Capítulo 10

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Entramos en la casa rápidamente y le ponemos en el sofá mientras sigue convulsionando.

Dentro de la casa hay gente hablando en ruso, sobre una institución, La Institución.

—Estas seguro de que era este ¿verdad?— dice mientras le pega una pequeña patada, lo que hace que el sujeto que esta en el suelo se retuerza de dolor.

—Sí, estoy seguro de que es este, le he visto los ojos cuando estaba convulsionando en la casa de mi jefe.

Me tiende una bolsa de cuero, y me dice:

—Entonces ya no pintas nada aquí, del resto ya me encargo yo, puedes irte por donde has venido y sin decir una palabra de nada, o me veré obligado a matarte, y entonces será cuando no puedas cumplir tu promesa. Vete.

Y sin decir nada más, me voy tal y como he venido.

Dos velas para el diablo dos : Angelo |REESCRIBIENDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora