Capítulo 8

291 36 6
                                    

No entendemos el valor de los momentos hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso haz lo que quieras hacer, antes que se convierta en lo que te gustaría haber hecho.


Varios días después, Ken, volvió a mencionarle el tema del viaje y Leo nuevamente se negó, estaba más que claro que si seguían discutiendo, no llegarían a ningún acuerdo. De un momento a otro, discutían por todo cada vez que se veían. Al final quien se rindió fue Ken, se prometió no volver a mencionar lo del viaje, hasta que pasara un tiempo prudente, y demostrarle a Leo que no tenía nada malo que él hiciera todos los gastos, si al fin de cuentas era para que ambos disfrutaran del paseo y de su compañía mutua.

Ken estaba decidido a arreglar las cosas de una vez por todas, después de casi una semana de la última vez que discutieron, se habían dejado de ver desde ese día; condujo hasta la casa de Leo y estacionó su auto cerca de esta, pero se llevó una no muy grata sorpresa al ver a Leo saliendo de su casa, acompañado de un muchacho que él nunca había visto, ambos se veían sonrientes y eso le provocó celos a Ken.

Pensaba, ¿cómo podía estar tan feliz?, si él había estado molesto y frustrado todo el tiempo por no haberlo visto, además de que lo extrañaba horrores. Pero se dijo a sí mismo que no se haría falsas conjeturas, primero tendría que hablar con Leo. Bajó del auto y ambos chicos lo vieron acercarse a ellos.

— Ken ¿Qué haces aquí? — dijo simplemente Leo a lado de Hongbin.

— Vine a hablar contigo.

— Pues no tengo tiempo — contestó Leo casi ignorándolo.

La cara de sorpresa de Ken se reflejaba hasta en el gesto que hizo con la boca, porque la abrió y cerró un par de veces, hasta que las palabras salieron.

— ¿No tienes tiempo o no quieres hablar conmigo?, y además ¿Este quién es? — dijo molesto Ken.

— Hola... yo soy Hongbin — dijo él saludándolo.

— ¡A ti nadie te preguntó! — dijo Ken casi fuera de sí.

— ¡Ya basta Ken! — dijo Leo alzando la voz — Tengo cosas que hacer con Hongbin, hablamos más tarde — dijo Leo, caminando con Hongbin hasta hacer a un lado a Ken y continuar su camino.

— Pero... ¡Leo!

Aún más frustrado de lo que ya había estado, Ken, vio como Leo y Hongbin caminaban por la acera hasta perderse en la esquina. Los celos lo estaban carcomiendo por dentro, y no lo habían dejado ver y hablar con claridad. Se subió de nuevo a su auto y regresó a su casa, más furioso con Leo, por la forma tan fría, en la que lo había tratado.

Mientras tanto Leo, estaba furioso con Ken, y al mismo tiempo avergonzado con Hongbin, por la forma tan irracional con la que había actuado Ken con él, una cosa era que discutieran ellos a solas, otra muy diferente era que lo hiciera frente a otras personas.

— Perdón por lo ocurrido, Ken no debió tratarte de esa manera — le dijo Leo ya más calmado, en cuanto subieron al metro.

— Tranquilo Leo, ¿supongo que él, es tu novio?

— Si, aunque pensándolo bien ya no sé — dijo frotándose el rostro con ambas manos.

— Oye, no te pongas así, tú también te pasaste, le hablaste algo cortante... además él dijo que venía hablar contigo y no le diste oportunidad.

— Si es verdad.

— Además se ve que te quiero y mucho.

— ¿Y cómo sabes eso? — dijo extrañado Leo.

Diez [KEO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora