CAPITULO 11
[Narra Marcos]
Estoy cada vez más seguro de mis sentimientos hacia Elizabeth, y llegue a la conclusión: definitivamente la amo… Y lo comprobé desde Aquella cena y el encuentro entre nosotros, cualquier duda se fue y estaba decidido. Ese día al entrar a mi departamento, Elizabeth se me abalanzo estirando sus pies para poder besarme, beso al que yo le correspondí. Ese beso al inicio fue dulce y lento pero poco a poco se fue más allá.
Ella estaba dispuesta a seguir al siguiente paso, pero no estaba dispuesto a darlo, Obviamente me negué ya que era imposible aprovechar la situación sin que ella estuviese consciente de lo que estaba haciendo;¿Por qué tenía que estar ebria?, Tratando de recuperar la respiración le ofrecí una sabanas y con la poca fuerza de voluntad que me quedaba di media vuelta y camine hacia mi habitación, me abalance sobre el colchón listo para dormir y olvidar lo ocurrido. Poco después sentí a alguien abrasarme y supe que era ella. Como estaba oscuro, solo a podía ver entre sombras sin poder distinguirla.
A la mañana siguiente me desperté y ella aun seguía dormida, se veía tan tierna minutos después vi unas lágrimas que corrían por sus ojos y una expresión indescifrable era… ¿dolor? ¿Sufrimiento? De esas caras que solo vez en las novelas cuando algo de verdad malo está ocurriendo o en los velorios que por cierto odiaba ir… en ese instante sentí un deja vú ¿Dónde había visto esa cara?
Ignorando mis preguntas la abrase fuertemente y allí fue cuando de mi cuenta que no llevaba nada puesto solo por las sabanas blancas que la cubrían , atando cabos recordé lo ocurrido la noche anterior y supuse que ella en su estado de ebriedad se había quitado la ropa para dormir.
--No llores, estoy aquí—le susurre al oído en forma de consolación, obviamente ella no escucho porque estaba teniendo un mal sueño. Centrándome más en ella grite para despertarla y luego de que ella despertó me hice el dormido.
La escuche levantarse y vestirse pero no creí que se iría, cuando escuche la manigueta de la puerta salte para darle alcance la abrace y bese su cuello
-Marcos esto no está bien…-
-porque no?- pregunto exaltado ¿ que mas necesitaba para entender lo que sentía por ella? Ella lo piensa unos segundos y después dice:
-eres mi jefe, solo mi jefe, y no podrás ser más que…
Interrumpo--tu jefe ya entendí tu punto… Elizabeth yo nunca he sentido esto por nadie y en realidad quiero estar contigo, y has ocupado ese lugar vacio que ha estado por años, tu cabello, tu sonrisa, tus labios, todo me vuelve loco. Cuando veo mi futuro te veo en él y con lo que paso ayer menos podre dejarte yo…. Te amo. —
***********
[Narra Elizabeth]
Mi corazón se siente apresado y no encuentro una salida ¿debo seguir con esto? Si tan solo fuese tan fácil ¿el me ama? ¿Yo lo amo? No, no creo que se pueda sentir odio y amor al mismo tiempo, estoy hecha una bola de estambre con una mezcla de sentimientos. ¿Qué le digo? No le puedo confesar m amor…
-necesito un respiro Marcos- salgo de la casa dejándolo con la palabra en la boca. Porque tenía que hacerlo tan complicado…
Salgo del departamento cuando una bocanada de viento frio me recorre, envuelvo mi cuerpo con mis manos, miro hacia el cielo, estaba repleto de bellas estrellas. Ese paisaje me hizo sentir que todo estaba bien y la que no podía seguir así era yo, me apoye sobre la pared y me deslice hasta llegar al suelo sin poder contener el llanto. Porque me era tan difícil decir lo que siento de vez en cuanto.
-No llores-
Abro los ojos y veo a Marcos arrodillado al frente mío ofreciéndome un pañuelo. No aguante mas necesitaba mucho tenerlo cerca.
-yo también te amo y... y… estoy harta de evadir lo que dice mi corazón… te amo…te amo-
Sin soltarme me levanto de suelo, me encamino de nuevo hacia él y me abrazo tan fuerte como pudo
-yo te amo más… y nunca te haría daño-
Ugh, porque tuvo que decir eso
-De verdad nunca me harías daño?-
-nunca…-
ESTÁS LEYENDO
~Amor de Locura © ~ (Sin editar)
ChickLitElizabeth siempre fue feliz junto a su familia, hasta que Un día unos hombres entraron a su casa y mataron a su padre. Tres años después el corazón de Elizabeth se había llenado de odio y se propuso encontrar a esos hombres y hacerlos pagar por su...