Dear brother ↠ Waycest

¿El pequeño Mikey tiene celos?

La clase de salud era todo lo que Mikey nunca hubiera esperado y más. Qué un hombre de mediana edad te explicase el tema de la reproducción humana señalando diferentes dibujos en la pizarra de los aparatos reproductores femeninos y masculinos ciertamente no hubiera sido su ideal predilecto para aprenderlo, pero estaba ocurriendo.

— ¿Alguien tiene alguna pregunta? —su profesor preguntó al terminar con su incómoda explicación. Nadie se atrevió a decir nada ni levantar la mano, acababan de aprender la realidad de cómo habían llegado al mundo y las cosas ya no volverían a ser las mismas entre ellos— En ese caso... ¿Sí, Mikey? —dijo este al observarlo levantar una mano. Mikey se aclaró la garganta.

— ¿Como tienen relaciones dos hombres?

Se escucharon risitas venir de diferentes lugares de la clase, incluso Pete soltó una carcajada a su lado, pero Mikey no le veía lo gracioso.

— ¿Porqué quieres saber eso? —su profesor de pronto parecía algo incómodo y confundido ante lo que acaba de oír.

— Usted nos ha dicho cómo se relacionan un hombre y una mujer, pero cuando son dos hombres por donde se supone que entra...

— Mikey, ignoró que podrá hacerte querer saber de esas cosas. Pero yo no voy a decírtelo, no lo tengo permitido y realmente no quiero explicarte ese asunto ahora, cuando no es apropiado para la clase —lo interrumpió antes de que lograse decir algo más.

— Pero profesor... —insistió Mikey, en serio quería saberlo. Si en algún momento iba a hacer aquello con Gerard quería estar enterado de las cosas, pero sus intentos por persuadir a su profesor no parecían estar funcionando.

— Sin peros. Y no quiero volver a oírte hablar de ello o te sancionaré. Ahora ponte a trabajar —le espetó. Mikey soltó un bufido, ¿porqué nadie quería decirle?

— ¿Qué onda con tu pregunta, Mikey? —Pete le susurró cuando el profesor volvió la vista a sus propios asuntos. Tenía una mueca curiosa en su rostro.

— Solo quiero saberlo, es todo.

— ¿Eres gay? —la pregunta le tomó desprevenido, jamás se había puesto a considerar su sexualidad y/o preferencias. Amaba a Gerard, ¿eso lo hacía gay? Él era un chico después de todo, así que tenía sus dudas al respecto. Nunca se detenía a mirar a las niñas de su escuela, solo tenía ojos para su hermano. Gerard era su sexualidad.

— ¿Lo eres tú?

— No lo sé, bésame y luego te digo.

— ¿Qué? —Mikey se giró para mirarlo, sin estar muy seguro de haber oído bien. Pete hacía bromas todo el tiempo, pero aquello no sonó como una.

— Sólo estaba bromeando, cálmate. No me mires como si te hubiera dicho que asesine a alguien —río Pete, con su estruendosa risa de siempre— Pero si quieres hacerlo no me opondré.

— Estoy bien... Gracias de todos modos.

Pete se encogió de hombros— Como sea, tú te lo pierdes —agregó, fingiendo que le lanzaba besos.

Mikey rodó los ojos, conocía al chico hace apenas un período de tiempo relativamente corto y ya se conocía todos los aspectos de este. Le encantaba jugarle bromas a la gente y se reía por todo, siempre acotaba satíricamente en el momento menos adecuado y se había convertido en un verdadero dolor de cabeza para los profesores. Oían nombrar el apellido Wentz y querían salir del salón, pues habían oído sobre su comportamiento particular.