Capítulo 2

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Los primeros tres años desde que accedí a cuidar a Cat, todo fue tranquilo, tranquilo hasta el punto de que no sabía ni porque me habían pedido ser el niñero.

Pero se empezó a hacer mayor, a los cuatro años ya hablaba cinco idiomas con fluidez, a los seis ya había ganado más de trece torneos de esgrima.

Y empezaron a llegar los problemas después de su décimo cumpleaños.

Según la policía un ladrón había intentado entrar en su casa, pero todos sabían que no era un ladrón  y todos sabían que no querían robar nada.

El día de su duodécimo cumpleaños tuvo una pelea conmigo porque según ella estaba enamorada y yo le dije que era demasiado pequeña, y desapareció, cuando la encontramos estaba con un tipo, un demonio mejor dicho que se la quería llevar, gracias a Lucifer sé arrepintió y vino corriendo a mis brazos antes de que ese demonio pudiese tocarle un pelo, después de eso lo maté.

Hoy cumple dieciséis, desde lo de aquel demonio no ha vuelto a ocurrir nada inusual.

Baja las escaleras con un vestido verde azulado que le llega hasta las rodillas y es bastante suelto, pienso que mi Cat nunca se hubiese puesto algo así, tal vez debe ser porque se criaron de distintas formas. Pero son idénticas, la misma persona.

Da una vuelta para que pueda apreciar como le queda el vestido. Tengo que reconocer que esta bastante buena, pero otra de las cosas que les diferencia es esto, la antigua Cat jamás hubiese pedido mi opinión y menos sobre ropa. Ella no necesitaba sentirse bonita, solo cómoda.

Y no pienso parar hasta averiguar toda la verdad, porque sé que hay algo que me están ocultando y lo voy a descubrir.

— Cada día que pasa estas más buena— Cat se pone roja y se ríe tontamente.

— Cuidado que no escuche eso mi padre.

Si ella supiera que... No, no puedo pensar en eso ahora.

— Vamos, tenemos un par de cosas que hacer antes de celebrar tu cumpleaños.

Dos velas para el diablo dos : Angelo |REESCRIBIENDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora