Estar entre las paredes blancas de un hospital y rodeada del característico olor del desinfectante me hace pensar en tres cosas. La gente que está luchando por vivir aunque su destino pende de un hilo directo a la muerte; la gente que está experimentado el júbilo de escaparse de un destino fatal; y aquellos que nunca lograrán ver el mundo otra vez. Todo eso me hace sentir extraña, es una sensación cercana la despersonalización de tu cuerpo y un doloroso golpe lleno de realidad.Cierro los ojos por un momento, dejando que mi espalda se funda con la comodidad del sillón y los vuelvo a abrir para encontrarme con la pantalla de mi MacBook. Mi atención cae sobre los cientos de resultados relacionados con la noticia de un joven desconocido que se encuentra hospitalizado en estado grave tras ser apuñalado veinte veces. Por más que entro en los enlaces e indago entre los párrafos que ya deberían de tener algún tipo de información sobre el culpable, lo único que encuentro es un "la policía continua sin identificar al culpable quien se dio a la fuga tras el suceso".
No soy parte del cuerpo de policía ni de la unidad de criminología, sin embargo, conozco a la perfección los procedimientos de estos departamentos. Casi puedo asegurar que están esperando a que el chico despierte para intentar identificar al culpable y de aquí a que esto ocurra él ya estará lo suficientemente lejos para que su rastro se esfume.
El culpable...... El psicopata, ese es el título más adecuado para asociar con ese sujeto. Simplemente su modus operandi es algo que no me hubiera esperado de un ser humano y mucho menos lograré entender la razón por la que alguien haría algo como esto.
Me pongo de pie recorriendo la distancia hacia su cama y me agarro al frio metal de la barra para inclinarme hacia su rostro. Estoy segura de que su intención era matarlo de una manera lenta y dolorosa. Aun así es es un caso dos con un causante que podría estar al asecho y con la hipótesis de que no todo está perdido.
El suave pitido de las maquinas y el sonido del respirador no me deja concentrarme mucho en otras cosas que no sean los cables conectados a su cuerpo y el tuvo de su boca. Puede que se vea moribundo y pálido, se ve horrible. No he tenido el valor de dejarlo solo, han pasado más de diez horas desde lo ocurrido en las que solo dormí una y todavía no puedo irme. Pensar en que se despertará y nadie estará a su lado.
De repente, una voz profunda y desconcertantemente familiar se escucha desde el otro lado de la puerta: —¿Cuándo vendré la enfermera a recoger las muestras del paciente?
Un escalofrío recorre mi espalda, pero mis pies se mueven solos hacia la puerta para buscar una respuesta más coherente a la que se está formando en mi imaginación. No puede ser, hay millones de hombres en el mundo con un tono de voz grave. Llevo tantas horas sin dormir que mi mente me está haciendo pasar una mala jugada. Sacudo la cabeza y cierro los ojos para concentrarme en respirar. Inhala. Exhala.Inhala. Exhala. No hay nada de que preocuparse, los hospitales tienen cientos de cámaras en cada rincón.
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Hail
RomanceA él no le interesa ocultar que los asesinatos son parte de su Currículum vitae. Él es maniático, posesivo, impulsivo y muy agresivo. Él necesita dominar todo aquello que entra en su vida. Para las autoridades su rostro es desconocido pero su nombre...