Capítulo II (parte 2).

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Terminé de fregar, estaba hambrienta aun que no podía quitarme esa imagen de la cabeza, era algo acojonante una no ve esas cosas cada día. Puse la televisión pero me acordé que solo había mierda para atontar a la gente y más mierda manipulada para que no se enteren de las noticias, es un asco de país y un asco de todo, mejor me pongo alguna de las varias películas que tengo en la lista, cogí el móvil y saqué la lista de películas que tenía que ver y cogí una al azar. -Mmm ¡ésta!- dije con el dedo índice sobre el título de la película, era Memento, la busqué por internet y me sorprende que aún no hayan censurado también internet del todo con la ley mordaza, no puedes publicar cosas que puedan "alborotar" a la gente o te tachan de "alborotador" y básicamente eso te jode la vida entera porque no te dan trabajo en ningún lado no quieren problemas con la ley, conecté el ordenador a la televisión que tampoco era muy vieja, era de plasma normal.

Calenté la pizza en el microondas y me puse un vaso de Kas, llevé la comida a la mesa del salón y no me había dado cuenta de que aún seguía con la ropa de la calle, me fui a cambiar rápidamente y mientras me cambiaba cerré las cortinas por precaución y el de enfrente volvía a llorar parecía que le estaban torturando ahora ya me daba pena no puedo estar eternamente cabreada con él y odiarle tanto -vamos no tiene la culpa de estar así, creo, no seas tan zorra y no le odies tanto ya da hasta pena.- me dije a mí misma mientras miraba hacia su ventana que seguía con la persiana medio bajada, estaba lo suficientemente subida en realidad como para tirarle un avión de papel con un mensaje, no se por qué pero se me ocurrió esa idea no iba a ir a su puerta y decirle "Hey antes te odiaba y me caías como el culo pero me das pena ahora ¿qué tal?" seguramente me mandaría a la mierda o me daría un portazo en las narices.

Pensé en diferentes formas para comunicarme con él y lo único que se me ocurrió fue hacer una nota con forma de avión de papel y tratar de llamar su atención para hablar mediante carteles, sinceramente no sé cuál es más cutre, estuve pensando mientras entraba en mi correo y a ver si el profesor había mandado deberes o algo el viernes ya que había faltado ese día por el viaje y decidí que la mejor opción por cutre que parezca era mandarle aviones de papel, empecé con algo simple, un hola.

Puse un "Hola." grande en el centro del folio, hice un avión de papel y lo lancé con la esperanza de que atravesara su ventana, la única ventana que daba a su piso era la ventana de mi habitación, creo que también da a su habitación.

Por un momento quería entrar en alguna red social para enterarme de lo que pasa a mi alrededor pero tampoco podías opinar mucho, también están controladas si pones un tweet contra algo o alguien ibas a la cárcel, la tauromaquia ha vuelto y es peor que antes, habíamos vuelto atrás en el tiempo y cómo no, tienes que ir cada domingo a misa aun que seas atea y te de asco como a mi, yo siempre me siento atrás del todo para oír lo menos posible la "palabra del señor".

Como no podía entrar en las redes sociales sin acabar cabreada y asqueada por todo me puse a entrar en las páginas obsoletas de internet, Blogger y Ebuddy.

Tenía cuenta en Blogger y varias para el Ebuddy, la verdad es que no se para qué entro en el Ebuddy si no tengo a nadie de mis amigos ahí pero supongo que quería entrar de todos modos, la costumbre. Después de mirar en Blogger llegó un avión que atravesó toda mi habitación, lo abrí y había un mensaje algo más largo que mi "Hola.", "No te metas con cosas que no existen.", eso me dejó confundida y algo incómoda eso no estaba en mis posibilidades seguro que esa posibilidad era la posibilidad número 1001.

Al rato me llegó otro avión "Perdónale, está fatal y siento que de este castigo pero no puedo hacer nada para que se le quite la depresión es demasiado grande...", -¿le? ¿Es que hay alguien más ahí viviendo con ese capullo depresivo?- dije extrañada, miré por la ventana y la persiana estaba abierta entera, estaba el hombre de antes asomado a la ventana mirándome.

Hice otro avión intentando ser empática, mentí, la verdad es que estaba rozando el odio y la pena. "No pasa nada, ¿quién eres? ¿Vives ahí tú también?" y lancé el avión, lo cogió con la mano arrugándolo un poco.

Eran las 6 de la tarde y tenía hambre, fui a por un par de galletas y me hice un Nesquick, odio el colacao no se deshace tan fácilmente como dicen además yo lo quería frío, volví a la habitación y tenía un avión encima de la cama.

"No, no vivo con él solo voy a ver si sigue vivo de vez en cuando y siento haber sido tan mal educado antes, tenía prisa, yo soy Íñigo, encantado."

Si hubiera dado un sorbo al Nesquick lo habría escupido como cuando en las películas te cuentan algo muy sorprendente y escupes el café en la cara de alguien, ¿ESE es Íñigo Errejón de verdad? No lo había reconocido está, está... Está muy... ¿Crecidito? No creo que esa sea la palabra que estoy buscando pero estaba irreconocible, escribí otro avión presentándome y de paso me despedí de momento porque tenía deberes y bastantes.

Terminé los deberes y entré en una carpeta que tenía con contraseña, ahí tenía todos los vídeos, todos los tweets y noticias de 2011-2016, sí parecía una locura pero fue lo que pude recuperar antes de que tuvieramos este gobierno que roza la dictadura. -Si tan solo pudiera publicarlo y abrirle los ojos a la gente...- dije mordiéndome la parte izquierda del labio inferior, tenía esa manía cuando estaba nerviosa o tenía rabia me mordía esa parte del labio.

Recogí el ordenador para pasarlo al salón y ver Black Mirror cuando entró un avión de papel reciclado, ¡papel reciclado! Hacía años que no veía papel de ese tipo, "Hola... ¿Estás ocupada? Quiero hablar... Aun que si no quieres no importa... Lo siento...", era el primer avión que recibía con tantos puntos suspensivos.

Mis planes se acababan de ir a la mierda, a ver puedo ver Black Mirror en el ordenador pero no sería lo mismo, decidí contestarle, "¿Por qué lo sientes por observarme o por lanzarme un avión que incomoda?" no pude resistirme a ponerle eso. Al rato llegó otro, "Ambas cosas... Lo siento... Hacía tiempo que no oía música o algún ruido por aquí... Y además te dije que no te metieras con cosas que no existen, ¿por qué sigues hablándome?" este no tenía tantos puntos suspensivos como el otro, "Has empezado tú, ¿se suponía que tenía que ignorarte? P.D.: Estamos matando árboles inocentes, lo sabes, ¿no?" puse yo, la verdad es que parece cutre esto de lanzarse avioncitos de papel pero entretiene bastante y lo mejor de todo, hay silencio. "Yo no, tú sí éstos árboles ya estaban muertos de antes." me había esquivado la pregunta, "No esquives preguntas, ¿por qué tendría que ignorarte?" lancé. "Es tarde... Adiós..." me devolvió, creo que he pinchado en el hueso y por eso me esquiva las preguntas, "Adiós, Pablo." no se me ocurría nada mejor que decirle, lancé ese avión y me fui a cenar y por fin a ver Black Mirror hasta que me sintiera cansada.

Salud y RepúblicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora