Salud y República

Capítulo V.

Me desperté con el canto de los pájaros creí que todo lo de ayer había sido un sueño pero miré a mi habitación y no, no lo era, me quedé mirando al techo durante un rato hasta que pasó un avión de papel delante de mis ojos, ¿qué hora es? no lo se pero supongo que son las 12 del mediodía o así, me levanté y abrí el avión, ''Hola ¿estás bien? He visto todo lo que pasó ayer en tu casa...'' ponía el papel, ''Estoy perfectamente, tranquilo no me he muerto.'' le respondí despreocupada, a los pocos segundos entró otro avión que ponía ''No tiene ninguna gracia...'' con un par de manchas en el papel, más que manchas eran lágrimas, ''Oye ¿tú nunca te has deshidratado o es que tienes una fuente natural de agua en los ojos?'' puse yo, tampoco era para hacer una montaña de un grano de arena solo dos cabrones habían entrado en mi casa y me habían robado toda la información pero no pasaba nada, tenía el lápiz de memoria, esta vez tardó aún menos en enviarme el avión y solo había tres puntos suspensivos, había sido muy bestia le importaba y bastante, pero al menos hice que saliera de su casa, ''Lo siento, pero estoy bien, de verdad, no quiero que te preocupes tanto por mi. ¿Quieres ver una peli esta noche conmigo?'' le respondí. Tardó algo más en enviar el avión esta vez, ''No pienso salir de casa... nunca...'' puso, ''Si ya has salido una vez por que salgas dos no te va a pasar nada, solo es una película, vamos'' respondí, creo que no sabe que ayer me enteré de todo, ''No he salido de casa desde... desde que pasó eso en 2016...'' mintió, ''No me mientas Pablo, ayer estuviste en mi casa, me gritaste al oído, me lloraste en la cara, me cogiste en brazos y me curaste, que estuviera inconsciente no quiere decir que no pudiera enterarme de todo lo que estaba pasando.'' respondí un poco cabreada, odio a las personas mentirosas, las odio y me dan asco, ''No sé de que me hablas... yo ayer solo vi todo por la ventana... sin poder hacer nada... como el inútil que soy...'' se empeñó en mentirme otra vez. Estaba bastante cabreada, ¿por qué se empeña en mentirme? Es absurdo y no entiendo por qué lo hace, ''Vale si estabas ahí mirando ¿quién me llevó a mi habitación entonces?'' respondí, "No estaba mirando en ese momento... No lo sé..." ponía, esto ya era absurdo, "¿Sabes que odio a muerte y me dan asco las mentiras?" puse yo, "Lo siento... Por favor perdóname... No me odies... Por favor... Eres la única persona que me ve..." puso, después envío otro avión más pequeño, "¿Dónde y a qué hora?", la verdad es que no soy la única persona que le ve, pero sé lo que es eso y aunque estés rodeado de mil personas no puedes verlo y solo ves una o ninguna, "Segundo derecha, a las 9" respondí.

Después de eso miré el reloj y eran las 2 de la tarde, ¡las dos! Era tarde y había perdido un día de clase, entré corriendo en el correo y vi que tenía 16 correos nuevos, deberes y apuntes por todas partes tenía que organizarme y no podía perder el tiempo así que me puse a trabajar sin pausa nada más que para comer hasta las 8 y media de la noche que terminé todo.

Miré en el lápiz de memoria alguna de las películas que tenía y me apetecía ver "La tumba de las luciérnagas" pero recordé que es muy triste y que la gente normalmente siempre sale llorando o lloraba cuando la veía y cuando me puse a buscar un plan B buscando entre tantas películas ya eran las 9 y ya estaba aquí, no me dio tiempo a buscar otra película y es normal si tengo mas de 500 en el lápiz, fui a abrir la puerta y ahí estaba, horrible e informal con barba, el pelo suelto, unas zapatillas, unos vaqueros desgastados y una camiseta vieja cualquiera, menudo cuadro.

-Sigues horrible.- dije, -Lo sé...- dijo mirando al suelo, -Pasa anda.- dije apartándome de la puerta, -¿Qué vamos a ver?- dijo curioso, sentándose en el sofá, -La tumba de las luciérnagas...- dije poco convencida desde la cocina, estaba haciendo palomitas y mientras se hacían cogí dos vasos y la bebida y lo llevé al salón, -¿Por qué no suenas muy convencida con esa película?- dijo mirándome confundido, -Me gustaría verla pero me han dicho que es muy triste y hace llorar.- dije soltando los vasos y la bebida en la mesa de cristal y madera que había frente a la tele, a un lado estaba mi ordenador portátil conectado a la tele, -No me importa llorar si tengo alguien a quién abrazar... Si no te importa claro...- dijo mirando hacia otro lado, -¿Me está tirando fichas?- pensé mientras ponía la bebida en los vasos, tirar fichas o tener el casino abierto es tan 2016 pero a mí me gustan esas expresiones como decir que alguien es random o que algo es bizarro y heavy, sonó el microondas y fui a sacar las palomitas para ponerlas en un bol volví con ellas y puse la película.

A medida que pasaba la película era todo más triste, sentí rabia, odio y tristeza todo a la vez, era mucha injusticia, casi al final de la película era demasiada tristeza, me sorprendió que Pablo aguantase tanto tiempo sin desmoronarse y romper a llorar, se abrazó a mi y empezó a llorar en silencio mirando a la tele, -No es justo...- fue lo único que dijo en voz baja, y la verdad es que no lo era, la historia de La tumba de las luciérnagas es muy triste e injusta.

Terminada la película teníamos hambre y pedimos unas pizzas, -¿Quieres ver otra o alguna serie?- dije, -Algo que no sea tan triste, por favor.- dijo secándose las lágrimas.

Puse American Horror Story y la cena había llegado, no creía que tendría tantos sobresaltos la serie a cada rato había algún grito o alguna palabrota de uno de los dos lo cual era gracioso de alguna forma.

Comiendo un trozo de pizza me di en la herida del labio y me dolió un poco, -¿Te duele mucho?- dijo mirando la herida, -Solo cuando como algo caliente o algo salado, no es nada.- le dije sonriendo, -Tienes una sonrisa muy bonita.- dijo un poco sonrojado, me volvía a tirar fichas, -No he llevado 11 años brackets en vano, ¿sabes?- dije un poco picada, la verdad es que odiaba los brackets, no en la gente pero en mi obviamente sí, -¿Por qué vinieron a por ti ayer?- dijo para cambiar de tema, no quería llegar a esto pero tenía que explicarselo algún día, dí un profundo suspiro, -Fueron a por John Boy pero como no lo encontraron solo fueron a por el ordenador.- dije, -¿John Boy? ¿Y por qué irían a por él de todas formas?- dijo confuso, -Porque tiene un blog que pretende abrirle los ojos a la gente y salvar España, obviamente John Boy no existe, soy yo y en ese ordenador tenía todos los vídeos, tweets, noticias, etc que habían desde el 2011 hasta el 2016, y se lo llevaron...- dije algo rabiada, -Entonces ya no puede hacer nada, ¿no?- dijo un poco desanimado, -No te desanimes, solo era una copia el original está en el lápiz de memoria.- dije medio sonriendo, -¿Qué? ¿De verdad?- dijo, se le iluminaron los ojos, hacía años que no veía eso, esa ilusión en su cara, -Y ese blog, ¿cómo se llama?- dijo, la verdad es que me da vergüenza decirlo, el nombre es muy cutre, -Te vas a reír, es muy cutre el nombre...- dije mirando a otro lado un poco avergonzada, -También era cutre la idea de comunicarnos por aviones de papel y al final nos acabo gustando, incluso a Íñigo.- dijo sonriendo, le había devuelto la esperanza y la ilusión de creer en que era posible cambiar España con solo un blog con un nombre cutre, es alucinante, -No te rías pero el blog se llama Acción Patriótica.- dije mordiéndome el labio, -Llama la atención y me gusta.- dijo serio, me tumbé en el sofá con las piernas un poco separadas y mire al techo, -Ojalá fuera algo real y de verdad...- dije, me estaba entrando el sueño en verdad, él también se tumbó pero encima mía, rodeando mi torso con sus brazos y apoyando la cabeza en mis pechos, sentí como me sonrojaba y cómo me ardía la cara solo deseaba que no me mirara a la cara porque seguramente la tenía más roja que un tomate y me avergonzaría más, -Solo hay que creer.- dijo medio bostezando y yo también bostecé, me lo había pegado, la luz estaba apagada, solo la televisión alumbraba el oscuro piso, ya nos habíamos dormido cuando la pantalla se apagó y se quedó la televisión en stand by.