que el Pokemon se detuviera. 

El cuerpo de Brisa volvió al suelo y sus rodillas se clavaron en el suelo con fuerza, seguida de las manos. El suelo estaba frío y mojado, como si acabase de llover. De los labios de la Ranger se escapó un leve quejido. Echó su cuerpo hacia atrás hasta quedar sentada sobre sus talones y se sacudió las manos para quitarse la tierra. 

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