Capítulo 3: Pichu Kelele

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El cuerpo de Brisa había sido arrastrado hasta la playa de isla Dolzor, aún no estaba consciente y algunos Pokemon se habían acercado curiosos hacia ella. De pronto la chica comenzó a toser, abrió los ojos y su cara comenzó a enrojecer, no podía respirar, tenía los pulmones llenos de todo el agua que había tragado. Se puso de lados para así escupir todo el agua. Intentó levantarse con demasiada velocidad así que cuando se puso en pie no tardo mucho tiempo en volver a desplomarse sobre la arena, las palmera giraban a su alrededor y de fondo el capturador no paraba de sonar una y otra vez sin tregua.

— Coordenadas actuales... Longitud: 055666 Latitud: 355671. Se ha introducido agua marina en los circuitos del navegador integrado en el Capturador. — El navegador sonaba metálico pero cada vez aquella voz se volvía más tenue y más metálica. — Coordenadas actuales... Longitud : 05... Prrrt... Prrrt... Latitud : Prrrt Se ha introducido agua marina en los circ... Circ... Circ... Prrrt.... — Brisa dejó escapar un gemido de dolor, tenía dolorido el costado, también le costaba respirar pero aún así lentamente se levantó de la arena. Tosió un par de veces escupiendo agua salada y aquel horrible sabor se hospedó en su lengua, en su paladar y en sus carrillos. Vomitó algunas algas y también agua que había tragado tras caer al mar. Tardó unos segundos en recuperarse, pero cuando lo hizo volvió a escuchar la metálica voz proveniente de su capturador. — Estamos en Isla Dolzor, en la región de Oblivia. Reinicio del programa del navegador en curso. Reinicio del programa del navegador en curso... —

— ¡No puede ser! — Gruñó la joven golpeando con fuerza el capturador —

— Actualizando el sistema... Actualizando el sistema

— ¡Es que hay cobertura por aquí para ponerse a actualizar! — Brisa a veces odiaba a su capturador — ¿Crees que es un buen momento para ponerse a actualizar?

— Si — Y después de que el capturador diera aquella opinión continuó actualizando —

— Ya de paso descárgate algún juego ¿No crees? — Aquello ponía de los nervios a la chica. ¿Acaso el Profesor no podía evitar esas cosas?

— Introduce tu nombre para completar la actualización

— Esto no puede ser verdad... ¿Después de tantos años no sabes mi nombre?  — Brisa empezó a teclear su nombre letra a letra. Y como si fuera algo tonta fue diciéndolas en voz alta — Be... Ere... I... Ese... A... ¡Brisa! ¿Estás contento?

— Capturador perteneciente a Brisa. Registro del nombre concluido. Actualización completada. Reinicio del programa finalizado.

— Llamar a la Unión Ranger. Tengo que avisar a los demás de todo lo que ha pasado.

— No se ha podido restaurar el comunicador del Capturador.

— Pero si que puedes hacer una maldita ¡ACTUALIZACIÓN! — debía tranquilizarse, tenía que respirar. Pensar en lo más importante —  Localiza a Verán.

— No se ha podido establecer comunicación con Verán.

— ¿Nada? — La joven tecleó con rapidez algunas cosas en la pantalla del capturador pero no encontró nada. Miró al cielo y cerró los ojos — Espero que estés bien amigo mío...

— Accediendo a datos según la latitud y la longitud. Nos encontramos en Isla Dolzor, que estás deshabitada. Dirigete a Isla Reíris, al norte, se encuentra al otro lado del mar.

La joven asintió lentamente con la cabeza, recordaba que solo había un Ranger en la región de Oblivia y por suerte estaba en Isla Reíris. Pero había una pequeña complicación, ¿Cómo llegaría hasta la otra isla? Nadando estaba claro que no, ya había tenido suficiente agua por aquel día. Tendría que capturar un Pokémon lo suficientemente grande como para que pudiera llevarla. Estaba en la playa, la parte que estaba más al sur de la playa y para ir a Isla Reíris tendría que dirigirse al norte donde quizá habría algún embarcadero. Andar por la playa era complicado, los pies se hundían y la arena alcanzaba cualquier parte. Pudo salir de la playa hasta acercarse a un lugar con vegetación, se puso la mano en el frente para así hacer una especie de visera que podría dar sombra a sus ojos. Había un pequeño camino entre la maleza, no parecía estar hecho por el hombre pero se podía pasar por ahí. Su ropa se enganchaba con la naturaleza, llegando incluso a romperse en algunas partes.

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