Salud y República

Capítulo IV.

Pasaron los días y me fui ganando cada vez más la confianza de Pablo, seguía depresivo pero un poco menos, al parecer tenía que mantenerle lo más distraído posible para que no empeorase lo cual era muy difícil, es muy difícil distraer a este hombre en realidad, se me acaban las ideas y el mal tiempo no ayuda mucho que digamos.

Era lunes y estaba editando una entrada en mi Blog, era la quinta entrada que publicaba, es un Blog donde cuento la verdad de lo que está pasando en España y de lo que había pasado en estos años, con apoyo de los recursos que tenía en esa carpeta, quería abrirle los ojos a la gente para que reaccionara pero obviamente no voy a usar mi nombre, usé el sobre nombre de John Boy, buscando un nombre para ponerme me acordé de Love of Lesbian y de su John Boy inexistente que para los nuevos es existente y tiene vida propia, llamaron a mi puerta y al parecer era un técnico del gas que venía de inspección, me pareció raro porque normalmente te envían un aviso para no pillarte desprevenida pero le deje pasar de todos modos, iba a vigilarle por si hacía algún movimiento sospechoso o algo, estaba haciendo la comida y tuve que apagar el fuego para que pudiera hacer la inspección, tardó más de 1 hora en inspeccionar todos los rincones de la cocina y de la casa yo, obviamente, le iba persiguiendo por toda la casa, aquí hay gato encerrado ¿por qué y para qué iba a presentarse un supuesto técnico del gas para hacer una inspección sorpresa? Tampoco es que tocara mucho la instalación, por no decir que pasó de ella completamente, solo se dedicó a apuntar cosas en una libreta y después de tantas vueltas y de observar mi comida -¿Será descarado y sinvergüenza?- pensé con cara de qué cojones estás haciendo y por qué observas mi comida, se fue por fin y pude seguir con mis cosas y cocinando, hacía buen día y, aun que hayan pasado días, Pablo y yo seguimos comunicándonos vía avioncitos de papel, esa idea tan cutre que tuve al parecer nos gustó a los dos al final.

Me puse a comer mientras veía American Horror Story en la televisión, obviamente no veo la tele me había descargado las temporadas antes y las ponía en la tele con un lápiz de memoria, estaba empezando a verla, estaba en mi lista de series y películas junto con otras series más, terminé de comer y acabó el capítulo, fui a fregar el plato, los cubiertos y el vaso y me entró un sueño terrible, era muy raro porque a mí nunca me entra sueño después de comer y menos de esa manera, fui a echarme un rato en la cama o eso creía, antes de que pudiera hacer nada para evitar el hostión me había desplomado en el suelo, inconsciente y lo peor de todo es que me enteraba de todo pero estaba paralizada también y no podía hacer nada para abrir los ojos y despertarme. Sentía todo, oía voces en la lejanía, no podía escuchar una frase completa solo palabras sueltas, me pegaron una patada en la boca y podía sentir la sangre correr por ella -¡ARGH! Cobardes de mierda...- pensé, eran dos hombres podía oír sus voces en la lejanía pero seguía paralizada e inconsciente aun que me enterase de casi todo menos de lo interesante e importante, -Espera, ¡¿están toqueteando mi ordenador?! ¡QUITAD VUESTRAS SUCIAS MANOS DE MI ORDENADOR!- estaba oyendo como uno de los dos revolvía en los cajones y otro lanzaba insultos hacia mi ordenador, y hacia mí por supuesto. -¡¿Pero qué cojones me han echado en la comida?!- Por primera vez en mi vida estaba realmente asustada, ¿por qué me drogan? ¿Qué van a hacerme? ¿Saldré viva de esta? ¡Por favor que alguien me ayude!, era lo que estaba pensando constantemente, seguía tirada en el suelo, los dos cobardes de mierda se iban ya, parece que tienen lo que quieren pero uno de los dos me dio otra patada en la boca aun que esta vez me dio en las narices y ahora me sangra la boca y la nariz, qué bien, seguía igual pero con sangre en la boca, en la nariz y en el suelo, se dejaron la puerta abierta los muy palurdos. Entró alguien corriendo que no paraba de gritar mi nombre y de decir ''no esto no puede estar pasando'' ¿se cree que estoy muerta o algo? -¡OYE QUE NO ESTOY MUERTA PERSONA RANDOM QUE PASABA POR AHÍ!- quise gritarle a la cara pero no podía, no podía reconocer su voz solo se que es un tío y que está más nervioso que un yonki con el mono, me tocaba para que me despertase -Sí venga, ¿por qué no? coge un puto palo también y dame en los ojos para ver si estoy fiambre del todo ¿no te jode? ¡DEJA DE TOCARME Y AYÚDAME!- me estaba poniendo de los nervios este tío, ¿no sabe primeros auxilios o qué?, creo que se calmó un poco y me apartó el pelo de la cara, vio la sangre y me empezó a gritar al oído ''¡NO! ¡MIERDA! ¡JODER! ¡ME CAGO EN DIOS! ¡NO! ¡NO PUEDE ESTAR PASANDO ESTO! ¡NO A TI NO!'' -Pero qué... ¿Por qué a mi no? ¿Quién cojones eres?- pensé, podía sentir su respiración nerviosa en mi cara, parece que sí sabe primeros auxilios pero sigue demasiado nervioso como para reaccionar de forma correcta, está... ¿está llorando en mi cara? Sí, estaba llorando en mi cara, literalmente encima de mi cara, podía sentir en el moflete sus calientes lágrimas, creo que ha descubierto algo, ''Respiras... ¡RESPIRAS!'' me volvió a gritar, -Enhorabuena has descubierto que todavía respiro.- pensé, rompió a llorar y me estaba abrazando con fuerzas, con tantas que creí que me rompería en dos, -Por favor deja de abrazarme tan fuerte, me vas a partir en dos... espera un momento, yo conozco éste llanto... ¿Pablo eres tú? ¿Por qué estás aquí? ¿Qué haces?- Empecé a reaccionar en mi mente, no es una persona random que pasaba por ahí ¡era Pablo! pero, ¿qué hace aquí? ¿habrá visto todo lo que ha pasado? Me cogió en brazos y me tumbó en la cama, podía imaginarme mi habitación hecha un desastre por culpa de esos dos merluzos, Pablo salió de la habitación con prisas, ¿se va a ir ahora? No, volvió a entrar con una caja que oí abrirse, sentí algo fibroso y mojado en mi labio, escocía bastante, ¿me está curando? Sigue nervioso, -Eh, tranquilo que estoy bien... tranquilo, estoy bien.- quise decirle para calmarlo pero no podía seguía en las mismas, terminó de curarme y se fue, por lo menos este había cerrado la puerta.

Cuando me desperté ya era de noche y tenía un algodón en la nariz, me lo quité y miré a mi alrededor, podía moverme por fin, mi habitación estaba echa una mierda gracias a esos dos. Pero lo que más me preocupaba era mi ordenador, qué le habrán hecho, miré con detenimiento mi ordenador y el hardware estaba perfectamente, miré por dentro y el software también excepto por una cosa: ¡FALTABA MI CARPETA! La carpeta a la que le puse contraseña y donde tenía todo, absolutamente todo para el Blog y para abrirle los ojos a la gente, ¡¿pero qué cojones?! me habían seguido la Ip y me estaban controlando todo el ordenador, pueden ver mis contraseñas y todo, me sentí tan impotente, quería llorar o gritar o darle una paliza a alguien o golpear algo con mis manos, pero de pronto recordé que tenía el lápiz de memoria, si de verdad eran tan tontos no se habrán dado ni cuenta, fui corriendo a mirar detrás de la televisión a ver si seguía conectado el lápiz de memoria y sí, seguía ahí, un lápiz de memoria negro, seguramente se habría camuflado con la parte trasera de la televisión que es negra, me dolía mucho la cabeza así que decidí pasar de recoger la habitación y me fui directamente a dormir.