Capítulo 7

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El hombre necesita dificultades porque son necesarias para disfrutar el éxito.

La sorpresa en la mirada de Leo fue mayúscula, cuando a Ken se le ocurrió presentarlo oficialmente como su novio enfrente de sus padres; el día que al papá de Ken iban a realizarle la primera quimioterapia, Ken le pidió a Leo que lo acompañara, ya que según él necesitaba tenerlo cerca para que le diera fuerzas, Leo estaba tan apenado, que solo contestaba con monosílabos a todo lo que le preguntaban, no era que no quisiera conocer a la familia de su novio, era el hecho de estar presentándose en esta situación tan incómoda, ya que si por él fuera, lo hubiera hecho en otras circunstancias y por supuesto llevando algo a sus padres.

Pero siendo sincero, por dentro estaba feliz porque la familia de Ken lo recibió muy bien, a pesar de la rara situación en la que se dieron las presentaciones. Después de esperar a que todo el procedimiento fuera realizado, Ken salió de la habitación de su padre y fue con Leo, que lo esperaba en la sala de espera, ya que no quiso estar presente cuando realizaran el procedimiento por respeto a la familia.

— ¿Cómo está tu papá? — dijo Leo levantándose de su asiento en cuanto vio a Ken.

— Está dormido, mi mamá se quedó con él — dijo algo apagado Ken.

Leo al verlo algo desanimado solo le dio un fuerte apretón de mano y le sonrió; después de todo Ken tenía que dejar que los doctores y el tratamiento se hicieran cargo de la enfermedad de su padre. La cual sería un lucha larga y tediosa, pero así eran las cosas, y ya no podía cambiar nada.

Salieron del hospital en completo silencio rumbo al auto, llegando al estacionamiento al levantar la mirada, a lo lejos Ken pudo divisar un pequeño letrero, y sin más salió corriendo hasta ese lugar. Leo que no entendió al principio solo lo siguió sin preguntar nada, ya se estaba acostumbrando a la espontaneidad de Ken.

Entraron al local, que se veía bastante higiénico y limpio, para lo que siempre se había imaginado Leo, todo estaba en orden y una muchacha de cabellos rosados les dio la bienvenida.

— Hola, bienvenidos ¿En qué podemos servirles?

— Estoy interesado en hacerme un tatuaje, pero no tengo muy claro la idea, será posible que me puedan ayudar en eso, es que quiero que sea algo especial — respondió Ken.

La chica los pasó con uno de los tatuadores llamado Jim, él era especialista en hacer diseños al azar y a mano alzada. Aunque se suponía que quien se realizaría el tatuaje era Leo, Ken le dijo que él también se iba hacer uno, solo que el motivo de Ken era en honor a su padre, ya que quería llevar algo que le recordara que la vida sigue a pesar de los golpes que te de la misma. Ya que la enfermedad de su padre se lo estaba recordando.

Un par de horas después Ken salió del local con un tatuaje en el hombro que decía: "Cuando eliges la esperanza, todo es posible", escrito en latín, con letras cursivas y una pequeña pluma justo debajo de las letras.

Cuando Leo le preguntó porque había agregado la pluma, Ken le dijo que lo simbolizaba a él, cuando lo conoció el día que lo rescató de suicidarse, ya que desde ese día lo veía como su ángel guardián.

Leo no sabía cómo Ken podía sorprenderlo tanto y al mismo tiempo podía causarle tanta alegría, solo con decir unas cuantas palabras, Ken lo tenía totalmente cautivado, ya que pareciera que no le costaba en lo más mínimo decir lo que sentía y las palabras fluían de su boca tan firmes y sinceras. Y en cambio para Leo no le era muy fácil, al contrario a veces, cada conversación que tenía con Ken la había meditado por lo menos una docena de veces en su mente; así que comenzó a meditar que se podría tatuar él para poder representarlos a los dos.

Diez [KEO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora