Capítulo 18

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Una pequeña palabra de cariño, puede bastar para llenar un corazón de felicidad.

Con la ayuda de todos los optimistas, Ken y Leo cumplieron el punto catorce. Visitaron una casa hogar y regalaron además de juguetes, ropa y zapatos, un día de verdadera felicidad, a todos los niños que habían tenido la mala suerte de ser abandonados por sus padres o que simplemente los habían perdido.

Llegaron muy temprano. Para Leo, que sabía lo que era crecer sin tener a sus padres fue uno de los días más felices de su vida, ver la carita de todos esos niños que con mucha ilusión esperaban su turno para recibir algo, le partía el corazón, pero a la vez lo hacía sentirse realmente contento por lo que estaba haciendo.

Con los niños más grandes se organizó un partido de fútbol, en el cual las risas no se hicieron esperar, al ver que algunos ni siquiera lograban atinarle a patear la pelota. Todos disfrutaron ampliamente del espectáculo, y al final no hubo ningún equipo perdedor ya que todos recibieron un pequeño detalle como ganadores.

Hongbin estuvo tomando fotografías de todos, y Hyuk les enseñó algunos pasos de baile junto a Seunho, mientras Ken les hacía tiernas caritas para entretener a los más pequeños.

— Hoy fue un día maravilloso — comenzó diciendo Ken de regresó a casa.

— Sin duda lo fue — le respondió Leo.

— Viste sus rostros ¡Dios! Todos eran muy lindos.

14.- Hacer una obra de caridad (x).



La verdad es que la idea de ir a la casa hogar, le había causado al final, ciertos conflictos internos a Leo, ya que se había encariñado demasiado con un pequeño niño, de un año más o menos de edad, que estuvo todo el tiempo alejado de los demás.

En cuanto Leo lo vio, no perdió detalle de él, ya que en sus pequeños bracitos se podían observar moretones y rasguños al igual que en su carita. Cuando preguntó a una de las encargadas por su estado, está le dijo que recién lo habían traído, debido a que sus padres habían fallecido en un accidente de auto, él había sido el único sobreviviente y que por eso, todavía no se integraba con los demás.

Al escuchar aquellas palabras, el nudo que se le formó en la garganta a Leo, solo lo hizo recordar una vez más a sus padres, y el sentimiento por darle protección a ese pequeño niño se instaló en su corazón de inmediato. Ya que cuando el perdió a su familia era bastante mayor y al ver el rostro del niño, comprendió perfectamente lo que de seguro estaba sintiendo a pesar de su corta edad.

Los días pasaron como siempre, solo que con la diferencia que ahora Leo, iba a la casa hogar casi todos los días a visitar al pequeño niño, que se había robado su corazón. Llevaba sus pinturas y con ayuda de las encargadas formó un pequeño grupo para enseñarles pintura.

Todos los niños disfrutaban de pasar los pinceles por el lienzo que Leo preparaba para ellos, pero en quien siempre colocaba su atención era en el pequeño Jung Soo, que al principio se resistía al acercamiento de Leo, pero a medida que pasaba el tiempo eso cambio, ya que en cuanto llegaba Leo al primero que buscaba era a él.

* * *

— Después de la boda de Ravi y N, no pensé que tendríamos otra celebración tan pronto. Pero estoy muy feliz Kendy — comentó la madre de Ken.

— En verdad nos alegra verte tan contento hijo — intervino su padre.

— Gracias por su apoyo, todavía me parece un sueño todo esto. Ahora entiendo a Ravi — dijo muy alegre Ken.

Diez [KEO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora