『 ADDICTION! 』 »Emisión«

｢ 10 ｣

Narra Natsu

Me ubiqué en la entrada de la universidad, aún no era la hora de salida por lo que me aburría de estar de pié. La calida brisa me daba sueño y sentí el bullicio típico de mi grupo acercarse.
Sting algo risueño golpeó mi hombro amistoso.

— Recuerda aprobar los finales de semestre— Siguió caminando.

— La recompensa se viene en grande— Terminó Rogue.

Me sentí emocionado, debía aprobar a como dé lugar, después de todo, Lucy ya no estaría para restringir mis actos... ¿No estaría?
¡Demonios, está tardando!

Llevaba veinte minutos esperando como idiota. Se supone que hoy saldría a la misma hora que yo. Unos cabellos rubios, distinguidos de tantos se asomaron lo suficiente para poder decir "Al fin".

— Llegas tarde, vamos— musité en cuanto ella llegó.

No dijo nada en todo el camino.
Quería oírle decir algo, al menos para intentar olvidar las palabras de Sting. Estaba consciente de que si pasaba mis ramos podría disfrutar de alguna dosis, pero a la vez ella ya no estaría.
Disfrutaba su compañía, comenzaba a pensar que Lucy me hacía olvidar mi rutina.

Abrí la puerta principal de la casa y Lucy se dirigió a su habitación.
Me fui a la mía, esperé unos minutos hasta que mi paciencia se acabó, sin más quise romper el silencio de ambos.

Golpeé la puerta con cuidado, "Pase", dijo antes de que irrumpiera en su habitación. La miré de pies a cabeza, como si no me hubiera dado cuenta de la ropa que llevaba.

— ¿Necesitas algo?— Pronunció acariciando su pelo para acomodarlo.

— ¿Estás enojada por la nota de Gray? No me has dirigido la palabra— Pregunté buscando conversación.

— Pues he tenido que hablar con él por tu culpa— Se quitó un pañuelo que rodeaba su cuello.

— ¿Te preocupa lo que piense Gray de ti?— Dejó de acomodar su cabello para verme algo boquiabierta— Solo digo.

— ¿Estás celoso?

— ¿Te irás apenas termine la semana, cierto?— Cambié el tema de forma abrupta, incluso se me escapó un tono de agresividad.

— Pues sí, extraño mi hogar— me decepcionó completamente.

Salí de su habitación sin decir nada más que evitar decir palabras hirientes.

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Caída la tarde, éramos Erza y yo quienes cenaban. Papá aún no llegaba y Lucy estaba en su habitación terminando de estudiar para su examen final. Los platos sonaban cuando las tazas volvían a su lugar.
Erza limpió su boca y fue la primera en ponerse de pié.

— ¿Vas a salir?— Pregunté poniendo la loza en el fregadero.

— Volveré más tarde— dijo guardando las últimas cosas— Cuida la casa por mi y NO hagas nada malo.

Claramente hizo referencia a Lucy.
Puse los ojos en blanco, ella se juntaría con su pareja, no me extrañaría saber que soy tío un día de estos.

Subi a mi habitación y me puse pijama, mi short negro y una musculosa blanca. Rasqué mi nuca y descalzo busqué un cigarrillo, necesitaba calmar las ansias de entrar a su habitación y molestarla.

Fue insuficiente. Minucioso abrí su puerta, inhalé el cigarrillo por última vez y me percaté que estaba dormida. Adiós plan de molestarla.

— Hey, ¿Estás durmiendo?— susurré pero ni se inmutó.