『 ADDICTION! 』 »Emisión«

~Prólogo~

Las palabras de mamá no salían de mi mente. Un simple refresco nocturno me hizo escuchar aquella conversación que tanto temía... No puedo pagar la universidad de Lucy.
Por casi una hora contemplé el tejado, no era tan alto como para no darse cuenta de sus detalles. Decidí levantarme y cambiar mi ropa, no sin antes tomar una ducha que enfriaría mi mente en ese momento.
Salía de mi habitación con una seriedad enorme. No tenía expresión alguna; no quería que mamá se vendiera así, menos por mí.

— ¿Estás lista? — dijo mi madre levantándose del sofá, asentí con la cabeza — Entonces vamos.

La mirada angustiosa de mi madre se ocultaba bajo una leve sonrisa, solo quería aparentar estar bien.
Le sonreí, después de todo es por mi bien.

Bien presentada, suspire dejando ir una gran bocanada de aire. Mamá tomó mi mano y mis nervios se hacían tan fuertes que me dolía el estómago.
Un lugar libre, lleno de jóvenes de mi edad y civilizados, compartiendo, charlando. La universidad Fairy Tail no era cualquiera. No quería entrar aquí, pero por orgullo y un esfuerzo enorme mi madre me hizo llegar aquí.

Mamá le vendió el alma al diablo, más bien a Igneel Dragneel, un hombre que le gusta controlar todo.
Solo por ser el dueño de una universidad no le da el derecho a tratar como animales a los demás. Trago mis palabras; él me mira fijo, con sus ojos que parecieran querer verme desaparecer.

—Y bien señora Heartfilia —arrastró el contrato — Quince horas de trabajo, a cambio del estudio de su hija.

Cerré los ojos, conteniendo la frustración de no poder hacer nada.
Mamá firmó, soltó un gran trago de aire. Nadie trabaja quince horas, es inhumano. Mamá estaba dispuesta a hacer el sacrificio por su hija, yo, quien desde pequeña quería ser Psicóloga.

— Acompáñeme por aquí — Habló la secretaria, me puse de pié y con fiel confianza seguí a la muchacha — Aquí está su identificación, mañana tendrá un examen.

—¿Qué contenido tiene? —Pregunté y ella alzó los hombros con arrogancia.

—Eso no se pregunta— esperé a que mamá saliera.

En ese transcurso un joven de cabello rosa entra sin importarle nada. La secretaria se apresura a llamar a alguien pero este le fulmina con la mirada y cancela su acción.

— Genial, más novatos idiotas — bufó antes de patear la puerta de la oficina principal — ¡Hola papá! ¿Qué hay? Necesito dinero.

Me quedé congelada por eso. El hombre más respetado estaba siendo puesto en ridículo ¿Por su hijo?
Encendió un cigarrillo dentro de la sala, el olor a tabaco se impregnó por todos lados.

—Natsu, ahora no, compórtate una vez en tu vida—el chico exhaló el humo hacia el lado—No fumes aquí. Ten, largo.

¿Cuantos dólares le habrá dado? Al menos los suficientes para que dejase de molestarle, sonrió cínico por sobre el hombro.

—¿Eres nueva, rubia? Estudia matemáticas, te harán un examen—apagó el cigarrillo a medio terminar y lo tiró al suelo.

Se retiró dejando un rotundo silencio entre todos. Nos miramos unos con otros hasta que el señor Igneel rompió el silencio.

—Llame a Makarov, es hora de poner orden con este chico.— Ordenó el hombre de cabello rojo.

Sin más preámbulos, mi madre y yo salimos de su oficina. Nos reímos un poco de la actitud de su hijo.

—No recordaba que el hijo fuese así—dijo entre risas mi madre antes de poner una seriedad sólida - Debió ser a causa de la muerte de su madre.

— Gracias mamá— cambié de tema, no lo había hecho—En serio esto significa demasiado.

Mamá me abrazó susurrando en mi oído: "No dejes que nadie te haga sentir inferior, sé tu misma y preocúpate de tu futuro"

Esa tarde pasé estudiando matemáticas, era algo obvio que lo harían pero de todos modos fue un gran desvelo.
Casi no despierto al otro día, los alumnos estaban preparados y seguros, se veía en sus ojos. Miré a todos lados y mi examen no era de matemáticas...
Era de inglés.

—Mierda.—

Muy buenas!
Esta idea ha estado quemando mi mente hace varios días, tengo 5 borradores de esto y los capítulos de otros fic en progreso c:
No tengo exámenes 😍
Así que les dejé este prólogo, solo es el inicio y eso :)
Probando el nuevo estilo narrativo.