Estaba por colapsar, no podía ser cierto, ¿es él?, al verlo bien, al mirar sus ojos oscuros, en los cuales se veían miles de universos, al ver esas pequeñas pecas, ese cabello despeinado, y ese cuerpo tan frágil... Supe que era el, y si no lo era, Alioth de seguro seria parecido a el.
El chico aun miraba al suelo, con la pequeña flor en su maño.
-¿Alioth?- dije acercándome un poco más a él.
-P-perdón -dijo con la voz quebrada mientras cerraba sus manos fuertemente, aplastando la frágil flor.
-¿E-eres tú? -por alguna razón quise llorar. Mis emociones estaban colapsando, mi universo estaba dando vueltas.
-Si.
Ya estaba llorando. Miles de estrellas y universos nacieron dentro de mí.
No pude responder y lo abrace lo más fuerte que pude, él estaba allí, era real, él es real.
Mi estrella está aquí.
-No puedo creerlo- dije aun apretándolo entre mis brazos, sentí que él me correspondía al abrazo delicadamente.
-Créelo, lo siento, ahora estoy aquí... No me iré.
-Pensé que no volverías, pensé que imagine todo, que no eras real, que estaba loca- dije aun llorando y separándome un poco de su lado.
-Lo siento, enserio, ahora jamás me volveré a ir.
Tome su mano, sentía que si lo soltaba otra vez desaparecería, que todo se esfumaría.
Pasaron varios minutos hasta que me calmara por completo, ya había parado de colisionar internamente, o al menos deje de colisionar a tal magnitud de sentí que el aire me abandonaba.
Permanecí sosteniendo su mano todo ese tiempo, su mano era cálida, me sentía mejor con el sostenerla.
El mantenía la mirada perdida en las flores, o simplemente miraba al cielo, aunque algunas veces me dedico una sonrisa tímida aunque muy hermosa.
-¿Naima?-dijo con apenas un hilo de voz
-¿si?
-¿No deberías irte?, es tarde- estaba sonrojado, y miro a mis ojos.
-No quiero irme- una sonrisa se formo en mis labios
-¿segura?
-segura.
Permanecimos en silencio unos minutos mas.
-Estoy feliz, aun no creo que estemos juntos, aun no creo que estés aquí. -dije sonriendo
-Yo tampoco lo creo, me es irreal esto, pareciera solo un sueño- dijo con esas sonrisas que iluminan todo mi pequeño mundo.
-No quiero que esta noche acabe.
-Sabes que acabara, pero, aquí estare cada noche, me quedare contigo a partir de ahora para siempre.
Lentamente deje caer mi cabeza en el hombro de él, me abrumaba el tenerlo tan cerca. Pero me hacía sentir tranquila al mismo tiempo, estando a su lado no sentía frió, era cálido, poco a poco sentí como el me abrazaba. Cerré mis ojos y me quede dormida. Allí en sus brazos.
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El chico de las estrellas. (borrador)
Romance¿Qué sientes cuando ves una estrella?, mejor aún, ¿Qué siente la estrella al ser mirada por ti? La pequeña estrella quizá sienta miedo al ver a aquel extraño clavar sus lejanos y fríos ojos en ella. Tú quizá sientas maravillas al hablar con esa estr...